.- Hasta hace poco, 98 por ciento de la población nacional ingería tortillas, alimento tradicional de México, ahora sólo lo hace 92 por ciento debido a la difusión de mitos como que la tortilla engorda, sin embargo, se las ha remplazado por opciones menos saludables de lo que es el producto tradicional nixtamalizado. En ese contexto, la Fundación Tortilla de Maíz Mexicana y la Alianza por Nuestra Tortilla exigieron la revisión de la Norma Oficial Mexicana (NOM)-187-SSA1/SCFI-2002 que regula las especificaciones sanitarias y la información comercial de la tortilla de maíz. Refieren que también ha influido en la merma en el consumo la industrialización del producto. La entrada de nuevos actores al mercado ha propiciado un deterioro importante en la calidad e imagen de la tortilla, ícono de la cultura mexicana y principal alimento de su pueblo. Rafael Mier, director de la Fundación Tortilla, Mercedes López, directora de la Asociación de Consumidores Orgánicos, Blanca Mejía, de la Unión de Tortilleros, Rigel Sotelo, fundador de Cal y Maíz y Sergio Jarquín, del Consejo Rector de la Industria de la Masa y la Tortilla, indicaron en conferencia de prensa que la actual NOM, aunque cuenta con diversos aspectos positivos, no se cumple, además que es laxa en cuanto a aditivos permitidos. La NOM permite 64 aditivos, muchos se autodenominan mejoradores, pero no mejoran la calidad de la tortilla, y exigen prohibir que se señalen así. Dieron como ejemplo el Mexenil, un mejorador azul, que es un colorante azul que no mejora, sólo pinta e hicieron una demostración de cómo se tiñe masa para vender la tortilla como si hubiera sido hecha con maíz azul. Y es que en México cerca de 50 por ciento de las tortillas son de harina de maíz industrializada y se agregan diversos aditivos, entre ellos colorantes como el azul que simula que la masa es de maíz azul. Además, el consumo per cápita ha caído en los pasados 30 años en 40 por ciento.
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