A mis tres amables lectores les consta que desde hace años vengo hablando de los vientos independentistas que vienen desde el Brexit, Cataluña, el País Vasco, Baviera, Escocia, Irlanda del Norte, Córcega, pasando por Flandes, Lombardia, Moravia, Transilvania, Chipre y hasta en los EE.UU. con California y Texas; y una docena más de naciones que están en procesos separatistas…
Unos producen más que otros y no están conformes con que su trabajo beneficie a los demás. Lo mismo pasa en Alemania y el Reino Unido que aportan más a la UE de lo que reciben sus propios ciudadanos. Económicamente ya no les conviene…
En todo esto México no podía ser la excepción. Solo que allá dialogan y aquí, el Presidente ni siquiera les toma la llamada a los gobernadores -Herrera, el secretario de Hacienda hace lo mismo- y eso es inaceptable…
Ante las declaraciones de los 10 federalistas de que si no se sientan a dialogar con el Presidente, se saldrán del Pacto fiscal. Y para ello recurrirían a instancias nacionales e internacionales. Que prácticamente vendría siendo lo mismo que terminar con el Pacto Federal. Con la República Mexicana…
Vale recordar que México es, jurídicamente, Estados Unidos Mexicanos. Y el Pacto Federal lo estipula la Constitución de 1917, casi copiada de la de 1857 y a su vez de la de 1824 que establece: “La facultad que no esté explícitamente consignada a favor del Gobierno federal, se entiende reservada a los Estados”. Y de ahí para el real, todas las interpretaciones son válidas; pero establece claramente que los Estados son Libres y Soberanos…
Y el Presidente López Obrador, en vez de sentarse a dialogar y atemperar la situación que, desde mi muy personal punto de vista no tiene vuelta atrás, todavía se le ocurre decir que es la opinión de los Gobernadores, pero no la de sus ciudadanos; o sea, negando su representación…
Cuando si llegaron a este punto es porque ya lo tenían preparado desde antes y tienen los respaldos necesarios. Pensar que se aventaron así nomás, es infantil…
Y pasando por alto, que las declaraciones que los Gobernadores federalistas las hicieron respaldados por los Poderes de los Estados que representan; el Presidente dijo que primero consultaran con el Pueblo, porque “solo persiguen fines electorales”…
Para terminar, agregó: “No hay ninguna preocupación, no hay nada que temer, porque la gente ya no se deja manipular” ¿? -a pesar de que eso es lo que él hace-…
Casi de inmediato de Jalisco le respondió el Gobernador Enrique Alfaro, que haría la consulta y que esperarían los resultados. Pero todavía, sin darse cuenta de la gravedad del asunto, el Presidente respondió: “Es imposible que rompan el pacto federal”...
¿Y qué es lo que va a hacer si la consulta a los ciudadanos dice que sí quieren salirse del pacto? ¿Va a desconocerla, va a mandar a los policías, va a perseguir a los independentistas y encarcelarlos? como hizo Mariano Rajoy en España…
Si hace cualquiera de esas cosas, su bandera de democracia irá a parar al bote de la basura, haciéndole compañía al estandarte del combate a la corrupción que derribó su propio hermano Pío…
Lo que va a lograr con su actitud retadora rayando en la burla, es que la gente, a pesar de querer a México, se va a empecinar más a favor de la independencia. Y López Obrador puede pasar a la historia como el Presidente que balcanizó México; como lo he venido advirtiendo ya desde hace mucho rato…
Como también he comentado que no será el primero que llega a la cumbre aclamado por las multitudes; y finalmente acabe saliendo por la puerta de atrás. Y que otros, ni siquiera eso…
El que Claudia Sheinbaum, junto con los Gobernadores de Baja California, Jaime Bonilla; Veracruz, Cuitláhuac García; Miguel Barbosa, de Puebla; Cuauhtémoc Blanco, de Morelos; Rutilio Escandón de Chiapas; Augusto López Hernández, de Tabasco, hayan salido a defender al Presidente; no parece que vaya a ayudar mucho; más bien para empeorarla zanjando más la división...
Para terminar. Transcribo las palabras de Thomas Hobbs (1588 - 1679) uno de los padres de la filosofía política moderna, autor del Leviatán libro de cabecera de cualquiera que aspire a ser político: “Una democracia no es en realidad más que una aristocracia de oradores, interrumpida a veces por la monarquía temporal de un orador”. Grueso ¿verdad?
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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