Vivimos con miedo. Cuando se toman los caminos mexicanos, los veracruzanos y muchos más, se sale con miedo de casa. Parecería que vas a una guerra, sabes que sales, pero no sabes si llegas, o regresas. Hace un buen tiempo en este lugar, los asaltos a automovilistas han crecido y de vez en cuando se disparan, en el tramo de Orizaba-Esperanza-Maltrata-Acultzingo, por los dos caminos, la de la autopista y la federal. Mucha gente del Puerto de Veracruz opta por irse por Xalapa. Es zona limítrofe porque dos estados colindan, Puebla y Veracruz. Tienen varias formas de asaltar, algunas veces atraviesan los tráileres simulando un accidente, otras veces ponen retenes que se confunden con los oficiales, y asaltan. Hace un par de años despojaron de automóviles a pobladores de Córdoba y Orizaba, y allá arriba en la cumbre en los pueblos se paseaban impunemente con esos automóviles de lujo. No había nadie que los detuviera ni nadie que fuera a poner una denuncia por el temor a las represalias. Así se supo de muchos casos. Otra vez una familia de Córdoba, que iba al aeropuerto de CDMX fue asaltada y despojada de todas sus pertenencias y el automóvil, a pie pedían auxilio. Ayer domingo comenzó a circular una nota que, luego la autoridad dijo era fake news, o sea, falsa. Decía el portal Diario Cambio, que en la caseta de Esperanza atracaban a 20 automovilistas en un asalto masivo, luego la SSP poblana lo desmintió. Pero un poco más tarde, en la autopista de Puebla a Orizaba, dos estudiantes tuvieron un percance de descomposición del auto y se detuvieron, de entre los matorrales salieron unos delincuentes y los asaltaron, uno era estudiante y el otro un ingeniero, viajaban rumbo a Chiapas. No solo los asaltaron, les dispararon cobardemente para matarlos. ¿Qué les pasa? Si ya los robaron para qué asesinarlos. Dejaron viva a una joven y a otro compañero. Son unas verdaderas hienas.
HAY MAS CASOS PENDIENTES
Otro caso, rumbo a Zongolica hace unos días un par de abogados viajaban hacia Magdalena, desaparecieron y no se sabe nada de ellos. Hay varias hipótesis, pero no aparecen. Ella es ama de casa, madre de dos hijos, licenciada, que acompañaba a su colega, caso que ha trastornado y conmocionado a la ciudad de Orizaba, de donde son originarios. Se perdió comunicación con ellos y aunque hay denuncias en la Fiscalía, nada se sabe. Esa zona rumbo a Zongolica es otra zona de peligro, al igual que circular por Ixtaczoquitlán, son triángulos de la muerte, como lo es el de Monterrey-Laredo-Reynosa, en el norte del país donde han levantado unas 109 personan que aún no aparecen, entre ellas una familia americana, lo que ha prendido el foco a la gente del FBI que ya interviene. Todo esto es terrorismo, como llegar a disparar a inocentes sin piedad, aunque al presidente AMLO no le guste que así se llame. La seguridad en los caminos le corresponde al Estado. Ni la Guardia Nacional, ni ninguna corporación han podido frenar este quebranto, antes era el Huachicol, que no se ha detenido, pero ahora es más complicado porque se están metiendo con la gente civil, la que no tiene nada que ver en sus líos delincuenciales, los abrazos y no balazos no funcionan. Algo se tiene que hacer porque las carreteras veracruzanas y poblanas y mexicanas viven ensangrentadas. Más ahora que la gente comienza a salir y que a Orizaba llegan los sábados y domingos decenas de camiones de transporte que traen a turistas a conocer este Pueblo Mágico, como ocurrió el domingo pasado. Deben ponerse las pilas las autoridades de seguridad, de los estados y la federal, y dejar de estarle fallando al presidente AMLO, porque todos estos quebrantos van a la suma de su gobierno.
www.gilbertohaazdiez.com
|
|