En política no hay casualidades.
La ventaneada que se dieron la mañana de ayer los cuatro diputados, tres locales y una federal, no es producto de una improvisación.
Morena habrá de conservar la capital veracruzana.
Dada la trayectoria que ha tenido, honesto y siempre congruente, saben del activo electoral que representa.
Nadie garantiza el triunfo como el senador, su seriedad, su sensatez y ese alto sentido de responsabilidad que le caracteriza es algo que no posee ninguno de los candidatos que se han venido mencionando hacia el interior de los morenos.
El parlamentario gusta desempeñarse con mesura, es coherente entre el decir y el hacer, es un ciudadano comprometido con la capital del estado.
No tiene cola que le pisen.
Así de sencillo.
La inmensa mayoría de veracruzanos lo identifican como político congruente, eficaz y honesto hasta la cachas.
Su moralidad es incuestionable.
Su actuar es destacable y digno de reconocerse porque no es ofrecimiento proveniente de una emoción electoral sino de una genuina vocación de servicio.
Es un ciudadano que procede de la clase empresarial y es un hombre correcto y decente.
Por supuesto que el electorado xalapeño habrá de votar por la persona y en el negocio que regentea el tabasqueño no existe uno, en esta ciudad capital, que les llegue a los talones a Ahued Bardahuil.
Lo cierto es que el parlamentario tiene el enemigo en casa, son varios los que se sienten afectados, sobra decir que la “Reina del Nepotismo”, junto con la otra emperatriz, la de “La Chunchaca”, salió contra su voluntad a hacer la invitación.
Tanto Rosalinda Galindo como esa tal Miriam Ferraez , sin mayor mérito, tenían marcadas ambiciones en lograr la candidatura.
La esposa del regidor ya se sentía alcaldesa, siempre solapada por el hijo de Atanasio, había adoptado una postura invadida por la soberbia.
En la tercia de damas que corrieron la invitación también hizo acto de presencia una que actualmente anda disfrazada de diputada federal, sí, la misma que le gusta pintar corazones en la capital del estado y cuyo nombre no recordamos.
Hay muchos chairos que no lo ven con buenos ojos, le brindan la mirada con recelo, cargada de envidia, les corroe que a él siempre lo candidatean para todo y, a ellos, por más que brinquen y den sombrerazos, nada más no les ven, ni tienen, estatura política. Curiosamente ya los espanta el 2024.
Lo cierto es que Ahued Bardahuil ha venido consolidando su carrera política a base de hechos, a pulso se ha ganado un especial prestigio. Nada le han regalado.
El senador veracruzano pertenece a una categoría de político diferente, por lo cual su palabra guarda juicio y solvencia moral, distintivos excepcionales en el contexto político.
Ahora el problema es para aquellos que ya se han apuntado por otros partidos políticos para contender por la alcaldía de Xalapa, saben que, ante tan acertado destape, quedan sin mayor posibilidad de triunfo.
Por supuesto que yanadie querrá entrarle a la contienda.
Sobre decir que Ricardo Ahued, un político con amplio oficio y vasta experiencia en materia de administración pública.
Toda una verdadera garantía de triunfo.
El senador ya es candidato.
No lo dude.
SECC. 56 DEL SNTE.
Sin lugar a dudas que esta sección magisterial realiza un esfuerzo permanente para ofrecer respuestas a las demandas de los trabajadores de la educación, aun en periodos de asueto para el magisterio o en situaciones de contingencia sanitaria como la que hoy en día estamos viviendo,
La sección que atinadamente encabeza Mario Hernández Sánchez, cerró el año en medio de un arduo trabajo en favor de sus agremiados.
El Comité Ejecutivo Seccional no tuvo descanso y continúa impulsando iniciativas que permiten representarlos de manera digna, ante las autoridades estatales, con quienes se mantiene una relación firme, respetuosa, abierta al diálogo y la negociación.
Por cierto, la trasparencia en el manejo de los recursos financieros es toda una realidad ya que el CEN del SNTE les ha reconocido la nitidez y disciplina con que se emplean los dineros, acciones que han hecho posible salir adelante con los compromisos seccionales, todo en bien de la base sentista.
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