AUNQUE poco se le cree, porque nunca sabe nada, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha comentado que el ex Director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, ya comenzó a declarar y que hasta el momento ha dado nombres de algunos ex funcionarios de la pasada administración.
Hay dudas sobre este dicho, porque la única que tiene estos datos es la Fiscalía General de la República, o al menos así debería ser, por lo que al trascender esta información quiere decir que la dependencia autónoma, no tiene secretos de investigación y que si las sabe Dios, que las sepa todo mundo.
Más bien, lo que se estima es que el Presidente, como siempre, está buscando ser el protagonista de esta historia política, con fines claramente electoreros, olvidándose que estas funciones de informar o mantener en secrecía los datos que cualquier persona, en manos de la Fiscalía, le corresponden, precisamente, a esta instancia que goza de autonomía, es decir, que su trabajo es o debiera ser independiente respecto de la propia Presidencia de la República.
Pero sin detenernos muchos en estos asuntos de competencia, lo importante es señalar que hasta ahora, con intervención o no del propio ejecutivo federal, la Fiscalía General de la República, no puede, para nada, dar a conocer lo que diga el detenido Lozoya Austin, con la finalidad, primero, de no entorpecer las investigaciones y después guardar discreción por la importancia que reviste este asunto, que por cierto, tiene todos los síntomas de ser un caso que se encuadra dentro del ambiente político electoral y que lo mantendrán activo, con salpicadas de vez en cuando, conforme vaya siendo necesario, considerando las condiciones políticas que se van sucediendo.
Lo que sí es de advertir para todos aquellos que piensan que pronto verán a un ex Presidente de la República, en prisión, están lejos de satisfacer su deseo, puesto que por más que diga el ex funcionario del régimen peñista, la figura del ex Presidente, no se tocará, salvo que vaya de por medio alguna situación de mayor gravedad, como poner en riesgo al propio sistema político. Si podrían darse algunas posibilidades, como ya se ha apuntado en otras ocasiones, de que tengan que proceder en contra de algunos peces menores que representen, públicamente, importancia para los efectos que ahora quiere el mandatario nacional.
Si en verdad, como lo ha manifestado el Presidente, el acusado de varios delitos, entre ellos haber comprado una empresa como la de Agronitrogenados, a un precio superior al que realmente valía con la finalidad de beneficiar a algunos empresarios, como es el caso del mismo Alonso Ancira, detenido también en España, y en espera de resolver su situación jurídica respecto a su extradición, así como el asunto de los sobornos recibidos de la empresa brasileña Odebrecht, para fines electorales, ha comenzado a despepitar lo que sabe, pues seguramente que pronto se tendrán noticias de otras aprehensiones, las cuales, se considerarán la parte más delgada del mecate.
Po lo pronto, los errores cometidos por la presente administración, a través de la Fiscalía General de la República, luego de mentir sobre el traslado del detenido, que en esos momentos en que llegó a México, era seguido por millones de mexicanos, ya dieron sus primeros resultados, pero en contra de lo que pudiera beneficiar al Presidente, y a su partido político, porque mucha gente comenzó de inmediato a especular de que todo se trataba de un mero show político y que la expectación que le quisieron dar se vino por los suelos al no permitir que el pueblo se informara adecuadamente. No había razón alguna que fuera poderosa para evitar que se conocieran los pormenores de la llegada del ex funcionario de Pemex.
Con estas acciones, prácticamente, el gobierno perdió la confianza de los mexicanos, considerando que son estos tiempos en los que se ha remarcado mucho la transparencia de los actos de gobierno.
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PANDEMIA, POBREZA, INSEGURIDAD Y FALTA DE EMPLEO.
INDEPENDIENTEMENTE del comportamiento que tenga la pandemia del coronavirus en los próximos cinco meses, el fin de año será pesadísimo para todos los mexicanos, en virtud de la conjunción de tres problemas generales que afectan y afectarán con mayor incidencia a la población de todo el país.
La primera, por su mayor prioridad, es la calamidad del Covid-19, que en estos momentos ya ha cobrado muchas vidas y otras tantas que se encuentran en serio riesgo. Los contagios siguen adelante y no para la lista de quienes ya han adquirido esta enfermedad.
Por otro lado, la pobreza que ya era evidente en todo el territorio nacional, ahora será mucho más fuerte en todos los sectores de la sociedad, pues debido a la pandemia que ocupa a todo el mundo, se han agotado todos los recursos económicos con los que se contaba y esta por comenzar, incluso, una especie de hambruna, la cual generará mayores problemas para el gobierno y para la misma población.
Así, con estos antecedentes, se incrementará la inseguridad, al grado de que será difícil andar por las calles, aún cuando la pandemia lo permita, pues la falta de recursos, medicinas y alimentos, será motivo suficiente para que la delincuencia y quienes no siéndolo, tendrán necesidad de atender los reclamos de su propia familia.
La falta de empleo, es un problema que se ha venido presentando desde que se inicio esta nueva administración federal, estatal y municipal, siendo uno de los grandes retos que no se han logrado cumplir, por lo que será parte del mundo fantasmal que se espera para este fin de año.
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APLICACIÓN DE MEDIDAS EXTREMAS.
AUNQUE DUELA y aunque todos los mexicanos, no se encuentren acostumbrados a que se les limite su libertad, el gobierno tendrá que tomar medidas extremas para poder resolver el problema de los contagios del Covid-19.
Por sí sola, la población es renuente, todavía, a cumplir con todos los protocolos que se han recomendado por el Consejo Nacional de Salud, al grado de que solamente la mitad de la población ha atendido, por ejemplo, el uso de cubre bocas, lo que h contribuido a que la pandemia continúe en su constante aceleración con cifras que ya resultan escandalosas por lo que se refiere a muertes y contagios.
Las medidas que se han establecido para evitar que se siga propagando el virus, tienen que pasar de ser una amable recomendación a una obligación ciudadana, con sanciones que tengan que aplicarse para el efecto.
Esto es, sin duda, parte de lo que le espera a nuestros legisladores local y federales, para hacer oficiales estos recursos a favor de la salud de todos por igual, aunque podrían aplicarse desde ahora por ser medidas ejecutivas a cargo de las autoridades sanitarias y con la fuerza del Estado.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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