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Foto:
Cortesia.
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Xalapa, Ver.-
Decenas de niños migrantes sobreviven en un precario campamento en las vías del tren en la colonia Vallejo, ubicada al norte de la Ciudad de México. La mayoría no asisten a la escuela; incluso muchos deben laborar en la vía pública, pues junto con sus padres venden dulces en avenidas cercanas como calzada de Los Misterios. La cancha del futbol rápido del barrio ha sido su único espacio de diversión y alegría. Al notar esta lamentable situación, la Fundación Interculturalidad, Salud y Derechos (Insade) empezó a trabajar en pro de las infancias en contexto de movilidad. Germán García, integrante de la asociación civil, realiza labores de entrenamiento deportivo, principalmente clases de futbol, al que se suman chicos del barrio y niñas y niños migrantes, que en su mayoría no superan los 12 años de edad. En entrevista con La Jornada detalla que ante la presencia de decenas de niños procedentes de países como Perú, Venezuela y Honduras, se dio a la tarea de buscar alternativas para que tuvieran acceso a actividades lúdicas, ante la falta de cualquier posibilidad de tener un espacio para jugar. Explica que menores de Perú, Venezuela y Honduras, entre otros países, conviven con niños mexicanos en actividades guiadas por integrantes de la Fundación Interculturalidad, Salud y Derechos. A los niños que enfrentan el desafío de la migración en condiciones tan precarias y vulnerables, el profesor García
comenta, hay que arroparlos, hay que cuidarlos, porque a fin de cuentas ahorita están aquí, con nosotros, y a todos nos sirve acercarnos para apoyar y conocer una nueva cultura.
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