El gobernador Cuitláhuac García señaló ayer, después de haber pasado un ridículo pancho con la nueva aprehensión al exgobernador JDO, que en la cárcel está purgando sus 9 años de sentencia, que el expediente estaba ‘hecho con las patas’. Cuenta la leyenda que, cuando Duarte se entregó en Guatemala, pactó con Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación del pillín, Enrique Peña Nieto. Era entregarse a cambio de algo de inmunidad, como se estila en todos los gobiernos, el mejor ejemplo fue ahora el de AMLO con Emilio Lozoya Austin, solo que a ese despistado ex director de Pemex, se le antojó un pato cantonés y fue pa’ Yuma, diría un cuenqueño. Ignoro si en aquel pacto entre Osorio Chong y Duarte blindaban a su esposa Karime, al parecer no fue así porque ha sido perseguida y acusada por su cargo en el DIF. Ahora, que la fiscalía de Veracruz fue a hacer el ridículo tratando de actualizarle una nueva denuncia, se toparon con la pared porque Duarte está protegido. Cuitláhuac García culpó a los de Yunes, que ‘hicieron con las patas la denuncia’, pero creo que, me dijo un abogado, a quien debe jalarle las orejas y enviarla a la escuelita de Jorge Ortiz de Pinedo, es a su Fiscala Carnala, que ella debe saber un poco de leyes y haber revisado esa orden de aprehensión. Caras vemos, de leyes luego no sabemos.
LOS DOS DISIDENTES (MUÑOZ LEDO-CHUAUHTEMOC CARDENAS)
La reunión fue hace algunos años. El anfitrión era el empresario cafetalero, editor y dueño de la Torre Animas en Xalapa, Manolo Fernández Ávila-Camacho, quien había sido el mejor alcalde de Xalapa. Fue en su feudo de Las Animas, un bello sitio, una bella finca donde se respira tranquilidad y la Naturaleza reina. Un grupo de contertulios fuimos invitados a una cena. Manolo goza del afecto del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y en esa noche, entre platillos caseros, Cárdenas le dijo que se uniera a ellos para hacerlo candidato a gobernador de Veracruz. Manolo le dijo que su vida toda había sido priísta, por él y su familia, los grandes, el presidente Manuel y Maximino Ávila Camacho, su abuelo, y le agradeció la invitación. Fue una buena charla. Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo y doña Ifigenia Martínez, lograron cambiar la geografía política del país, cuando rompieron con el PRI y crearon la corriente democrática, donde el ingeniero fue candidato y alguna vez presumiblemente la ganó, en aquellos años cuando el sistema se caía. Gracias a aquella escisión, AMLO está hoy dónde está. No se concibe un México diferente. Aquel fue un parte aguas, un antes y después. A mí me late que Cárdenas nunca le perdonó a AMLO, que venía para la presidencia, el haber invitado a su gabinete a Manuel Bartlett, pero solo es suposición mía. Cárdenas llegaba a presentar un libro y le acompañamos un par de días. Hace unos días ambos dos (Fox dixit), arremetieron contra el presidente. En la Feria Internacional del Libro (FIL), Cuauhtémoc fue crítico con este gobierno: “tenemos un crecimiento económico bajo, estamos por debajo de los objetivos que habíamos alcanzado en años anteriores. Si vemos, la violencia está presente en todo el país, tenemos un alto índice de desempleo, no hemos logrado recuperar incluso el empleo perdido por la pandemia, tenemos un sistema educativo con deficiencias, esto es lo que tenemos en estos tres años”. Y Porfirio, con Dante Delgado cuando lo premió con el reconocimiento Benito Juárez, dijo que este gobierno se está ‘desgajando’, como se desgajan los cerros, diría Yo Mero. Nuevos vientos vendrán, pero esas dos figuras emergen como siempre, buscando el bienestar del país.
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