Se atribuye al general sonorense Alvaro Obregón- asesinado en el gobierno de Calles, fundador del partido revolucionario institucional que hoy desgobierna el país-, la histórica frase que nadie resiste un cañonazo de cincuenta mil pesos en oro y así se consolidó como el jefe máximo de la revolución, después de tramar el asesinato de Venustiano Carranza, y, en época de la modernidad y globalización, se pacta en 900 millones de pesos, para que la corrupción lubrique el sistema, y todo se olvida y no pase nada.
Así se puede interpretar lo que aconteció recientemente con el caso del gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral que, en un arranque se supuesta valentía hizo cimbrar a la nación- nada que ver con la amenaza del veracruzano Miguel Angel Yuñez, que se comprometió a cimbrar el paí-s, pues en aquél caso, por seca o por meca, al menos , con su chantaje obligó al presidente Pena Nieto a que le devolviera recursos de la nación a ese Estado y que se activara la detención y extradición, en su caso, del gobernador Duarte que saqueó esa entidad, a ciencia y paciencia de los secretarios de hacienda Videgaray y Meade.
La caravana por la dignidad que emprendió el gobernador Corral, terminó en lo que Carranza dijo una vez “ revolución que transa, no avanza”, contrario sensu, aquí se trazó para que evitar que el partido Morena, de Andrés Manuel López Obrador llegue al poder , de manera tal que si se ahondaba en el conflicto, la miasma que se ha empoderado del gobierno de Peña Nieto, se derramaría por la nación y lo que se busca, según se otea, es la corrupción siga funcionado enn clásica alianza con los intereses creados.
Si Corral hubiera persistido en su propósito hasta el final, como era interponer una controversia constitucional ante la suprema Corte de Justicia de la Nación, para conocer a fondo como se distribuyen las participaciones federales a los Estados, se hubiera conocido que la mayoría de los gobernadores del país, están en el privilegio del presidente de la república y de los secretarios de hacienda y la disparidad es descomunal.
Al presidente Peña Nieto , ahora sí que le temblaron las piernas, ya que el gobernador del Estado más grande México había demostrado una decisión descomunal, pues su afán es que su candidato Anaya se posesione bien en las encuestas y pueda triunfar en las elecciones del primer domingo de julio, actitud ´propagandista que le hizo ganar simpatías, aunque, por los acontecimientos de las campaña sucias de los panistas Fox y Calderón, que pusieron en práctica en el pasado, se está aplicando con Anaya, ya que se evidencia complicidad plena del gobierno actual para desbancar al partido azul.
La fiesta apenas empieza, porque si aún no hay candidatos formales para la contienda presidencial, la estrategia de un bribón como Diego Fernández de Ceballos en contra de López Obrador, por un lado, y la embestida de Fox ,Calderón y Peña Nieto contra Anaya puede conducir a que se limpie el camino, aunque existen dudas razonables que la contienda será , como se dice, de rompe y rasga con un presidente del Senado- Cordero- al servicio del presidente y una Margarita
que, si no pretende, Calderón tendrá que resignarse a perder su pensión y, en una de esas, se le vincule en la corte Penal Internacional por los crimines de su gobierno.
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