Vaya que el tabasqueño ha extraviado la cognición.
O como se le podría llamar a eso de que "si yo no fuera presidente, México sería un caos".
O que interceptación psicológica le da usted, amable lector, aquello de que "si no se hubiese dado el cambio en el 18 ya Pemex estaría en bancarrota, la CFE lo mismo, y un caos en el país".
Locura verdad.
Que acaso de todos los lacayos que tiene a su lado, ninguno ha sido capaz de decirle, de entrada, que en esta vida nadie es indispensable, o que nadie tiene la verdad absoluta.
Por lo que se aprecia, no.
Lo que sí es toda una realidad es que el dueño de La Chingada parece ser un hombre con perturbación de temperamento ególatra patológico o jactancioso, ya que, dicen los que saben, engendra todas las características.
Los sabedores del tema señalan que el inventor del hijo de Atanasio en un buen porcentaje es afín con otra perturbación, la antisocial misma que, al parecer, ensambla a la perfección con el nacido en Macuspana, Tabasco.
Su paranoia le lleva a desconfiar de todo y de todos, abrigando obsesión hacia lo demás en forma por demás exagerada.
Eso lo lleva a padecer un abultado delirio de grandeza, a grado tal de concebir Ideas delirantes cómo creerse un Ser Supremo o todo un iluminado.
Como ya se ha visto en estos tres años de su mandato cree tener siempre la razón y que los demás están errados. Lo anterior sin dejar de ser un auténtico provocador, haciendo uso, y abuso, de la ira para aterrorizar a sus antagonistas.
Por último, sobra decir que es un sujeto extremadamente egocéntrico, su mentecita le indica que toda gira a su alrededor, lo que, a final de cuentas, le provoca crónicamente sentimientos de vacío continuos, al verse y saberse engañado.
Los duchos en el tema aseguran que el trastorno de personalidad narcisista y/o antisocial, es una perturbación cerebral en el cual los individuos asumen un sentido inmoderado de su adecuada jerarquía, una insuficiencia insondable de atención descomunal y éxtasis.
Ya va a la mitad del camino y la carencia de empatía por los demás es la constante.
Pobre tipo.
Pero eso no es todo el señor López, desde el inicio de su administración, siempre ha optado por imputar sus torpezas a las anteriores administraciones.
Su trayectoria como cardinal pupilo de Palacio Nacional ha estado marcada por sus clásicas y populacheras frases, como “primero los pobres”, “yo tengo otros datos”, la mafia del poder”,
“me canso ganso”, “no es mi fuerte la venganza”, “abrazos y no balazos”, “la prensa Fifí” y, entre otras, “no tengo derecho a fallar”.
Lo cierto es que el ex priista es todo un político de carrera, un hombre de gran experiencia en las lides políticas, por lo que se vislumbraba que su administración sería de lo mejor, que en realidad haría valer sus mandamientos, esos que imaginó al calor de la emoción durante sus campañas electorales, pero ya se está viendo que nada de eso ha hecho realidad.
Pobre tipo.
Y aquí en Veracruz las cosas andan por el mismo rumbo. La situación es bastante, pero bastante parecida.
El hijo de Atanasio no ata ni desatada, sólo perjudica, únicamente daña.
Afortunadamente ya vamos por menos.
FEMINICIDIOS EN VERACRUZ.
Según la feminista Wendy López Hernández, en estos once meses del presente año, en la entidad veracruzana ya se contabilizan 78 feminicidios.
Sus cifras le señalan que la media alcanzaría el digito de 100 “más 66 casos de homicidios que no entraron en la tipificación de feminicidio".
López Hernández preciso que de acuerdo a estadísticas nacionales el 99 por ciento de los crímenes contras mujeres permanecerán impunes.
Es de resaltarse que Wendy lleva de manera ininterrumpida 16 años manifestándose en la plaza Lerdo, desafortunadamente en todo ese tiempo ninguna otra fémina le ha hecho compañía, ha caminado sola en su causa.
Lástima. |
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