De Veracruz al mundo
Precampañas cierran con AMLO 1, Anaya 2 y Meade 3. No quiere decir que esté decidido: Meyer y Crespo.
Hoy concluyen las precampañas electorales. Andrés Manuel López Obrador es el puntero, de acuerdo con las encuestas, y Ricardo Anaya Cortés ha tomado la ventaja sobre José Antonio Meade. Los analistas ven una fuerte disputa por la definición del segundo lugar, porque ese jalará el voto que no quiere que el tabasqueño llegue.
Domingo 11 de Febrero de 2018
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.- Las precampañas electorales concluyen hoy sin que el tablero se haya movido drásticamente: Andrés Manuel López Obrador, precandidato de la alianza “Juntos haremos historia”, es el puntero en las encuestas, y Ricardo Anaya Cortés, de “Por México al Frente”, queda en segundo lugar; mientras que José Antonio Meade Kuribreña, abanderado de “Todos por México”, no daría batalla, de acuerdo con politólogos e historiadores consultados por SinEmbargo.

De las tres alianzas, la ganadora, según la encuestas publicadas hasta este día, fue la de López Obrador, seguida de “Por México al Frente”, y en tercer lugar– como empezó– la de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y Nuevo Alianza (Panal).

Un ejercicio que realizó la Unidad de Datos de SinEmbargo arrojó que el promedio de los resultados de las casas encuestadoras a unos días de que concluyera el periodo de precampaña colocaba a López Obrador hasta con 11 puntos porcentuales y el 38 por ciento de la preferencia electoral.

Si las elecciones fueran hoy, de acuerdo con el promedio, en el segundo sitio quedaría Ricardo Anaya con 27 por ciento, en tanto que José Antonio Meade Kuribreña se colocaría en el tercero con 22 por ciento.

Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), consideró que el “destape de Meade fue muy atractivo mediáticamente. En realidad, a diferencia de lo que sucedió con Morena y con el Frente, no había certeza de quién sería. El Presidente de la República tenía opciones reales más o menos competitivas, y al final se inclinó por Meade”.

La decisión fue novedosa, dijo, por ser el primer candidato a la Presidencia del PRI sin ser militante. “Pero pesó más la marca del PRI que la imagen de Meade de ser un ‘ciudadano sin militancia’. Su intención del voto no va más allá de lo que es el electorado priista, o la gente que aprueba al Presidente [Enrique] Peña Nieto; es más, hasta está por debajo de esas mediciones”.

Las precampañas electorales concluyen hoy sin que el tablero se haya movido drásticamente: Andrés Manuel López Obrador, precandidato de la alianza “Juntos haremos historia”, es el puntero en las encuestas, y Ricardo Anaya Cortés, de “Por México al Frente”, queda en segundo lugar; mientras que José Antonio Meade Kuribreña, abanderado de “Todos por México”, no daría batalla, de acuerdo con politólogos e historiadores consultados por SinEmbargo.

De las tres alianzas, la ganadora, según la encuestas publicadas hasta este día, fue la de López Obrador, seguida de “Por México al Frente”, y en tercer lugar– como empezó– la de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y Nuevo Alianza (Panal).

Un ejercicio que realizó la Unidad de Datos de SinEmbargo arrojó que el promedio de los resultados de las casas encuestadoras a unos días de que concluyera el periodo de precampaña colocaba a López Obrador hasta con 11 puntos porcentuales y el 38 por ciento de la preferencia electoral.

Si las elecciones fueran hoy, de acuerdo con el promedio, en el segundo sitio quedaría Ricardo Anaya con 27 por ciento, en tanto que José Antonio Meade Kuribreña se colocaría en el tercero con 22 por ciento.

Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), consideró que el “destape de Meade fue muy atractivo mediáticamente. En realidad, a diferencia de lo que sucedió con Morena y con el Frente, no había certeza de quién sería. El Presidente de la República tenía opciones reales más o menos competitivas, y al final se inclinó por Meade”.

La decisión fue novedosa, dijo, por ser el primer candidato a la Presidencia del PRI sin ser militante. “Pero pesó más la marca del PRI que la imagen de Meade de ser un ‘ciudadano sin militancia’. Su intención del voto no va más allá de lo que es el electorado priista, o la gente que aprueba al Presidente [Enrique] Peña Nieto; es más, hasta está por debajo de esas mediciones”.

ANAYA: LA POSIBILIDAD ANTI AMLO

Existe un electorado antiobradorista priista, antiobradorista sin partido, el de los votantes que razonan su voto en torno a las propuestas y el de los indecisos.

En ese panorama, apuntó Nicolás Loza, será Ricardo Anaya, un político considerado “hábil, inteligente, pragmático, y aún con las interrogantes que tenemos sobre él, quien podría capitalizar”.

“El gran logro de Anaya en la precampaña es tener a sus críticos fuera del PAN y crecer su intención del voto, poco, pero lo hizo mientras el de Meade bajó. Si eso sigue ocurriendo y se dispara en los debates, lo que vamos a tener es a un Anaya siendo un verdadero rival de López Obrador. Anaya es mucho menos conocido que él, pero por eso es importante la campaña, tiene muchas posibilidades de que crezca ese conocimiento entre los mexicanos”, dijo.

Loza aseguró que aunque López Obrador no perderá preferencias de aquí al 1 de julio, su posibilidad de perder la elección está en los votantes que Anaya pueda ganar, “que serán votantes que pierdan otros partidos y los indecisos. Eso ocurrió en 2006: Calderón logró atraer muchos votos de los no panistas por un lado, y por otro lado López Obrador tenía en febrero de ese año mayor intención del voto que ahora, estaba en un 36 por ciento y terminó con menos y Calderón creció mucho”.

De acuerdo con el ejercicio realizado por este diario digital, la dinámica de las preferencias en la serie de encuestas de la precampaña muestra que la intención del voto de Andrés Manuel osciló entre el 35 y 38 por ciento, y que Ricardo Anaya avanzó apenas 0.4 puntos porcentuales respecto a noviembre cuando cayó seis puntos cuando Margarita Zavala Gómez del Campo dejó el PAN. Sin embargo, para los politólogos, la tendencia electoral al final de las precampañas no ha sido la que define la elección.

En febrero de 2012, recordó Nicolás Loza, el ex presidente nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) estaba en tercer lugar y al final quedó en segundo.

“Esa puede ser la esperanza de Meade, que sucediera algo parecido, pero no lo creo. Meade va a la baja, no veo ningún dato que indique lo contrario”, señaló el politólogo.

Entonces, con Meade en tercer lugar, el escenario de que la maquinaria del PRI pueda operar en favor de Ricardo Anaya no está descartado, explicó Lorenzo Meyer.

“Es una posibilidad, sería inédito que el PRI apoyara con todo su aparato al PAN, porque Anaya es del PAN no del PRD, ni de MC. No nos hemos enfrentado a un momento en que todo el aparato del PRI se vaya completo hacia el candidato del PAN, aunque en 2006 parte de ese aparato sí se fue con el PAN. Es una posibilidad”, argumentó el académico del Colmex.

AMLO “O GANA AHORA O NO GANA NUNCA”

Pese a la posibilidad de que Anaya logre llevarse consigo a parte de la maquinaria del PRI, López Obrador tiene una nueva estrategia, que lo mismo le ha generado adeptos como críticas.

En 20016 y 2012, Andrés Manuel dejó fuera de la jugada a personajes que eran inaceptables para él y tenía en su contra a varios sectores que hoy lo apoyan y ya no lo ven como “un peligro para México”.

“En López Obrador lo que sorprendió ahora, aunque no me es difícil explicarlo, es su decisión de aceptar a muchos que en otras campañas le resultaron inaceptables. Eso sí es algo novedoso. Se explica por el momento y la coyuntura que es particularmente importante: o gana ahora o no gana nunca. Si no gana nunca, la izquierda no tiene otro líder que pueda llenar el lugar”, explicó Lorenzo Meyer.

Por esa razón, agregó, “aunque le rechinen los dientes a algunos grupos duros de Morena, va aceptar a algunos panistas y priistas”.

López Obrador, argumentó Lorenzo Mayer, necesita noquear a su adversario con varios puntos porcentuales de diferencia, porque en un “nocaut técnico los jueces están comprados”. Los jueces son en México el Instituto Nacional Electoral (INE) “comprado y un Tribunal Electoral también comprado; en esos no se puede confiar para nada”, dijo el historiador.

José Antonio Crespo opinó que AMLO, con propuestas como la amnistía a los criminales para lograr la paz en el país, y el “abrir las puertas de Morena a quien sea”, logró marcar agenda sobre Anaya y Meade. Estar en el centro de la polémica y ser motivo de conversación.

“Para bien o para mal fue motivo de atención a veces con sus propuestas polémicas, como la amnistía; otras con las personas de su Gabinete y las críticas que hizo a sus críticos. Algunos publicistas dicen que eso es bueno, que hablen bien o mal. Andrés Manuel fue motivo de plática y controversia y estuvo marcando agenda constantemente, en cambio Meade y Anaya quedaron oscurecidos”, dijo.

A pesar de las propuestas polémicas, el discurso de López Obrador fue más moderado que en las dos elecciones presidenciales anteriores.

Durante la precampaña se vio a un Andrés Manuel que atendió de manera más puntual a sus asesores, consideró Crespo Mendoza. “Eso es producto de la estrategia electoral. Pero cuando le pican sale el verdadero, no el de la estrategia, como la descalificación que hace a sus críticos. De pronto está entre la imagen fabricada y lo que realmente él es y manda mensajes encontrados”.

Para Nicolás Loza Otero el cambio de estrategia de López Obrador le sirvió para sumar apoyos que eran inconcebibles en 2006 y 2012.

“Lo más destacable, a mi juicio, es sumar apoyos. Prácticamente la plataforma electoral que se presentó es un documento muy estándar, sin grandes novedades. Aunque esa plataforma se contrasta con lo que el precandidato dice, que cambia dependiendo del público, pero esa es la naturaleza del discurso político. No te puedes comprometer con un solo grupo”, evaluó.

En esta elección, agregó Lorenzo Meyer, el político tabasqueño tiene a su favor que la situación de México se deterioró tanto durante los gobiernos panistas y priistas, que ahora él es una opción para un electorado que ya probó la “poca voluntad de cambio” de sus adversarios.

“Fallaron de una manera muy estrepitosa. Mostraron el cobre de manera muy objetiva: no pudieron con la corrupción, no hicieron nada sustantivo para aminorar la desigualdad”, dijo.

MEADE NO SE DESMARCA

La imagen que dejará el Gobierno de Enrique Peña Nieto no fue contrastada por José Antonio Meade durante la precampaña. Todo lo contrario. El abanderado del PRI mostró estar “claramente comprometido con la continuidad de las políticas de mercado liberalizadoras”, de acuerdo con Nicolás Loza.

El académico criticó que la única propuesta que colocó en la mesa del debate llegó tarde y erró: la de combate a la corrupción.

Meade presentó una propuesta para combatir la corrupción que se basa en una iniciativa que tiene tres elementos: una, recuperar el dinero y las propiedades y todos los bienes de los corruptos para canalizarlos a un fondo para niños y mujeres. Dos, aumentar las penas a los funcionarios públicos deshonestos y tres, volver obligatoria la certificación patrimonial para los funcionarios y legisladores.

Pero la propuesta no fue bien recibida por los analistas y la opinión pública.

“No fue muy coherente con la opinión que se tiene del PRI y de este sexenio. Meade no se deslindó claramente de ese negativo en materia de corrupción, puede tener lógica que no lo haya hecho porque las precampañas son para militantes del propio partido”, explicó.

Meade Kuribreña no se desmarcó, por ejemplo, de personajes íntimamente ligados al tema de la corrupción como el ex Gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdéz, y el ex mandatario del Estado de México Eruviel Ávila Villegas, quienes participan en su equipo de campaña.

El precandidato, dijo, estuvo sobre la cuerda floja. “Por un lado tenía que ser muy priista hacia adentro del PRI, y poco priista con el electorado. Pero para empezar su coordinador de campaña es un hombre de Peña Nieto, no de él”, explicó.

Meade Kuribreña destacó también por ser el precandidato a la Presidencia de la República que oficialmente más gastó en un contexto en el que los mexicanos han reclamado el dinero que gastan los partidos políticos, sobre todo después de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 que golpearon al país y dejaron pérdidas millonarias.

El reporte del 28 de enero, el más reciente del INE, indica que Meade había gastado 11 millones 924 mil 24.99 pesos, un promedio diario de 243 mil 347.44 pesos.

Los gastos de la precampaña del precandidato, según ese reporte, son 20.04 por ciento más de lo declarado por Anaya y 275.99 por ciento más que lo reportado por López Obrador.

Ricardo Anaya gastó 9 millones 932 mil 957.58, mientras que López Obrador gastó 3 millones 171 mil 301.18 pesos.

Además la cantidad gastada reportada por Meade Kuribreña es superior a los ingresos reportados, los cuales ascienden a 5 millones 823 mil 657.55 pesos.

Los más de 11 millones gastados en su precampaña fueron el resultado de un desembolso de 5 millones 227 mil 324 pesos en gastos operativos de campaña; un millón 794 mil 999 pesos en propaganda por Internet; un millón 584 mil 167 pesos en producción de radio y televisión; y 190 mil 183 pesos en propaganda en medios impresos.

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