México libraba buenas batallas para evitar que los monopolios se impusieran. Uno recuerda cuando solo teníamos una compañía telefónica y se iba uno de viaje por el extranjero y cuando llegabas, madre mía, casi te infartabas como Cuitláhuac cuando vio la marcha de ChikiYunes, la cuenta era mortal. Miles de pesos por unos días en Europa. Llegaron las aperturas con Peña Nieto y llegaron las verdaderas competencias por bajar precios y recuperar mercado, por eso ahora los capitales y los industriales están en contra de ese monopolio que pretende hacer el gobierno a favor de Pemex y CFE, en asuntos energéticos, y ya andan en los tribunales resolviendo esos apuros. Las compañías telefónicas comenzaron a abaratar sus promociones, vente conmigo y no te cobro larga distancia ni llamadas locales, vente conmigo y te regalo tiempo aire para WhatsApp, llamadas y mensajes ilimitados, redes sociales abiertas, de Chacaltianguis pasamos a Suiza, del parque local de entretenimiento pueblerino pasamos a Disneylandia. Eso era la competencia libre. La gente de menos recursos pudo hacerse de sus teléfonos y planes. Hoy el mercado se lo siguen disputando las telefónicas y hay planes y contratos desde 200 pesos, lo que antes era imposible. Igual ocurrió cuando los banqueros se pusieron de acuerdo y, si le quedabas a deber un dinero, por mínimo que fuera, te pasaban a la guillotina y te metían al Buró de Crédito, hasta por 50 pesos, eso aún existe y el Gobierno, sobre todo este de la 4T que dice trabajar para los pobres, debía quitar esa sanción que solo perjudica a los consumidores, y tampoco beneficia a los bancos y banqueros, pues hay gente que ya debe ser sujeta de crédito y está atrapada por 50 o cien pesos que quedaron a deber un tiempo que no pagaron una pinchurrienta deuda. Cuento esto porque ahora, Telmex y los sistemas de cables locales se volvieron a amafiar, cuando debían ser dos empresas independientes que buscan el mercado, al grito de hoy por ti, mañana por mí. Hace poco una persona se quedó sin trabajo, quería reducir sus gastos de operación, en el cable local le cobraban 580 pesos mensuales, cable y el Internet, quiso cancelarlo y tomar el de Telmex solo en Internet, que vale 389 pesos, pero cuando fue a hacer su contrato a la telefónica de Slim, le dijeron que presentara su baja del sistema de cable, porque si tenía adeudo no le podían dar el servicio de Internet en telefonía. Sky también está amafiado en ese sistema. O sea, otro amafiamiento como el del Buró de Crédito. Gobierno de la 4T debía poner en orden a estas empresas multimillonarias, que solo buscan su beneficio y se convierten en jueces y partes.
LA ALIANZA VA POR MEXICO
El horno no está para bollos. PAN-PRI-PRD encontraron que juntos serán más poderosos, unidos como un racimo de coyol, según decía un alcalde de mi pueblo, Cástulo Delfín, en esa metáfora cuenqueña. Ayer en la tele vimos a los tres tristes tigres: Marko Cortés, Alito Moreno y Jesús Zambrano. Le quieren quitar el poder legislativo al presidente AMLO, para que no vuelva a ocurrir nunca jamás aquello de ‘ahí les va y la quiero aprobada sin quitarle ni una coma’. Va pues. No solo eso, quieren formar un bloque legislativo y votar en contra de la desaparición del INE y del INAI y de esas cosas que ya amenazó el presidente. Solo así podrán frenar un poco esa desesperación y quebranto al país. Aquí la única duda que queda en ese tapete electoral opositor, es qué hará Dante Delgado y su MC (Movimiento Ciudadano) que, en su mayoría de veces, cuando hay votación se ha ido del lado de Morena a votar con ellos. ¿Seguirá en la chaqueta de disidente, o se alineará a formar parte de ese bloque opositor? Es sólo pregunta, si ven a Dante pregúntenle qué hará, y me avisan va.
Leo Zuckerman, de Excélsior: “Hay otra opción para el gobierno. Se llama Movimiento Ciudadano. Este partido va solo en estas elecciones. Actualmente cuenta con siete senadores y, de acuerdo con el modelo de oraculus.mx, podría ganar 14 diputaciones. La tirada de MC es presentarse como una tercera vía para el electorado. Ni se alían con los del pasado (PAN, PRI y PRD) ni con los del presente (Morena, PT, PVEM). Es una estrategia con la vista puesta en las elecciones de 2024. En este sentido, difícil pensar que MC cambiaría de posición y comenzaría a votar a favor de reformas constitucionales del gobierno. Pero lo fascinante de la política es que lo que un día se ve imposible al siguiente es realidad. Ahí está, por ejemplo, la actual alianza de dos archirrivales del pasado: PAN y PRI”.
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