El presidente AMLO sabe, cuando se mete a la otra controversia de las mañaneras, por el asunto de la Revocación de Mandato, que está firme en el cargo porque un 60% de mexicanos le apoyan. Pero aprovechó que terminó aquel asunto de la Consulta Popular y ahora quiere meter a todos en la discusión de su Revocación, que algunos gobernadores en provincia no quieren, porque muchos de ellos si se van, sin duda. Entonces me acordé de aquel escrito de Gabriel García Márquez:
EL CUENTO DE LOS GENERALES
Cuando el general Charles de Gaulle perdió su último plebiscito, en 1969, un caricaturista español lo dibujó frente a un general Francisco Franco minúsculo y ladino que le decía, con un tono de abuelo: «Eso te pasa por preguntón». Al día siguiente, el que fuera el hombre providencial de Francia estaba asando castañas en su retiro de Colombey-les-deux-Eglises, donde poco después había de morirse de repente y sólo mientras esperaba las noticias frente a la televisión. El periodista Claude Mauriac, que estuvo muy cerca de él, describió las últimas horas de su vida y su poder en un libro magistral, cuya revelación más sorprendente es que el viejo general estaba seguro de perder la consulta popular. En efecto, desde la semana anterior había hecho sacar sus papeles personales de la residencia presidencial y los había mandado en varias cajas a unas oficinas que tenía alquiladas de antemano. Más aún: algunos de sus allegados piensan ahora que De Gaulle había convocado aquel plebiscito innecesario sólo para darles a los franceses la oportunidad que querían de decirle que ya no más, general, que el tiempo de los gobernados es más lento e insidioso que el del poder, y que era venido el tiempo de irse, general, muchas gracias. Su vecino, el general Francisco Franco, no tuvo la dignidad de preguntarles lo mismo a los españoles, y poco antes de su mala muerte convocó a los periodistas que su propio régimen mantuvo amordazados durante cuarenta años y también a los que su propio régimen pagaba para que lo adularan, y los sorprendió con una declaración fantástica: «No puedo quejarme de la forma en que siempre me ha tratado la Prensa».
LA DEMANDA DE EBRARD A EE.UU.
Apenas llegó de ir al Paso, Texas, al aniversario de la muerte de 23 latinos y unos 9 mexicanos en una tienda Walmart, el canciller Marcelo Ebrard traía preparada una demanda, no contra el gobierno de Estados Unidos, que eso da mello y calambres, contra los fabricantes de armas en Estados Unidos, esos que en complicidad la Asociación del Rifle valora, apoya y les da certidumbre constitucional. Mientras ellos venden las armas, México pone los muertos, lo mismo en daños colaterales que en enfrentamientos entre bandas criminales, que ahora tienen el 30 por ciento del territorio en sus manos. Es una demanda millonaria, que servirá para muchas de las víctimas de estas armas que ellos venden. Y puso ejemplos, un distribuidor sabe quién le compra y cuántas armas vende, lo mismo el que compra cinco que el que compra 200. Diario El País: “El Gobierno de México ha presentado este miércoles una demanda civil en contra de 11 empresas de producción y distribución de armas en Estados Unidos a quienes acusa de emprender “prácticas comerciales, negligentes e ilícitas, que facilitan el tráfico ilegal de armas a México”. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha confirmado que la acción legal ha sido presentada ante una corte federal en Boston (Massachusetts) con el objetivo de detener el flujo de armamento ilegal que llega al país desde Estados Unidos. El Gobierno mexicano afirma que la venta ilegal de estos fabricantes y distribuidores está detrás de al menos 17.000 asesinatos en México. “No lo hacemos para meter presión a EEUU, sino para que no haya muertos en México”, dijo un funcionario mexicano cercano al caso.
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