A casi un año de la llegada del SARS-Cov-2 (el virus que causa el Covid-19), nuestro país se encuentra sumergido, lamentablemente, en una profunda crisis sanitaria.
Las decisiones y omisiones cometidas por el dueño de “La Chingada”, nos tiene así, envueltos en el miedo, en la angustia y encerrados, sobreviviendo prácticamente.
El primer error del señor López fue minimizar la peligrosidad del nuevo coronavirus. Se confió en que su mortalidad era semejante a la influenza o la gripe.
Fue tan sobrada la estupidez del señor López-Gatell que se atrevió a decir que, en el peor escenario, morirían 60 mil mexicanos.
Por favor.
Así o más cinismo, mas valemadrismo.
Ya para que le citamos el número de muertes por esta causa.
La desventura que ahora vivimos, y cuya magnitud continúa ascendiendo a diario, no es otra cosa que, resultado de la negligencia, la soberbia y de una cruel incapacidad de corregir por parte de las autoridades sanitarias.
El tabasqueño habrá de pasar a la historia como el ejecutivo federal más soberbio, arrogante y autoritario por la forma en que respondió, junto con su retahíla de inútiles secretarios de despacho, a esta pandemia.
Desde el arranque de su funesta administración el señor López, acomodó su gobierno apeteciendo un lugar en la historia como el líder de la Cuarta Transformación. Sí, eso esclavizó su mentecita.
Su ambición, él le llamo muy jocosamente proyecto político, radicaba en ser recordado como el gran reconstructor de la rectoría económica del Estado.
Lo que nunca tomo en cuenta el nacido en Macuspana es que la historia no se acopla a ningún guion preestablecido. Nadie le hizo saber que la historia está llena de eventualidades e imponderables. Ninguno de sus chairos de confianza, y menos la Nahle, esa a la que todo le tolera y nada le cuestiona, le hizo saber que los políticos son perpetuados o arrinconados por su capacidad de adaptar sus objetivos a las circunstancias, por la forma en que reaccionan a los sucesos impredecibles que se cruzan en su camino.
Así de sencillo.
Ahora lo ideal sería que alguien del corral de la 4T tenga los arrestos ye la haga saber al dueño de “La Chingada” que, en política, la soberbia y la ambición nunca has sido buenas consejeras de lo contrario el señor López habrá de terminar trambucado en el estercolero de la historia.
Lo cierto es que, de acuerdo a los grandes conocedores del tema, todavía nos hallamos sumergidos en las profundidades de esta crisis sanitaria causada por el nuevo coronavirus y, desgraciadamente, falta mucho para advertir el desenlace.
Hay que cuidarse.
FISCALÍA VERACRUZ.
A través de un mensaje, dirigido a la sociedad veracruzana y, tras los hechos ocurridos en los municipios de Orizaba y Úrsulo Galván, la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns garantizó que no habrá impunidad en ninguno de los dos casos, el de Orizaba y el de Úrsulo Galván.
En ambos asuntos ya se han iniciado las correspondientes investigaciones, para lograr la captura de los responsables de los homicidios registrados en dichos lugares y habrá de procurarse justicia en estos, como en cualquier otro delito.
A través de la trilogía investigadora, integrada por fiscales, peritos y policías ministeriales, se ha instruido realizar todas las diligencias e investigaciones, que permitan esclarecer estos hechos, de manera pronta y expedita, y consignar a los responsables ante los juzgados correspondientes.
Hernández Giadáns se mete de lleno a su responsabilidad, su meta es lograr que Veracruz es y sea un lugar donde se castigue el delito.
Bien por Verónica, pues está cierta que la sociedad veracruzana demanda, de manera urgente, que se cumpla con el compromiso de procurar justicia |
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