El vecino municipio en el pecado ha llevado la penitencia.
Tan cerca de la capital del estado, pero tan lejos del progreso y la modernidad.
Administraciones municipales van y vienen y los pobladores, las comunidades y los sectores están en el olvido, en el vil abandono.
Nada de prosperidad ni adelanto para todas ellas.
En su momento las comunas se han dedicado a saciar sus ansias de poder, tanto político como económico. La población les ha valido madre, la han ignorado y, lo que es peor, hasta se han burlado de ella.
No vamos lejos en el pasado reciente les impusieron a un total desconocido, a un sujeto que no conocía ni Rinconada por sus garnachas, mucho menos Carrizal por sus aguas termales. Era un tipo que vio coronado su capricho gracias a la mano protectora de un amorfo funcionario federal del cual no recordamos su nombre, solo sus iniciales, “M” de Manuel y “H” de Huerta.
En ese cuatrienio impero el desorden, al valemadrismo y la apatía. Al igual que en lo estatal, en tan pujante comarca se gobernó al calor de la emoción, con proyectos elaborados en las rodillas, con funcionarios que no funcionaban y con servidores que no servían.
Así de sencillo.
Y en la actual no cantan mal las rancheras, en estos momentos también esta comarca anda a la deriva, sin rumbo mucho menos directriz.
Su alcalde, un insípido sujeto, la escasa población que lo ha tratado lamente el haber emitido su sufragio a favor del partido que lo llevo al poder, de soberbio no lo bajan y de bisoño lo califican.
Sus malquerientes precisan que su único mérito es formar parte de esa extensa cofradía, de ese clan donde los arranques hormonales son la constante.
Usted les cree, nosotros también.
Pero llama la atención un regidor sí, un tal Gustavo Landa Cabrera, sí, le atinó, el mismo que es cónyuge de la diputada local y ex alcaldesa de San Andrés Tlalnelhuayocan, Arianna Ángeles Aguirre y de quien los rumurológos zapatenses destacan que dicha posición edilicia le costó millón y medio de pesos, cifra que, según se cuenta, fue entregada por la representante popular local al ex candidato priista a dicha alcaldía, Renato Alarcón Guevara, para que hiciera a un lado al dirigente municipal del PRI, Luis Cisneros Morales y así asegurar el cargo al esposo de la actual diputada local, recurso que, dicen, posiblemente salió del desfalco que existe en la sede estatal del tricolor y donde mucho, al parecer, tuvo que ver el mozo de espadas de Miguel Ángel Yunes Linares, el tal Marlo Ramírez Marín, ese que hace las veces de dirigente, mas no de líder, estatal priista.
Pero eso no es todo, el tal Landa Cabrera en la administración municipal zapatense encabezada por Daniel Olmos comenzó como regidor primero, posteriormente pidió licencia definitiva el síndico e hicieron que Landa Cabrera, subiera como sindico. La trastada les salió a la perfección, lo que no les salió bien fueron las cuentas municipales, esas no cuadran, ya que tristemente dicha comuna presenta un daño patrimonial cercano a los cuarenta millones de pesos, según denuncia presentada por el ORFIS, a la cuenta pública 2017.
Emiliano Zapata figura entre los más de veinte municipios que tienen cuentas pendientes por solventar, mismos que entre todos rebasan los 200 millones de pesos.
Chulada de porquerías.
Lo cierto es que con todo lo anterior tan pujante municipio está en el olvido, la marginación y la pobreza extrema son la constante en toda esa comarca.
El campo se encuentra olvidado, los campesinos han sido marginados y, en consecuencia, obligados a emigrar al vecino país del norte, o bien a tirarse al vicio.
Y con la presente administración, misma que encabeza un total desconocido, el panorama se vislumbra aterrador, grisáceo.
Y no es que sea que al municipio de Emiliano Zapata no se le vea futuro, lo lamentable es que no tiene.
Así de sencillo.
Provecho.
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