Vaya que nuestra entidad vive una galopante inseguridad electoral.
El temor entre los aspirantes a algún cargo de elección popular es dilatado, muchos de ellos, ante la peligrosidad del tema, han decido abandonar la aspiración y dejar la candidatura en otras manos.
Todos los agraviados, sobra decirlo, son candidatos de oposición, son aquellos que han visto violentadas las garantías, los derechos humanos y pisoteada su libre participación. Es urgente ponerle un alto a los ataques sistemáticos en contra de candidatas y candidatos, que se frene la persecución política.
En días pasados el líder estatal de Sol Azteca, Sergio Cadena Martínez, en la sede del senado, ofreció una conferencia de prensa donde externó su preocupación por la situación que priva en Veracruz a escasos treinta días de llevarse a cabo la jornada electoral y de igual forma solicitó la intervención de dicha instancia legislativa para que se eviten hechos de sangre. Demandándole su intervención para encontrar el dialogo y así transitar en piso parejo.
Como muy acertadamente señala el líder perredista, la entidad se encuentra en un alto riesgo de caer en una crisis sin precedentes de violencia, si la administración que encabeza el hijo de Atanasio no frena sus ataques.
Sin lugar a dudas que la sociedad veracruzana se encuentra bastante alarmada de lo que sucede en la entidad, por lo que el líder partidista pidió al Senado de la República haga lo correspondiente para frenar esta ola de agresiones sistemáticas en contra de candidatas y candidatos, que se aquiete la persecución política.
Lo de Goyo Gómez, lo de Rogelio Franco y ahora Nico Ruiz, son diáfanos botones de muestra de un gobierno incompetente que ambiciona hacer uso de la fuerza para bajar a una oposición que está creciendo fuertemente en Veracruz.
Le asiste la razón al perredista cuando precisa que la autoridad estatal en lugar de asumir la responsabilidad de darle seguridad y tranquilidad a las y los veracruzanos, en el arranque del proceso electoral, ha diseñado un plan para frenar a la oposición, a una oposición que ha crecido.
De no aplacar, el gobierno estatal, el hostigamiento, la represión y las aprehensiones injustas, Veracruz corre el riesgo de salirse de control, Y de suceder lo anterior puede haber mucha sangre corriendo en distintas regiones de la entidad.
Sin lugar a dudas que estamos viviendo un proceso en el que está en juego el honor de las y los veracruzanos, de allí la urgencia de enfrentar la contienda con honor y valor, dando la cara a la ciudadanía, priorizando los valores que dan rumbo y sentido a Veracruz.
No se equivoca el líder estatal perredista al resaltar que las carencias en Veracruz se han recrudecido, por lo que la sociedad no olvida ese tipo de agravios que ponen en riesgo la integridad de las familias.
Bien por el líder del Sol Azteca en la entidad, su trabajo es amplio, de crecimiento y penetración en todo el estado.
Lo reiteramos, en Veracruz, el PRD vive otros tiempos, hay trabajo, hay consenso, es incluyente, por lo que, sin lugar a dudas, los resultados del próximo seis de junio serán muy prósperos. |
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