.- Cuando uno ve el encabezado de la Agencia Reforma: “Financió Odebrecht la campaña en Veracruz de Javier Duarte”, de inmediato entra el morbo por saber con cuántos millones de dólares se puso a mano la empresa brasileña, pero al saber la cantidad: 500 mil dólares (unos nueve millones de pesos de hace casi diez años) como que viene la desilusión, aunque no por ello deja de ser delito. ¿Tan pichicatos se vieron los cariocas? Al menos así lo reveló Luis Alberto de Meneses Weyll, ex director Superintendente de Odebrecht en México que asegura que las campañas que llevaron a las gubernaturas de Veracruz a Javier Duarte, y de Tamaulipas a Rodolfo Torre Cantú, fueron capitalizadas por la compañía propiedad de Marcelo Odebrecht, actualmente en prisión. En números redondos la Constructora fundada por Norberto Odebrecht inyectó a la campaña de Javier Duarte 500 mil dólares, mientras que a la de Torre Cantú le inyecto 350 mil dólares ¿Ah caray! ¿Pensará Luis Alberto de Meneses que los veracruzanos nos chupamos el dedo como para creer que con esa irrisoria cantidad “llevó a la gubernatura” a Javier Duarte? Por Dios. No dudamos que ese moche haya existido (como existieron muchísimos en el 2010), pero poco más de esa cantidad era la que el candidato del PRI se gastaba en medios de comunicación en una semana, por lo que decir que medio millón de dólares llevaron a la gubernatura a Duarte de Ochoa es un tremendo despropósito y una falacia descomunal. Que el objetivo del financiamiento fue “obtener un buen posicionamiento en el futuro Gobierno”, como lo manifestó el ex directivo de Odebrecht, tampoco, lo dudamos, pero estamos seguros que a esos 500 mil dólares tuvieron que seguir cantidades similares cuando Duarte ya era gobernador, porque el tipo mostró ser idólatra del dinero. Y si no nos cree puede asomarse a la desfalcada que le dio a los veracruzanos durante su malhadada administración. La cantidad de dinero que corrió en la campaña de Duarte, espantaría a los fundadores de la empresa brasileña y le haría ver que 500 mil dólares más que un apoyo fueron una especie de propina. Más adelante este señor indica que conforme a los “lineamientos” que le sugirió Emilio Lozoya Austin (Ex director de Pemex y que también está embarrado en el escándalo de Odebrecht), conoció a Jorge Eduardo Rivera Schotte, quien es un empresario de Tamaulipas y accionista de Petrochem Mexicana, y detalla que Rivera Schotte, quien “pertenecía a un grupo de empresarios que apoyaban al candidato de la Coalición Todos con Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú”, le dijo que si quería “posicionarse” en el estado debía contribuir con la campaña electoral y se mochó con 350 mil dólares. Cantidad que sin duda hizo que Torre Cantú levantara la ceja como preguntando “¿y con esta miseria quieres posicionarte?”. El soborno de 850 mil dólares seguro que existió y debe investigarse y castigarse, pero pretender que ese dinero hizo ganar a estos dos candidatos, caray… a otro perro con ese hueso. Esta información consta en la orden de aprehensión, que fue librada el pasado 4 de julio contra Emilio Lozoya en la causa penal 261/2019, por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho. Odebrecht, con la finalidad de obtener un buen posicionamiento en el futuro Gobierno para la adquisición de contratos, aportó a las campañas mencionadas, “pago que fue autorizado por Luis Antonio Mameri, líder empresarial para América Latina de Odebrecht, y realizado con recursos de la División de Operaciones Estructuradas”, según señala la Fiscalía General de la República, en relación al dicho de Weyll. Según la Fiscalía General de la República, el testigo colaborador brasileño manifestó que como consecuencia de este apoyo, a mediados de 2013 el Gobierno de Veracruz adjudicó de manera directa a Odebrecht el Proyecto de Propósitos Múltiples de Xalapa.
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