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Foto:
Ambrosio Pablo Hernández
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XALAPA.- Una tras otra en la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, CMAS. Y es que, cuando no son las acusaciones por el mal servicio en colonias y fraccionamientos ante la falta de agua, los reclamos se deben a la falta de atención en el desazolve de tragatormentas y atarjeas, lo que provoca severas inundaciones como ocurrió esta tarde, con la tormenta que afectó a centenares de familias xalapeñas. En ese sentido, CMAS se ha convertido en un dolor de cabeza para el Gobierno de Hipólito Rodríguez, ante el deficiente servicio y las altas tarifas. Como ejemplo, vecinos de zonas exclusivas y del Centro de la ciudad reclamaron al alcalde el desabasto de agua y la mala atención que se brinda ante la carestía. Incluso ante las fugas del vital líquido, cuando se realizan los reportes ciudadanos, la CMAS se desentiende. Un vecino de la calle Santos Degollado se quejó de la existencia de una fuga de agua a la que CMAS se ha negado a prestar atención, a pesar de múltiples llamados. "No es posible que con la sequía que hay en México no se atiendan las fugas", reprochó. A su vez, vecinos de la avenida Araucarias, entre Manuel M. Ponce y Agustín Lara, reprocharon a la Alcaldía de Xalapa que, desde hace seis días, personal del Ayuntamiento los dejó sin agua. En días pasados vecinos de la colonia Obrero Campesina bloquearon la avenida Orizaba para denunciar que desde hace dos meses están teniendo problemas de desabasto del vital líquido, y aunque la CMAS dio a conocer un calendario de tandeos para la temporada de estiaje, la queja de la población es que, aun cuando no les corresponde el corte del servicio, no tienen el líquido. En este marco, vecinos de la colonia Unidad y Progreso reportaron que una obra inconclusa de CMAS genera problemas viales y dificulta el paso de peatones, además de provocar inundaciones en las viviendas y locales de la zona desde hace años. Señalaron que administración tras administración municipal en Xalapa las autoridades no remedian la situación, pues los tragatormentas y drenajes se tapan con las lluvias ocasionando anegamientos e inundaciones. Y aunque aseguran que los residentes han tratado de adaptarse poniendo diques en las entradas de sus casas, en ocasiones la altura del agua los supera y afecta sus muebles y enseres domésticos. Roque Hernández, propietario de un taller de hojalatería y pintura, dijo que las cuadrillas de CMAS acuden al lugar y desazolvan el drenaje, pero generalmente dejan toneladas de tierra en la vía pública excusando que corresponde a otra cuadrilla su recolección. Por esta razón, actualmente se encuentra una montaña de tierra y piedra sobre la calle Prolongación Diamante que ocasiona problemas de circulación vehicular, puesto que cruzan autobuses públicos y vehículos particulares. Así las cosas. Alguien tendrá que pagar los platos rotos de las inundaciones y el mal trabajo de desazolve.
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