El instituto político que regentea la ex panista es más de lo mismo.
Cinthya Lobato resulto ser como los demás dirigentes, gandalla.
De entrada, solo estaba esperando los tiempos para arrancar, para mostrar sus ansias de novillera y saltar al ruedo.
¿O acaso piensa que el electorado xalapeño le cree eso de que fue la ciudadanía la que le pidió fuera candidata a la alcaldía?
Por favor.
Eso no se lo cree, pero ni su marido, ese que es el segundo de a bordo en el negocio.
Alguien, maliciosamente, le hizo creer a la ex panista que “Unidad Ciudadana” vendría a ser la panacea, el antídoto contra todos los males que aquejan a Veracruz y, en este caso, a Xalapa.
Lobato Calderón, escuchando el canto de las sirenas y acelerada por un titular de despacho, como “El Borras”, se avienta al ruedo.
Bien vale la pena recordar que el nacimiento de Unidad Ciudadana, se dio en medio de complicaciones.
De inicio, dicho partido fue multado con más de 500 mil pesos, debido a deficiencias en el proceso de fiscalización de los gastos en lo que refiere a la organización de sus asambleas municipales.
Al parecer los responsables de dicha sanción fueron Hugo Herminio Ortiz Valdés y, otra vez, Francisco Hernández Toriz, tesorero y secretario general de dicho negocio ya que no dieron cumplimiento en tiempo y forma con la justificación del gasto.
Antes, Cinthya Amaranta ya anduvo coqueteándole al MORENA, recordemos que fue por medio de un documento fechado el 19 de julio del 2018, dirigido a la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, María Elisa Manterola Sáinz, donde solicitaba su adhesión a la bancada de Morena.
Cuesta trabajo creer que Unidad Ciudadana esté incursionando en la arena política-electoral para contribuir a enriquecer, fortificar y renovar los contextos de la competencia política.
El actuar de la dirigente no ayuda en nada a ampliar el repertorio de opciones políticas de la ciudadanía y mucho menos fortalece las condiciones de democracia.
Quizá la ex panista olvida que la confianza del electorado hacia los partidos políticos es casi inexistente, la desilusión de los votantes cada día es más dilatada.
Tal vez ya esté enterada que los que más le molesta a la población es que los partidos no cumplan sus promesas, eso aparte de la imperante corrupción que existe hacia el interior de ellos y el desinterés que muestran, una vez logrado su objetivo, hacia la gente, se olvidan de los problemas de la multitud.
Por si lo anterior fuera poco, tal vez sea válido recordar, que los ciudadanos reconocen a los partidos como grupos con intereses particulares que se movilizan principalmente en temporadas electorales y por ello muchas veces carecen de un sentido ciudadano genuino, no buscan el interés de la colectividad y sus apoyos son coyunturales.
Es de esperarse que Unidad Ciudadana no pierda la brújula y pueda demostrar su valor como verdadera opción electoral y ser una vía para que las personas y los grupos sociales se integren a la vida pública para incidir, directa o indirectamente, en la formación de la voluntad colectiva.
Por lo mientras este matrimonio no vive en el error, con solo comprobar es más que suficiente, ya que “Unidad Ciudadana”, recibe una mesada, como prerrogativa, superior al medio millón de pesos mensuales.
Chulada.
Cual sufrir.
ADOLFO MOTA H.
El priista se mueve, no se duerme en sus laureles.
Recorriendo el distrito VIII Xalapa Rural, camina sin mediar horario, escuchando al electorado, hablándoles de frente, con honestidad.
El candidato es un hombre, sencillo con sentimientos nobles que siente y percibe el cariño de la gente, por eso en las congregaciones que ha visitado ha recibido muestras de apoyo, de respaldo y la población le ha reiterado su interés por llevarlo a San Lázaro.
El candidato de la alianza “Va X México”, no descuida a los sectores, está cierto que buenos resultados es lo que le urge a la población, al país, a todos en general.
Sin lugar a dudas que su experiencia legislativa habrá de ser un factor primordial en la obtención de buen los resultados, de los beneficios que con tanta urgencia esperan los veracruzanos y que los actuales representantes populares han mostrado apatía, valemadrismo.
Así de sencillo.
Bien por Mota Hernández.
|
|