"La Reina del nepotismo”.
En días pasados esta comediante metida a política, y sin mayor destreza constituyente, dio a conocer parte de sus “actividades” de lo que ella llama “informe de labores legislativas”, de este segundo año de estarle matando el hambre los veracruzanos.
Al igual que usted miles de xalapeños se preguntan ¿que podría haber informado la representante popular en mención? ¿Acaso impera en ella la honradez como para dar a conocer a sus representados los nombres de esa retahíla de parientes que tiene incrustados en la nómina oficial, percibiendo salarios ofensivos para el electorado del distrito que dice representar?
Le atino, no, no existe tal virtud.
El descaro es lo suyo.
La apariencia es su carta de presentación.
Lo vale madre es su sello de distinción.
Sin mayor productividad parlamentaria la amiga del hijo de Atanasio, porque solo de eso puede presumir, de su apego, sin mayor empacho presume el haber trabajado en favor de los veracruzanos y las veracruzanas.
Voz en cuello, la representante del Distrito X, dio lectura a un rosario de buenas intenciones las cuales, según ella, son en beneficio de los veracruzanos.
Por favor.
Que desvergüenza.
Vaya frescura.
Lo único cierto es que los verdaderos beneficiados han sido sus parientes, esos que perciben salarios superiores a los cuarenta mil pesos mensuales como su hermano Rafael Rigoberto, con
$ 44, 803. 58 o su otro consanguíneo, un tal Héctor Santiago, el cual se embolsa una mesada de 31, 805.52
Que escasa progenitora verdad.
O acaso también dio a conocer que su hermana Esperanza, recauda cada mes la friolera cantidad de $21,015.20 única y exclusivamente por hacerla de florero en la televisora estatal.
Pero eso no es todo, Katia Alejandra Alvarado Galindo, su hija, se recoge cada treinta días quince mil pesitos, o sea quinientos diarios se lleva la querubín. Otro que también se agencia un Zaragoza diario, entiéndase un quinientón, es su cuñado, un mostrenco sujeto de nombre Jorge Ignacio Aguilar Figueroa. El angelito se mete 15 mil pesitos mensuales a la bolsa, eso sí, sin despeinarse.
Lo anterior sin mencionar a su esposo un tipo llamado Juan de Dios, aunque sus malquerientes dicen que es Juan del Diablo, el cual cobra como regidor quinto en la comuna xalapeña algo así como 65 mil pesitos mensuales y, como los pronósticos, más lo que se acumule en la semana.
Su otra hija, Nadia Isabel, la tiene incrustada en la Secretaria de Turismo, pastando nada más.
Pero eso no es todo, la generosidad, claro con sus parientes, no con electorado, de la diputada local es tan amplio que, hasta el cuñado de su hermano, un tal José de la Cruz lo tiene succionando del presupuesto en Invivienda, con un sueldito modesto, muy cercano a los 20 mil pesitos mensuales.
Como podrá apreciar amable lector, estas sí son chingaderas, esto sí es valemadrismo puro.
Estos sí mienten, estos sí traicionan.
Lo cierto es que todo lo anterior es con la total complacencia y valemadrismo del hijo de Atanasio.
De lo único que puede presumir Galindo Silva es del nepotismo y tráfico de influencias que ha puesto en práctica, y de moda, de esa forma tan descarada con que se conduce la “brillante” parlamentaria local.
Su actuar, sin lugar a dudas, es resultado de la indecente tolerancia con que el vástago de Atanasio la privilegia.
¿Y así ambiciona ser alcaldesa de la capital veracruzana?
Es admirable el cinismo con que ya se anda promocionando.
Tiene rato que sus incondicionales ya están trabajando para la causa, todos ellos, dentro de sus sueños, ya se afilan las uñas para embestir el tesoro municipal.
El electorado xalapeño tiene la palabra.
Por cierto, hablando de nepotismo, en la próxima entrega la platicamos de la mesada que se embolsan los suegros del flamante Coordinador General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, un tal, Iván Joseph Luna Landa, a´pa nombrecito, los cuales cobran allá en el Cerro de La Galaxia, sí, en la televisora estatal que padrotea el entenado político de la zacatecana Rocío Nahle, un tal Víctor Hugo.
Bola de cínicos.
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