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XALAPA.- No le falta razón al dirigente estatal del PRI, Adolfo Ramírez Arana, cuando asegura que durante los seis años de gestión del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, los veracruzanos han visto pocos avances significativos y su administración ha sido una de las peor calificadas en el país. Al referirse al sexto y último informe de gobierno presentado ayer, el dirigente priista afirmó que aunque se ha mencionado una inversión de más de 4 mil millones de pesos en la Secretaría de Salud, la realidad en hospitales y clínicas sigue siendo precaria. "El estado de los hospitales es alarmante; siguen faltando medicamentos y personal médico. La promesa de un sistema de salud de calidad comparable al de Dinamarca no se ha cumplido," destacó. Ramírez Arana también criticó las obras de infraestructura que fueron presentadas como logros incompletos. Puso como ejemplo el libramiento de Coatepec, del cual señaló que aún está lejos de estar terminado y carece de señalización adecuada. "Se nos ha presumido una inversión en carreteras, pero la realidad es que las vías están en mal estado y los baches proliferan," sostuvo. En ese tenor, el dirigente priista consideró que el desempeño del gobernador ha sido insatisfactorio y advirtió que, de asumir un cargo federal, es probable que no logre resultados positivos. "Si no pudo cumplir como gobernador, es dudoso que pueda hacerlo en cualquier otra posición. Su administración en Veracruz ha sido una de las peor calificadas en el país”, sostuvo. El dirigente priista se refirió así al informe que el gobernador García presentó ayer en el puerto de Veracruz y lo acusó de estar más interesado en su salida del cargo que en cumplir adecuadamente su mandato. Ramírez Arana reiteró que el final de la administración estatal es solo un reflejo de lo que fue desde sus primeros años en el poder: "deficiente". De paso, el priista cuestionó la forma en que García Jiménez presentó su informe de gobierno el cual, según Ramírez Arana, se realizó en una fecha fuera del protocolo constitucional, que establece el 15 de noviembre como el momento adecuado para tal evento. El dirigente priista señaló que el informe, realizado sin previo aviso y en presencia únicamente de empleados del gobierno, careció de la formalidad esperada. "El informe de ayer fue casi ridículo, sin convocatoria para la sociedad civil y más parecido a un acto de despedida que a una rendición de cuentas seria", concluyó.
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