A UN POCO menos de cuarenta y ocho horas para que el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, cumpla con la obligación constitucional de informar al pueblo a través de la representación popular, sobre lo que se hizo, de lo que no se hizo y de lo que pudo haberse hecho, la gobernabilidad del Estado, que sigue en sus manos, se encuentra nuevamente en riesgo.
Y es que todo se le ha venido en contra.
Por un lado, la inconformidad ciudadana que se ha venido manifestando por diversos medios y que pide, cada día, a los dos altísimos, el primero que se encuentra aquí en la tierra, de manera especial en Palacio Nacional, y el segundo que todo lo ve y todo lo oye desde algún lugar del infinito universo, para que intervengan a favor de los más de ocho millones de veracruzanos que desean un buen gobierno, una tranquilidad que se merecen, una salud como derecho universal y una pacificación total de la entidad, atacando de frente y por todos lados, a la violencia que se ha apoderado paulatinamente por todos los rincones del territorio estatal.
Por otro lado, el poco interés en los asuntos relacionados con la inseguridad, donde más se ha sentido el clamor veracruzano, la plena voluntad de los funcionarios de su administración que todos los días rechazan la verdad de lo que está pasando y pintan un Estado de color de rosa, mientras que miles de familias se han arrinconado en los espacios más seguros en espera de que algún día puedan salir a disfrutar de la plena libertad.
La violencia ha entrado con todo su rigor y no deja momento en que no se concreten actos fuera de la ley, creando un panorama de gran riesgo para todas las familias que habitan Veracruz.
Por su parte, los partidos políticos, unidos ahora, enfocando sus esfuerzos junto a la población civil, han coincidido en señalar que Veracruz, se encuentra al borde la inestabilidad política, económica y social, donde se hace evidente, cada día que pasa, la ingobernabilidad estatal. Grave situación la que impera en la entidad veracruzana, cuando crece la violencia, crece la pobreza, crece la inseguridad, crece el desempleo, crece la falta de medicamentos y atención médica a los que menos tienen, crece el miedo, crecen las necesidades de la subsistencia familiar, crece el temor fundado de que la pandemia no pueda ser domada en los próximos meses y que no se pueda vivir con normalidad, donde no se pueda seguir creciendo económicamente y viviendo al borde de la desesperación. Crece, de la misma manera, el nepotismo, la corrupción, la negligencia, el tráfico de influencias y las decisiones equivocadas de un gobierno que no ha tenido la oportunidad de reinventarse en estos dos años que han pasado inexorablemente y que no tienen sustento par informar lo que se quiere informar.
Pero de todo esto, la inseguridad parece ser la principal demanda de todos los veracruzanos, pues a diario se ven, se escuchan y se conocen pormenores de una verdadera falta de seguridad en todos los quehaceres de los habitantes de este Estado, que sin duda, es uno de los más importantes que forman parte de la federación, pero que no ha tenido la atención de quienes los gobiernan, pues lo mismo pasó en otros tiempos, que ahora, donde tampoco se ha tomado al toro por los cuernos para ejercer el verdadero poder a favor de los gobernados.
Veracruz, por muchas razones, está ardiendo y más altura alcanzaran sus llamas cuando todos sus habitantes ejerzan nuevamente el derecho de votar, porque ahora sí, todo parece estar dispuesto para buscar un cambio verdadero en un nuevo panorama político que tiene entre sus fines, la estabilización política, económica y social, que por ahora, se tambalea peligrosamente.
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OTRA VEZ, AHUED.
UN DÍA SÍ, Y OTRO DÍA TAMBIEN, pero no falta quien o quienes, en varias ocasiones, traiga a la mente de todos el nombre de Ricardo Ahued Bardahuill.
¿Porqué?
La razón es más que conocida, los veracruzanos quieren, no ahora, sino desde hace tiempo, que el Senador veracruzano, venga a sustituir al Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, o cuando menos que se convierta en el hombre número dos de la administración estatal.
Por eso, una vez más, su nombre fue manejado en las redes sociales y en algunos medios de comunicación, en el sentido de que vendría a la Secretaría General de Gobierno.
Sin embargo, nuevamente, Ahued Bardahuill, ha salido a desmentir esta noticia, porque dice que no ha tenido ninguna invitación ni mucho menos está a la espera de que esto suceda, pues él tiene su trabajo, su responsabilidad en el Senado de la República, donde ha realizado una tarea bastante encomiable y ha cumplido, al pie de la letra, con los compromisos contraídos.
Infinidad de comentarios han surgido en su favor, donde respaldan al Legislador veracruzano, luego de que ha salido a reiterar que su trabajo está en el Senado de la República, y que, por lo tanto, no es cierta la versión de que vendrá a sustituir al Secretario de Gobierno, situación que se ha dado, recordamos, por lo menos en dos o tres ocasiones.
Pero al margen de todo esto, justo es mencionar que en estas propuestas que se hacen, no es con el fin de buscar enfrentamientos políticos con el Senador de la República, sino más que otra cosa, es la desesperación de casi todos los sectores de la población, la que hace que sigan pensando en Ahued, como una posible solución a los grandes problemas que tiene la entidad.
Si mal no se recuerda, Ricardo Ahued Bardahuill, es mencionado continuamente para una posible sustitución en el Gobierno veracruzano, pues es el único hombre con que cuenta la cuarta transformación para darle sentido verdadero a esta administración estatal. Por eso, a cada momento, la sociedad, insiste en ver al Senador veracruzano, con una responsabilidad de este tamaño, pues consideran que tiene toda la capacidad, el conocimiento y sobre todo, el honesto compromiso de cumplir cabalmente con lo que le encarguen.
Sí, una vez más, Ahued Bardahuill, sale a desmentir lo que no es cierto. Aclara todo y despeja dudas al respecto, porque ante todo, es un hombre respetuoso de las formas y no busca, con ninguna estrategia política, enfrentarse con nadie, menos con la gente que forma parte de su propio equipo político en Morena.
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CONSTANTINO, PODRÍA VER LA SUYA.
CONSTANTINO AGUILAR AGUILAR, es un hombre empecinado, como toda la gente de campo. Busca lo que quiere a base de mucho esfuerzo y constante preparación para poder salir adelante. Lo ha demostrado plenamente en varias ocasiones, aunque a veces, los tiempos y las propias circunstancias, no le hayan favorecido.
Sin embargo, está en pie de lucha y ahora con la nueva alianza de partidos políticos y el movimiento nacional de la sociedad civil, nuevamente alza la mano y dice que ahí está para buscar la candidatura por la diputación federal del distrito dos de Xalapa, es decir, el que corresponde al área rural y donde ha puesto su mejor empeño para que a través del Partido de la Revolución Democrática, o de la alianza, en su caso, pueda defender todos los colores en la próxima contienda electoral del mes de junio del año que viene.
Ya fue dirigente estatal de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado. Integró posteriormente otro movimiento campesino, luego de que la propia CNC, se desplomara. Ahora es el dirigente nacional del Consejo Independiente de Campesinos y Ecologistas, Asociación Civil, a través de la cual ha venido trabajando seriamente, sin descuidar la posibilidad de que el PRD, o la alianza, se puedan fijar en él y en su trabajo político desarrollado a través de los años, tanto a nivel nacional como estatal.
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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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