.- Descontando el actual sexenio que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, y del cual aun faltan por transcurrir cinco años y nueve meses, pasarán casi cuatro gobiernos más antes de que Veracruz quede libre de la pesada deuda pública que le endilgaron las últimas tres administraciones que encabezaron Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares, quien refinanció ese adeudo, para lo cual, según dijo antes de irse de Palacio de Gobierno, se destinaron por concepto de gastos de reestructuración 49 millones 700 mil pesos. Ello significa que el gobernador que encabece el sexenio 2042-2048, hará el último pago de ese enorme endeudamiento en noviembre de 2047. Quién sabe si para entonces, dentro de 28 años, aun vivan algunos de esos protagonistas, pero todo puede suceder, para que fueran testigos de cómo endrogaron a la entidad que los vio nacer y que, seguramente con ello frenaron su progreso, aunque lo más probable es que Cuitláhuac y los que vienen sigan elevando la deuda de manera desproporcionada, como ya comienza a ocurrir. Según el Cuarto Informe Trimestral del Gasto Público de 2018 la implementación de la reestructuración de esa deuda pública generó gastos por 49 millones 700 mil pesos, pero tal cifra no fue revelada por Yunes Linares, sino por la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) en el documento donde se desglosa cómo se llevó acaso el proceso en el cual se incluyeron los gastos profesionales y financieros y se estipula que el régimen estatal cerró ese ejercicio con saldo total de la Deuda Pública Estatal por 44 mil 354 millones 500 mil pesos. La Sefiplan informa en ese documento que la deuda que refinanció el gobierno de Yunes Linares, destaca que los nuevos créditos serán pagaderos entre 15 y 30 años, hasta llegar a la fecha de noviembre de 2047. También señala que con esa restructuración Yunes Linares concretó el traslado de la deuda bursátil que se contrajo en gobiernos anteriores hacia la deuda a largo plazo mediante el proceso de reestructura, aunque significó un incremento en el pago de intereses, pues terminaron las emisiones bursátiles colocadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en el año de 2006, durante el segundo año del gobierno de Herrera Beltrán, que presentaron una disminución del 100 por ciento. Y luego, el total de la deuda pública estatal presentó en 2018 una disminución del 3.9 por ciento, con respecto al cierre del ejercicio fiscal 2017. De acuerdo con el informe, con el esquema implementado, comenzó el pago de las amortizaciones que ascendió a 12 mil 617.8 millones de pesos. Hasta el momento, se han amortizado contratos de créditos bancarios por 274.5 millones de pesos; emisiones bursátiles por la cantidad de 8 mil 043.3 millones de pesos y préstamos quirografarios por la cantidad de 4 mil 300 millones de pesos. Y por cuanto hace a intereses y gastos de la deuda, se devengaron 4 mil 791.6 millones de pesos en 2018, en tanto que por intereses ordinarios pagados por créditos de corto plazo se pagaron 184.2 millones de pesos; 3 mil 760.4 millones de pesos de intereses pagados a la banca comercial y de desarrollo por créditos de largo plazo, así como 233.7 millones de pesos de intereses de obligaciones bursátiles, y bajo el esquema de programas Cupón Cero de Banobras, se liquidaron intereses ordinarios por un total 518.7 millones de pesos. A todo esto también hay que destacar que dentro de ese monto de 4 mil 791.6 millones de pesos que se han pagado de intereses y gastos de deuda, también se incluyó una actualización de intereses por concepto de inflación por 44.9 millones de pesos. Todo lo anterior se ha derivado del incremento del valor de las UDIS (Unidades de Inversión) informada en el primer trimestre del ejercicio fiscal 2018, correspondiente a la liquidación de la emisión bursátil del Gobierno del Estado. De las próximas generaciones de veracruzanos dependerá que se acabe con este enorme endeudamiento, o se permitirá que los vuelvan a engañar y sigan endeudados por muchos años más.
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