Vaya transformación que ha sufrido el prelado.
Todavía recordamos aquellos ayeres cuando férreamente defendía a los migrantes, dejaba la salea en el alambre por ellos, hoy en día no es otra cosa que un oficioso vocero del tabasqueño.
Da vergüenza presenciar su metamorfosis tan vulgar, así de sencillo.
El ministro religioso se ha entregado en cuerpo y alma a un gobierno que gusta de descalificar a todo aquel que no comulga con sus imposiciones.
En repetidas ocasiones ha reconocido que hoy en día su prioridad es la defensa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando apenas hace unos días sin mayor empacho de su ronco pecho sostuvo que “mi papel es ayudar a los migrantes”. Todo un hombre de fe con gobierno.
Por favor.
El que se dice un hombre de dogmas, parece haber pasado dócilmente de la caridad cristiana al dogma amlista.
Sosalinde Guerra, como ya sabemos, es un activista y sacerdote católico mexicano defensor de los derechos humanos de los migrantes, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano.
Por un buen tiempo el religioso sostuvo que los valores humanos trascendían gobiernos y fronteras, al parecer hoy en día, ya no.
Pobre tipo.
VERONICA- MARCELA.
En la Fiscalía General del Estado, quien ha sabido ganarse la confianza de la fiscal Verónica Hernández Giadáns, no sólo con una amistad, sino con un muy buen trabajo, es la Coordinadora de Investigaciones Ministeriales, Marcela Aguilera Landeta.
Como prueba de ello, están los expedientes donde ha dado resultados, como es el caso de las personas desaparecidas en el municipio de Ixtaczoquitlán o el esclarecimiento del homicidio del periodista Celestino Ruiz.
A diferencia del pasado, hoy en día la Fiscalía mantiene un abierto diálogo y total comunicación con los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, y quien ha sido designada como enlace es precisamente Marcela Aguilera, quien con los tamaños políticos y con buenos oficios, ha podido dar resultados positivos.
Excelente binomio el cual, sin temor a equivocarnos, muy buenos resultados le están entregando al hijo de Atanasio.
Bien.
LAS PORQUERIAS DE MARLON.
En entenado político de Yunes Linares está terminando de enterrar al tricolor veracruzano.
Eso de invitar al peroteño Joel Arcos Roldan, a formar parte del comité directivo estatal de PRI no tiene progenitora. Pero bueno, la sangre llama.
Tanto el uno como el otro, son proclives a la traición, los dos han mordido la mano que les ha matado el hambre.
Los dos han sido tildados de lo peor, el paisano de Pepe Yunes lo mismo se le ha hincado al PRD, que a Acción Nacional.
Los dos son Judas.
De entrada, el mozo de espadas de Miguel Ángel en poco tiempo ha logrado mantener al PRI
estatal entumecido, inerte e inactivo.
La mediocridad política en que lo ha terminado de sumergir el porteño es admirable, como también es sorpréndete su valemadrismo, su ociosidad.
Su llegada a la dirigencia estatal es sin mayor mérito, por puro dedazo.
A Marlon nadie le cree, goza de un espectacular descrédito, gusta presumir de lo que más carece.
Su subordinación hacia el vecino de El Estero, es total, es ciega.
Nuestra entidad ha dejado de ser el bastión del tricolor, hoy en día, con Marlos al frente, solo pedanterías se pueden ver, no otra cosa.
Ya lo veremos dentro de poco tiempo andar recorriendo la entidad rogándole a los pocos priistas que aún quedan, le acepten una candidatura.
De Arcos Roldan ya todos sabe quién es, lo único que falta es que él lo diga.
Lo menos que dicen de él, es que es un auténtico mercenario de la política.
Sus paisanos, los peroteños, de manera continua externan las amenazas, acoso y agresión a mujeres, extorsión e insultos que le propinaba a todo aquel que no armonizaba con sus ideas caciquiles y prepotentes.
Todo un obscuro personaje.
Pobre PRI veracruzano.
Réquiem.
TSJ.
En días pasados, la Escuela Judicial del Estado de Veracruz organizó el Curso “Derechos Humanos en México”, impartido por el Lic. Hugo Castillo Ortega, Titular de la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información del Poder Judicial del Estado de Veracruz.
Dicho curso tuvo lugar en las salas de Juicios Orales en el Cereso de Pacho Viejo, Ver., y en la Ciudad Judicial del Puerto de Veracruz, respectivamente, y estuvo dirigido al personal adscrito a los juzgados de Proceso y Enjuiciamiento Penal Oral.
En total se capacitaron a alrededor de 65 servidores públicos del PJEV.
Con estas acciones, la Escuela Judicial reafirma su compromiso de ofrecer educación continua y de calidad.
Bien.
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