En un país de machos católicos, la contraparte tenía que estar acorde para nivelar la balanza; como ya lo estamos viendo en la forma en que las mujeres celebraron el “Día global para el acceso legal y seguro del aborto”, su despenalización…
Aquí en Xalapa, conociendo las honorables Autoridades cómo se las gastan las del antaño sexo débil. Y más, cuando por el camino aparecen las encapuchadas que comienzan a hacer destrozo y medio, para luego desaparecer de la misma forma tan súbita como aparecieron…
Lo que hace suponer que son enviadas por el propio gobierno y desacreditar sus justas demandas. Para que se les juzgue mal y se descalifiquen sus peticiones. Pero no se sabe que hoy hayan hecho su aparición en la escena…
Claro que, por si las moscas, es decir, precavidos, los comercios en todo el trayecto por donde se llevan a cabo las marchas -el mero centro de la Ciudad- fueron literalmente tapeados; hubo vallas de diferentes corporaciones policíacas que lucieron sus escudos como parte del equipo de antimotines. Pero no; nada pasó…
Hombro con hombro y escudo con escudo formaron una barrera infranqueable. Eran más policías que mujeres manifestantes; quienes, por cierto, no permitían que se acercase ningún reportero…
Solo las mujeres reporteras podían arrimarse al contingente y tenían acceso a la información, es decir, haciendo exactamente lo mismo que censuran. Parece ser que los machos y las feministas vienen siendo más o menos lo mismo…
Y de alguna vez haber sido complementarios, pasaron a ser opuestos; y hoy hasta enemigos. Y todo, porque según cuentan, primero hizo al hombre y luego a la mujer; en vez de hacerlos a los dos al mismo tiempo; como lo hizo con todos los demás animales…
Voy a creer que la araña va a decirle al “araño” que le dé una mordida a una manzana; cuando la mordida se la da la hembra a él y se lo come vivo…
En fin, el caso es que eran unas cuantas damas las que marcharon por el centro de la Capital; la mayoría jóvenes y casi todas embozadas. Es de suponerse, para que no las reconocieran y luego los vecinos las vieran mal. A ellas y a sus papás, por haber criado semejante engendro que está a favor del asesinato en el útero de la madre…
Y convocadas en todo el mundo a la conmemoración del triunfal día; salieron a las calles en sus ciudades, para manifestar el triunfo alcanzado después de tantos años de luchar contra los insolentes machos con los que nadie se mete si quieren hacerse la vasectomía…
Que buenos fueran -continuó diciendo una rezagada marchista- para enfrentar los problemas que ocasionan. Ahí tenemos tantas madres solteras y desamparadas; y no se vale. Ni siquiera saben hacer bien el sexo; pero se creen muy machos…
Pero no fue todo, se soltó como hilo de media -término que las nuevas generaciones no entienden- y conforme iba diciendo y diciendo de los hombres, iba subiendo el volumen de su declaración. Cuanto más decía, más se enojaba…
Pero cuando menos aquí en el Estado de Veracruz, donde el odio es jarocho, ya los H. Legisladores se van civilizando; y el maltrato a los animales es considerado como un delito que amerita prisión y una multa hasta de 10 mil salarios mínimos. En fin. Más vale tarde que nunca.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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