Un injusto, innecesario y fuera de orden, el affaire que se está armando por causa del delito cometido por un alto funcionario, entiéndase, nada menos que el Exsecretario de la Defensa Nacional durante la gestión del expresidente Enrique Peña Nieto, se supone que la falta se dio desde que el funcionario estaba en funciones, al servicio del presidente de la Republica, como Secretario de Estado.
Grave la situación de las fuerzas armadas, pero más delicado y merecedor del mayor análisis, es la postura del Presidente de la Republica, es responsable y puede ser considerado como culpable de los actos delictuosos cometidos por un colaborador muy cercano, nada de lo que hace uno u otro, puede estar apartado del conocimiento de ambos, si un Ministro comete una falta grave que implicó preparación y tiempo para realizarlo, el Presidente de la Republica debiera estar al tanto de las acciones que comete el colaborador, precaución se debe tener con el funcionario segundo de a bordo, responsable de la seguridad nacional, más delicado aun, un Secretario de la Defensa, es un militar con poder elevado, los golpes de Estado son organizados en todo el mundo por los militares de alto rango y posición en el Gobierno, esto se puede dar por el temor que lo militar causa en el animo gubernamental.
Lo que decide ahora el Presidente es muy preocupante, declara en forma irresponsable que se procederá penalmente o se apartara de sus labores a todos aquellos colaboradores cercanos al funcionario hoy sometido a proceso, muchos colaboradores de quien tiene el elevado cargo que tenía el investigado y detenido en Los Ángeles Cal. son militares y como tales, al margen de su condición de burócratas al servicio de una secretaria, deben comportarse como militares y en este sistema, las ordenes se acatan, se cumplen sin protestar, al estar subordinados a un jefe de mayor rango, el fuero militar funciona.
Al margen de los sistemas civiles imperantes en un gobierno, TODOS, todos los militares en servicio, subordinados a un jefe militar, están obligados a obedecer, semejante a una contienda guerrera, las ordenes se cumplen sin protesta de ninguna especie, el combate depende de esta obediencia indiscutible, si ahora el Presidente actual pretende someterlos al fuero civil, está equivocado, el militar tiene su propio fuero y no es discutible.
Con lo dispuesto suprimiendo los fideicomisos y militarizando cargos civiles, nuestro primer Mandatario anda mal, toma medidas que implican desacato a la norma constitucional, desatiende lo dispuesto en el art. 129 que textual dispone: “En tiempos de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar…”
El problema que enfrentan nuestras autoridades es de pronostico reservado, ignoro como podrán nuestras autoridades intervenir en asunto tan delicado como el que se tiene con la detención en EU de un militar con rango de cuatro estrellas, el fuero militar tomarà cartas en el asunto y las amenazas del presidente de aplicar exclusión a quienes colaboraron con el Gral. Cienfuegos, es asunto que se pondrá en la mesa de discusión y análisis, pues lo hecho por los funcionarios americanos, se podrá someter a calificación de su procedencia, en tanto, AMLO debe analizar si procede o conviene militarizar dependencia civiles. ¡AGUAS!
Octubre 18 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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