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| ‘El arte, un lugar de luz que permite pensar y sentir cosas que la sociedad ya no aprueba’: Cecilia Vicuña. | ||||||
| La artista visual chilena exhibe en el MUAC una gran retrospectiva, que reúne cien obras representativas | ||||||
| Domingo 09 de Febrero de 2020 | ||||||
| Por: Excelsior | ||||||
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Quien es considerada una de las pioneras del arte conceptual, cuya propuesta irrumpió en los años 60 de la pasada centuria, afirma que el arte “ofrece la posibilidad de entrar en contacto profundo con lo que uno siente y percibe; nuestra percepción es nuestra arma de liberación”. En entrevista, la autora de una obra que abarca el performance, la pintura, el video y la escultura explica que durante sus más de 50 años de trayectoria ha apostado por hurgar en la relación entre el arte y la política; pero también en temas como el erotismo, la felicidad colectiva, las luchas de liberación, el pensamiento indígena y la devastación ambiental. Cada vez es más urgente que los ciudadanos comprendan que el voto y la democracia es lo único que puede salvarnos, como humanidad, de estas fuerzas oscuras que están manipulando la información, que es nuestro derecho”, agrega. El verdadero derecho humano es ser lo que uno es. Y uno no puede ser lo que es sin el erotismo. Hemos nacido con un sexo radiante, luminoso y todopoderoso. Si cada uno no es dueño de su propia sensibilidad, de su propio derecho a gozar, en dónde quedamos. La fuerza liberadora del erotismo tiene cada vez mayor relevancia y es imparable”, dice tajante. Hay una pintura que hice en 1970, una marcha de mujeres desnudas en las calles de Chile por la liberación, como el colectivo de Las Tesis. Esto que fue hace medio siglo demuestra que esa actitud se ha universalizado, ahora con hombres y mujeres por igual”, añade. Vicuña está en México porque ayer inauguró, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM, su primera gran retrospectiva en el país, que reúne unas cien obras, entre textiles, fotografías, videos, collages y dibujos, “todo a partir de una dimensión de lo poético”; entre este conjunto destacan varias piezas de los años 60, 70 y 80 que nunca fueron exhibidas, por diversos motivos, no sólo por censura. La muestra, que permanecerá en exhibición hasta el 2 de agosto próximo, lleva por título Veroír el fracaso iluminado. Veroír es un verbo que inventé en los 70. El golpe militar en Chile fue quizá una de las primeras instancias de lo que ahora llamamos fake news, porque se justificó creando una mentira: que el gobierno democrático de Salvador Allende tenía un plan secreto para matar a toda la oposición; eso nunca existió, pero se usó para matar a mucha gente. En respuesta, empecé a trabajar con el concepto de la diferencia entre el ver la verdad y el oír lo que uno ve y viceversa. Fue como un acto de resistencia frente a la manipulación de la información y de la verdad. Y, como otra vez estamos viviendo una época dominada por las noticias falsas, es importante volver a traer ese verbo”, señala. La autora de 25 libros de arte y poesía, quien dejó su país natal en 1972 y ha vivido en Londres (Inglaterra) y, desde 1980, en Estados Unidos, ratifica que su obra tiene una fuerte raíz en la poesía. No hay nada más político que el lenguaje y dentro de éste no hay nada que tenga más poder que la poesía. Todas las formas del lenguaje se modificarán; pero el poema condensa el ritmo, la música, las relaciones internas de las palabras. El objeto lingüístico trasciende el espacio y el tiempo”, apunta. Finalmente, la creadora destaca que el aporte del arte conceptual hecho en América Latina, África y Asia ha sido singular, porque “tiene más dimensiones, es más rico, porque no sólo incorpora la sensualidad y el erotismo, sino también el aspecto participativo; y eso lo hace más potente, aún sigue vivo y ha encontrado nuevas variantes y lenguajes”. Y ratifica el poder del performance y el arte efímero. “Lo que no se documenta va a la memoria de la tierra y a las generaciones futuras. Al ser más efímero es más poderoso”, expresa. Por primera vez se presentan algunas de sus obras con su respectiva documentación. “En los años 60 casi no había documentación del proceso. Pero hay algo hermoso cuando no se documenta la obra que haces en las playas o en las calles. Queda la memoria de los que estaban presentes”, concluye. La retrospectiva ha sido desarrollada por el curador Miguel A. López y organizada conjuntamente por el Witte de With Center for Contemporary Art (Rotterdam, Países Bajos) y el MUAC. |
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