.- El Colegio de la Frontera Norte a través de su titular, Tonatiuh Guillén López, próximo titular del Instituto Nacional de Migración (INM) explica que las leyes están sincronizadas para proteger a los extranjeros que llegan al País, y que la propia legislación habla de un principio de congruencia, por lo que llamó a no estimular ni dejar pasar el racismo o la xenofobia. Y es que de acuerdo al experto, las actitudes racistas y xenófobas con la caravana son una vergüenza, considera, al hacer un llamado a ser congruentes “porque México tiene no 2 mil o 3 mil, sino 24 millones de personas en Estados Unidos y por un principio de civilidad, congruencia y decencia debemos tratar a los migrantes como queremos que nos traten”. No quiero decir que la situación sea fácil, expresa, pero conocemos el proceso de inclusión de los haitianos, por ejemplo. “La migración no es una problemática nueva para la región fronteriza, todos los días circulan centroamericanos por los puentes de la frontera norte de México”. En ese sentido recordó que desde el gobierno del presidente demócrata Barack Obama las ciudades fronterizas reciben a cientos de deportados que son apoyados por organizaciones civiles; “fueron años terribles de deportaciones –2010, 2011 y 2012–, en número muchísimo mayores que el flujo que tenemos hoy de sur a norte, no estamos hablando de mil o 2 mil, esos podían ser en una semana”. La intención de la próxima administración es que el rol del Estado sea otro –en estos años han sido las organizaciones ciudadanas quienes hicieron frente al problema–; que tengamos un posicionamiento institucional distinto; mucho más protector y sobre todo cuidadoso de los derechos humanos. El doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México expresó que habrá un esquema de protección más sistemático, de cuidado, de diálogo y acompañamiento. Hay varias cosas que deberán corregirse; la propuesta es una visión más humana, más apegada a la ley de migración, a la Constitución; que el actuar de los gobiernos estatales y municipales y del INM vaya coordinado en el sentido de la mayor protección para todos. En ese tenor, Andrew Selee, presidente del Instituto de Políticas Migratorias de Estados Unidos sostiene que México requiere una política migratoria propia y no sólo por las presiones de Estados Unidos. “Ojalá el próximo gobierno federal encuentre soluciones para manejar el conflicto y cada país defienda su interés nacional”. Selee asegura que el muro en la frontera entre ambos países es un símbolo del presidente Donald Trump contra la globalización, contra el mundo, porque no lo puede construir ante China o Siria.
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