Sobra decir que el aspirante a la alcaldía xalapeña es un hombre de trabajo, un ciudadano surgido de la cultura del esfuerzo, nada le fue heredado, muchos menos regalado.
A muy temprana edad se dedicó al trabajo a atender los negocios familiares.
Fue educado con honestidad, inculcándole valores éticos, por eso, aunque a muchos no les agrade y lo intenten denostar, no lograran atraer los reflectores del electorado Xalapeño, los votantes de la capital veracruzana lo respaldan, lo reconocen, saben de su trayectoria y de su honradez.
El aspirante de morena no busca el poder por el poder o éste como herramienta para atesorar fortuna o enriquecer a su familia de manera indebida.
Lo suyo, en estos momentos, es engrandecer a Xalapa, darle rumbo y sentido a la gerencia oficial.
La urgencia se obra social, del mejoramiento de los servicios públicos municipales y la modernización de nuestra ciudad es algo prioritario para el abanderado de morena.
Los xalapeños deben estar seguros que, de lograr el triunfo, Ahued Bardahuil habrá de transformar el municipio.
El senador con licencia está cierto que a la capital del estado la han olvidado, pues posee un acumulado de 30 por ciento a nivel nacional de pobreza entre las capitales de los estados.
Ricardo Ahued será un alcalde cercano a la ciudadanía, un edil que no habrá de descuidar las colonias, nada de llevar a cabo una política de puertas cerradas ni de oídos sordos. Al contrario, la promoción de un sano desarrollo en las colonias y en las zonas rurales será una prioridad.
Por cierto, en estas últimas se ya tiene proyectadas importantes áreas deportivas
múltiples, y así brindar a los jóvenes espacios de sana recreación.
Su candidatura por supuesto que no es producto de la casualidad ni compromiso político, es producto de esa brillante trayectoria laboral y política, eso es que lo valoraron los tlatoanis del negocio que regentea el tabasqueño.
Sus malquerientes se van a quedar con las ganas, sus caprichitos no lo eran coronados, esos deseos insanos de nueva cuenta los verán frustrados, al electorado xalapeño no lo engañan.
Provecho.
IPAX.
Este organismo, a base de trabajo, entrega buenos resultados a los veracruzanos.
Es un instituto comprometido con la sociedad, siempre procurando la formación policial, obteniendo servicios de seguridad patrimonial de calidad para el bienestar de los usuarios y la ciudadanía en general.
Sin perder el objetivo, de proporcionar servicios de seguridad, protección e integridad física y patrimonial a empresas, industrias, instituciones bancarias, comercios, particulares e instituciones de gobierno, siempre cumpliendo con altos estándares de calidad y niveles éticos de desempeño, su titular Héctor Manuel Riveros Hernández, le cumple al hijo de Atanasio.
Sin lugar a dudas que el IPAX, es de lo poco rescatable en la administración del hijo del profe.
TUXPAN- POZOS CASTRO.
Por más que la camina el ex priista no levanta.
El nacido en Plan de Las Hayas, pero siempre presumiendo que es tuxpeño, no es bien visto en el municipio de los bellos atardeceres.
De advenedizo no lo bajan, ya que todo mundo sabe que su candidatura no es otra cosa que un capricho del hijo de Atanasio, los morenos de hueso colorado de aquel pujante municipio solo están esperando el día de la jornada electoral para hacerlo morder el polvo, para cobrarle la afrenta.
A Pozos Castro la militancia de morena no lo quiere, es un secreto a voces que el ex priista no los representa, la decisión a que han tomado todos ellos es que, en esta contienda electoral, no van a mover ni un dedo a favor de la causa morenista, todos ellos a una solo voz expresan que les “vale madre” que pierda dicho partido.
Los que saben señalan que el corazón de los morenos estaba puesto en un tal Javier Sánchez Balderas.
Por cierto, los tuxpeños no olvidan que José Manuel y sus hijos tienen en su contra sendas denuncias penales, por la venta fraudulenta de terrenos y lotes en Medellín de Bravo, así como en otros municipios veracruzanos, mismas que solo es cuestión que la fiscalía general del estado se arme de valor y las desempolve.
Provecho.
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