Entre las diversas actividades en las que me he involucrado, está la agroindustria cañera, su opción técnica de alto nivel, la Sucroquímica, vivimos en el paraíso, pero el diablo mete su mecanismo agresor y nos pierde las buenas intenciones. No recuerdo el nombre de un prestigiado sacerdote que dispensaba sus quehaceres religiosos en la cuenca del Papaloapan, era querido y respetado, conocía del negocio azucarero tanto como los agrónomos y aplicaba su conocimiento tratando de ayudar al campesino y obrero de fábrica, el mundo cañero era insoportable, por la proclividad a consumir alcohol entre los campesinos y trabajadores, parte del salario lo recibían en la ración de aguardiente que el empresario les otorgaba como prestación laboral.
Mal estaba el negocio de la caña, al grado que el sacerdote escribió un libro describiendo las penurias de los familiares y el daño social que provocaba el alcoholismo, le llamó al libro “CAÑA AMARGA”, no lo recuerdo muy bien, pero fue muy leído y aceptado en su valor como análisis social. Yo era asesor del Banco Nacional de Fomento Cooperativo que controlaba varios ingenios, en uno de ellos, el más grande, por el rumbo de Cuernavaca, me encomendaron desarrollar actividades complementarias para mejorar los desangelados procesos financieros, el camino era desarrollar la industria cañera en actividades diversas, semejantes a las que desarrollaban los gringos en el Sur de los EU, en la Sucroquímica o aprovechamiento integral de las actividades industriales estaba el éxito del negocio cañero.
Eran diversas las actividades de la sucroquímica, se me encomendó por contrato el desarrollo del aprovechamiento de la parénquima de la caña o rechazo de la planta de celulosa, también se me encomendó desarrollar el cultivo de la levadura Sacharomices, acometí el proyecto y hasta la fecha tengo entendido se continua aprovechando la parénquima para producir el forraje de alto valor en la ganadería, hasta la fecha se vende en los mercados el BAGAMEL, parénquima enriquecida con melaza y algunos minerales menores. La planta de levadura la dejé a medias pues sucedió lo de siempre, con el cambio de gobierno, la sucroquímica quedó en suspenso.
Hoy, en un magnifico articulo desarrollado en un diario por la excelente reportera Sandra Segura en su columna La Araña del Palacio, acomete una síntesis del asunto cañero, subtitula Zafra baja, describe parte de las penurias del negocio cañero y da cifras, lo que leí es para llorar, lloren conmigo : Producción en campo 62.9 Tons/Ht, en cualquier otro país andan en 100-120 Tons/ Ht. Rendimiento en fabrica aprox. 10 Tons de sacarosa, en Cuba obtienen en mala zafra 18 Tons. de azúcar por Ton caña, y lo peor, rendimiento en fabrica del orden de 10% en cualquier changarro ingenio, se logra un mínimo de 16-18 %, ni modo, seguir de cañeros es producir la caña amarga.
Realicé números y teniendo en cuenta la fertilidad de nuestro suelo y las variedades de caña que producimos, saque valores y aprox. andan desviados por mala suerte, por malos consejos de Satanás y por pendejos, no tanto los lideres, andan en las nubes, sin ingresarse aprox. 7000 Mill/pesos, perdidos o encontrados por…. ¡AGUAS!
Agosto 20 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolfº |
|