.- No paran las caravanas migrantes desde Centroamérica, a la que ahora se les unen cubanos –que apenas la semana pasada protagonizaron un escándalo al intentar pasar por la fuerza en una garita de control-. Esta vez se trata de casi 2 mil centroamericanos y cubanos quienes iniciaron una marcha que por primera vez se organizó dentro del territorio mexicano, luego de varios incidentes entre extranjeros y personal del Instituto Nacional de Migración (INM). En ese sentido, activistas y defensores de los derechos humanos aseguran que el INM mantiene operativos, esperando sorprender a migrantes rezagados. Los migrantes provienen de Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Cuba, y ya estaban dentro de México cuando optaron por formar una caravana en la ciudad sureña de Tapachula, en la frontera con Guatemala. Las caravanas de migrantes con destino a Estados Unidos provocaron fricciones con el presidente estadounidense, Donald Trump, quien acusó a México de no contener la inmigración ilegal y quiere que se construya un muro fronterizo para impedir el cruce de personas. Mientras tanto, el Gobierno mexicano prometió frenar los flujos migratorios y ofrecer tanto oportunidades de empleo como mejores salarios para quienes estén dispuestos a quedarse cuando, en realidad, no les interesa quedarse si no cruzar a Estados Unidos. Hace días, más de 100 cubanos se manifestaron contra el personal de Migración por la corrupción, venta de visas humanitarias y salvoconductos falsos, señaló la organización Pueblo sin Fronteras. Además de los cubanos varados en Tapachula, migrantes centroamericanos también esperaban la respuesta de trámites realizados a principios de 2019. “Están desesperados”, enfatizó el activista Luis García Villagrán, y aseguró que en las calles de Tapachula hay unos 15 mil migrantes. Ninguna dependencia les ha ofrecido apoyo. Según el ayuntamiento de Huehuetán, varios presentan insolación, por las altas temperaturas.
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