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XALAPA.- Con especial firmeza, ante la polarización política que está provocando la reforma al Poder Judicial que pretende imponer el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Arzobispado de Xalapa puso los puntos sobre las íes al afirmar que los mexicanos y veracruzanos “estamos actualmente necesitados de reconciliación y unidad nacional ante los peligros de debilitar y fulminar la vida democrática so pretexto de confundir la voluntad de muchos ciudadanos como un mandato absoluto para violar el estado de Derecho y el equilibrio de poderes del Estado Mexicano”. A través del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, se destaca que “todos tenemos voz y voto en una república; ésta es un espacio de las cosas públicas que son y deben ser de interés de todos”, afirmó. En el documento, signado por el presbítero Juan Beristáin de los Santos, se hace alusión al recorrido de las reliquias de primer grado del Apóstol San Judas Tadeo, que por primera vez llegan a México y a la Arquidiócesis de Xalapa, en donde del 2 al 8 de septiembre próximo, los feligreses podrán vivir y expresar una fe pura y sencilla en Dios Todopoderoso como testimonio de salvación. “La fuerza de amor divino y del Evangelio, de la que es portador la presencia del San Judas Tadeo, se hacen tan necesarias para muchos, pues permite que se renueve la esperanza y vida democrática de cada ciudadano que aspira vivir en paz y en justicia en medio de la diversidad de opciones políticas”, se afirma en el comunicado. E insiste: “Es tiempo de unidad y reconciliación en la Nación Mexicana pues la división y hegemonía de un solo partido no puede abarcar todas las posibilidades de desarrollo integral para todos. La exclusión de los demás y el privilegio de unos cuantos conducirá tarde o temprano a más altos niveles de pobreza espiritual y material”. En ese contexto, el Arzobispado refirió que la participación de todos en el gobierno demanda y requiere la responsabilidad de todos sin excepción alguna, pues en un “Estado democrático, en el que las decisiones se toman ordinariamente por mayoría entre los representantes de la voluntad popular, aquellos a quienes compete la responsabilidad de gobierno están obligados a fomentar el bien común del país, no sólo según las orientaciones de la mayoría, sino en la perspectiva del bien efectivo de todos los miembros de la comunidad civil, incluidas las minorías”. El Estado democrático requiere, ahora más que nunca, la altura de miras y mirada de todos los mexicanos, concluyó el comunicado.
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