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En México se producen 44 millones de toneladas de basura al año, de estos desechos el 3% es PET, 1 millón 320 mil toneladas. La Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) presume que actualmente México es líder en el acopio y reciclaje de PET de grado alimenticio, el cual se trata en la planta de reciclaje más grande del mundo, PetStar, y con la Industria Mexicana de Reciclaje (IMER) , la primera en Latinoamérica, ambas parte de Coca-Cola. La transnacional presume que a través de sus plantas de reciclaje tiene la capacidad de procesar 85 mil toneladas de PET cada año, cantidad mínima ante el 1 millón 320 mil toneladas que llegan al medio ambiente de éste residuo anualmente. Apenas el 6.44% del total. De hecho la cifra ni siquiera cubre todas las emisiones de PET que hace la misma Coca Cola, tan es así que apenas plantean que en el 2030 harán la recuperación y reciclaje del equivalente al total de sus envases vendidos. Coca-cola también promueve la página un Mundo sin Residuos (unmundosinresiduos.com) como parte de su programa de recuperación de los mismos. Por ahora considera que apenas ‘Es momento que hablemos del reciclaje’, como titula a su más reciente campaña de éste tipo, con la cual quiere impulsar la idea de que promueve una economía circular en la que cada botella sea reciclada. Para ganar simpatías presumen que desde hace más de 18 años la IMCC ha impulsado la creación de espacios para la mejora de las condiciones de vida de los recuperadores y sus familias, entre ellos el Centro de Desarrollo Integral Comunitario (CEDIC) ubicado en Chimalhuacán, Estado de México, el cual provee servicios de educación, alimentación, atención médica, entre otros. “Yo estoy tranquila trabajando, porque sé que en el CEDIC me los cuidan y les dan de comer; ayudan a muchas personas como yo. Me ha servido mucho, tanto a mí como a mis hijos”, difunden con la imagen de quien presentan como Adriana Málaga Almazán, recolectora de residuos.
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