Reportan daños mínimos por surada en municipios de las Altas Montañas; Debido a una orden de aprehensión, detienen a dueño de un bar por presunta trata de personas, en Tuxpan MEMORANDUM 1.- Samuel Valencia Argüelles, titular de Protección Civil Municipal de Orizaba informó que las rachas de viento de hasta 40 kilómetros por hora no han dejado daños de consideración, solo el corte del suministro eléctrico y fallas en el internet, principalmente en tres municipios de las Altas Montañas. Dijo que en Río Blanco y Orizaba sólo se reporta la caída de árboles que no dejó daños a terceros, así como el cuarto de una casa destechada, sin poner en riesgo a los habitantes, quienes fueron apoyados por personal de Protección Civil y Bomberos. De igual forma, en Orizaba se reportaron caídas de árboles, siendo las más significativas una ocurrida en el bulevar Cri Cri y otro en la colonia Centro, donde también fueron dañados algunos cables de telefonía, dejando sin servicio alguno comercios. En Córdoba y Fortín los daños fueron muy similares, pues la mayoría de los habitantes se habían preparado, debido a que ya se tenían los reportes previos, por lo que se encargaron de asegurar los techos de sus viviendas y derramar los árboles para evitar algún riesgo, informó Jorge Tres Martínez, titular de Protección Civil Municipal….UN SUJETO identificado como Leovigildo “N” fue arrestado en un operativo coordinado de agentes de la Policía Ministerial y de la Secretaría de la Defensa Nacional, en Tuxpan, por contar con una orden de aprehensión. La Fiscalía General del Estado informó que el ahora detenido fue denunciado como probable responsable del delito de trata de personas, al presuntamente tener trabajando de manera clandestina a mujeres menores de edad en un bar de su propiedad, ubicado en este puerto. Con respeto a sus derechos humanos y el debido proceso, se informó que será presentado en audiencia inicial ante el juez de control y procedimiento penal oral, para definir su situación jurídica dentro del proceso penal 75/2023.
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Joven pierde la vida al impactarse con una camioneta, en San Andrés Tuxtla; Motociclista resulta lesionado en accidente en la glorieta Antonio Chedraui, en Xalapa MEMORANDUM 2.- Un joven perdió la vida y un hombre resultó lesionado en un accidente registrado este domingo en la carretera federal 180 San Andrés Tuxtla-Catemaco, frente a la gasolinera de la comunidad Chilapan. Según los testigos, una camioneta Nissan NP300, blanca, año 2023, conducida por Felipe F., de 41 años, vecino del fraccionamiento Los Cedros, al incorporarse a la carretera con dirección a la cabecera municipal de San Andrés Tuxtla, fue impactada en el costado izquierdo por una motocicleta tripulada por Diego de Jesús P., de 22 años, residente de Catemaco, quien quedó tendido en medio del pavimento. Paramédicos de Protección Civil y de SEPA acudieron al lugar para brindar los primeros auxilios, pero confirmaron que el motociclista ya no contaba con signos vitales, en tanto el conductor de la pick-up resultó lesionado y fue canalizado a la clínica del IMSS. Al sitio arribaron policías municipales, a la espera de los oficiales de la Guardia Nacional División Caminos que se encargaron del peritaje para realizar el deslinde de responsabilidades, trascendiendo que se habría tratado de un corte de circulación por parte del conductor de la camioneta. Más tarde llegaron policías ministeriales para iniciar la carpeta de investigación, así como peritos criminalistas quienes levantaron el cuerpo para llevarlo al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley….UN MOTOCICLISTA resultó lesionado la tarde de este domingo en la glorieta Antonio Chedraui Caram, en Xalapa. De acuerdo con los reportes, el conductor perdió el control de su motocicleta tras pasar por unas boyas al incorporarse desde la avenida Lázaro Cárdenas, a un costado del puente Bicentenario. Luego del impacto, el motociclista quedó tendido en el suelo visiblemente desorientado. Automovilistas y transeúntes que circulaban por la zona detuvieron su marcha para ofrecer ayuda mientras se alertaba a los servicios de emergencia. Minutos más tarde, paramédicos de la agrupación ARUE llegaron al lugar y atendieron al lesionado. Aunque el diagnóstico inicial no reveló lesiones graves, los especialistas realizaron una valoración para determinar si era necesario trasladarlo a un hospital. Los primeros informes señalan que el motociclista podría haber conducido en estado inconveniente, lo que habría afectado su capacidad para maniobrar con pericia.
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Consumo de fentanilo se ha incrementado exponencialmente en el país en los últimos años: expertos MEMORANDUM 3.- Durante los últimos años, el consumo de fentanilo en el territorio nacional se ha incrementado exponencialmente y sus consecuencias también. Para Clara Fleiz Bautista, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente Muñiz, quien encabeza el proyecto de investigación en curso “Drogas emergentes y adulterantes en la frontera norte: De la detección a la intervención comunitaria”, financiado por el Conachcyt 2023, del que ha compartido ya los primeros resultados, el fentanilo ingresó de manera silenciosa por la frontera norte del país como un adulterante de otras, como la heroína, para hacer que sus efectos sean más potentes y rápidos. Es utilizado, principalmente, por poblaciones que previamente han desarrollado dependencia a otro tipo de opioides, como la heroína. Lo delicado es que la dependencia que desarrollan es tal, que hay personas que se administran hasta seis veces al día la sustancia, con todo y que el efecto dura cuatro o cinco horas. Lilia Pacheco, directora operativa de la organización civil Prevencasa, señaló que en Tijuana el 60% de las personas que padecen el consumo problemático de fentanilo son deportados de Estados Unidos, donde se iniciaron en el consumo. Lo grave es que no es un problema exclusivo de esa esquina de México. Si bien no se tienen cifras oficiales sobre el consumo de esa sustancia porque el gobierno decidió suspender las encuestas nacionales que permitían tener datos al respecto, hay indicadores oficiales que permiten ver que el consumo de fentanilo es una realidad en México y que se está incrementando. Tan solo de 2018 a 2023, la demanda de tratamientos por consumo de esa sustancia ante los servicios de salud aumentó 4,200%, al pasar de 10 casos a 430, al año. De acuerdo con el informe de la demanda y oferta de fentanilo en México: generalidades y situación actual 2024, de la Secretaría de Salud, del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones (OMSMA) y la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), el país ha pasado de ser un territorio de trasiego de fentanilo, “a ser un país donde se está gestando el consumo, principalmente en un contexto fronterizo”. El uso de esa sustancia fuera de contextos médicos es delicado por su potencial adictivo, así como por el alto riesgo de sobredosis, si el consumo es excesivo. Con el fentanilo ilícito se suele desconocer si la cantidad contenida en una dosis puede ser fatal o no, por lo que, en muchas ocasiones el momento de identificar el riesgo de sobredosis es precisamente cuando se consumió la sustancia y provoca intoxicación aguda. Dos miligramos pueden ser suficientes para ocasionar la muerte. Según reportes oficiales, los primeros antecedentes del consumo de esa sustancia en el país se remontan a 2013. Entre ese año y 2017 “ocasionalmente” se recibían casos de consumo en centros de tratamiento, en los que los usuarios indicaban consumir fármacos legales usados fuera del contexto médico. Sin embargo, a partir de 2018, el número de casos recibidos en tratamiento, cuya sustancia psicoactiva de impacto era el fentanilo (principalmente de tipo ilícito) han crecido consistentemente, contándose en decenas hasta 2020 y en centenas desde 2021. En 2018 se registraron 10 casos de demanda de tratamiento por consumo de fentanilo, cifra que se incrementó a 333 en 2022 y a 430 en 2023. Los casos se concentran en entidades del norte del país como Baja California, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. Datos de casos atendidos en salas de urgencias y de admisión continua del sistema de salud mexicano refieren que entre 2013 y 2024 (con corte a marzo, en el caso de este último), se atendieron 5,901 personas por urgencias relacionadas con el uso de opioides, siendo los años 2019, 2022 y 2023 los que mayor número de episodios presentaron, con 721, 713 y 759, respectivamente. En 2023, las entidades que mayor número de casos presentaron fueron Baja California, con 281; Ciudad de México con 54; Sinaloa con 52 y Chihuahua, 47 casos. Por tratarse de un fenómeno de salud emergente que requiere de un monitoreo constante, como parte de los intercambios técnicos entre el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, la Dirección General de Epidemiología y la Dirección General de Información en Salud desde el segundo semestre de 2023 el Centro Mexicano para la Clasificación de Enfermedades (CEMECE) estableció el uso emergente del código U94 para las atenciones relacionadas con la intoxicación por fentanilo. De junio de 2023 a enero de 2024, se registraron nueve atenciones hospitalarias por intoxicación por fentanilo, de las cuales tres resultaron en el deceso de las personas. Por otra parte, según los registros oficiales de defunciones, de 2013 a 2022 ocurrieron 114 relacionadas con el uso de opioides en México. En 2017 ocurrieron 12 casos; en 2018, 16; en 2019, 13; en 2020, 26; en 2021, 19 y en 2022. Las principales entidades con ese tipo de decesos fueron Baja California, con 28 casos; Chihuahua, 22 y Sonora 38 casos. El Servicio Médico Forense de Baja California (SEMEFO-BC), a través de su laboratorio de toxicología forense ha implementado un programa desde 2022 para detectar la presencia de sustancias psicoactivas en todos los cuerpos que llegan al servicio. Mediante esa práctica, de 1,775 análisis practicados, 50.5% (896) resultaron positivos a sustancias y, de estos últimos, 39% (351) resultaron positivos a fentanilo. Al tratarse de un análisis de tipo cualitativo, este resultado no indica que la causa de la muerte fue una intoxicación aguda; no obstante, clasificó al menos 71% de estos casos como defunciones por Insuficiencia Respiratoria Aguda (IRA) que suele ser un síntoma característico de la sobredosis por uso de fentanilo. El mismo informe de la Secretaría de Salud, Conasama y el OMSMA, antes citado, refiere que el fenómeno del consumo de fentanilo en México se explica “en alguna medida” por la creciente oferta disponible. Destaca que, si se toma en cuenta que las importaciones de materia prima y producto terminado de fentanilo farmacéutico registradas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) entre 2021 y 2024 ascienden a 7,233.25 gramos, es posible inferir que el incremento del uso de la sustancia no se debe a la disponibilidad de fentanilo farmacéutico. Por otra parte, el volumen de aseguramientos que realizan las fuerzas de seguridad para limitar los mercados refiere que, en México, en los últimos años se han presentado importantes incrementos en los decomisos de fentanilo; por ejemplo, mientras que de 2015 a 2017 se decomisaron 71 kilogramos de fentanilo ilícito, en 2018 se decomisaron 341 kilogramos. A partir de 2019 los decomisos crecieron consistentemente, rebasando los miles de kilogramos incautados. En 2020 decomisaron 1,242 kilos, en 2022 la cifra se incrementó a 2,086 kilos. Esos decomisos se realizaron principalmente en Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Jalisco, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora. En el sexto informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se consigna que del 1 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2024, se identificaron y destruyeron 2,527 laboratorios clandestinos de metanfetamina “que significan aumentos de 160.6%, 170.4% y 362.8% respecto a lo observado de diciembre de 2012 a noviembre de 2018”. El jueves pasado, en Palacio Nacional se informó que como resultado de la estrategia de seguridad de los primeros 100 días del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, se aseguraron 1,168 kilogramos en 561,005 pastillas de fentanilo. Tan solo en Sinaloa se aseguró 1.11 toneladas de fentanilo en diciembre pasado. Lilia Pacheco, directora operativa de Prevencasa y Lourdes Angulo Corral, directora de la organización civil Integración Social Verter, quienes tienen como causa la atención a personas con uso problemático de sustancias y que operan en Tijuana y Mexicali, Baja California, respectivamente, señalaron que el consumo de fentanilo en México debe considerarse un problema de salud pública y atacarse como tal, pero eso hoy está lejos de ocurrir. Pacheco destacó: un problema de salud pública en ese sector de la población nos afecta a todos, además de que “no tenemos que ser omisos; a todos nos debería de importar”. Por su parte Angulo Corral refirió que las personas que padecen el uso problemático de esa sustancia tienen derecho a acceder a los servicios de salud que los ayude a enfrentar la situación que padecen. En su opinión, si bien el fentanilo es una sustancia muy fuerte, lo que realmente ocasiona la muerte de quienes lo consumen es que no tienen el acceso a servicios de salud, por ejemplo, para que sean atendidos cuando enfrentan episodios de sobredosis. En México, la naloxona, que es un medicamento que revierte rápidamente una sobredosis de opioides, es considerado un medicamento de uso restringido pues está catalogado como un psicotrópico. Por otra parte, debido a que muchos de los consumidores comparten las jeringas con las que se suministran esa sustancia, corren un alto riesgo de contraer hepatitis o VIH. La organización civil, Integración social Verter, opera un espacio de esos en Mexicali, desde 2018 en donde se busca disminuir riesgos y evitar que las personas mueran por sobredosis. En opinión de Angulo Corral, en México no hay políticas públicas claras para atender el consumo de fentanilo y los programas oficiales abordan el problema desde un aspecto punitivo, estigmatizante y se concentra en la prevención y en la abstinencia dejando fuera a las poblaciones que ya tienen un problema de consumo. En ese sentido, dijo que se debe tener claro que hay personas que dada la dependencia que han desarrollado, no pueden dejar de consumir y que no es una buena práctica someterlos a una abstinencia forzada. Lo que se requiere, abundó, es tener programas de reducción de daño y ofrecerles opciones que tengan evidencia científica que funcionen para que dejen de consumir. A su vez Lilia Pacheco recordó que, hasta 2018, a escala federal, hubo una estrategia nacional que estaba a cargo de la Secretaría de Salud, a través del Centro Nacional para la Prevención y el control del VIH y el Sida (Censida), pero con la llegada del gobierno del presidente López Obrador se paró. Sin embargo, según la activista, sí hay un interés de la Conasama por empezar a trabajar la reducción de daños, pero, “lo que necesitamos es que haya una instrucción de nuestra presidenta de que se tiene que trabajar la reducción de daños”. En ese sentido, dijo que la campaña de anuncios con el mensaje de “el fentanilo mata” no es efectiva. “Todo el sexenio pasado hicieron este tipo de publicaciones en televisión y radio con mensajes estigmatizantes, que solo discriminan y no tuvieron el resultado que esperaban”. Lo que se debe hacer es desplegar acciones de política pública en salud basadas en derechos humanos, sin criminalizar a las personas. “Una persona que ya se encuentra en un consumo problemático de opioides, es muy difícil que pueda por sí sola abandonar el consumo; necesitan insumos, intervenciones biomédicas que van más allá del propio consumo”, aseguró. Ambas activistas recordaron que hasta 2018 organizaciones de la sociedad civil como esas podían acceder a presupuesto público para implementar programas de atención a personas consumidoras de sustancias, sin embargo, el gobierno de López Obrador canceló esa posibilidad, sin embargo, no atendió el problema. Clara Fleiz Bautista dijo que en la frontera norte del país hay una crisis porque no se cuenta con los tratamientos de naloxona (antídoto para revertir una sobredosis) para atender el consumo, dependencia y problemas asociados que presenta la gente expuesta a esa sustancia. De acuerdo con la investigación encabezada por la académica entre 2022 y 2023, y compartidos en septiembre pasado en una presentación en El Colegio Nacional, de 4,411 residuos de drogas analizados en Mexicali y Tijuana, Baja California, 60% dieron positivo a fentanilo en pruebas con tiras reactivas BTNX. 300 fueron analizados con espectro de masas y 77% salieron positivo a fentanilo. En Mexicali llegó a 86%. De 214 personas con uso inyectado de fentanilo y/o metanfetaminas, cuatro de cada 10 había tenido una sobredosis en el año previo al estudio y siete de cada 10 ha tenido una sobredosis en su vida. 86% la ha consumido por vía inyectada. 75% ha tenido un absceso cutáneo (29% ha tenido 10 o más desde que inició el consumo de sustancias por vía inyectada) y 60% había experimentado un evento traumático, como abuso sexual, violencia o atestiguamiento de asesinatos. La académica destacó que ante la falta de naloxona para revertir un cuadro de sobredosis recurren a agua con sal inyectada, golpes y hielo en los genitales. Por su parte, Lilia Pacheco, refirió que en Tijuana se estima que en 2020 había alrededor de 500 personas que habían migrado de consumir opioides inyectados a fentanilo y actualmente se cree que son alrededor de 2,000. Por su parte Lourdes Angulo Corral afirmó que algunas estimaciones señalan que, en Mexicali, puede haber entre 4,500 y 5,000 personas que dependen del fentanilo. Eso no contempla a las personas que lo consumen fumado o los que adquieren en pastillas las M-30 (por ejemplo). El año pasado Verter registró la atención de alrededor de 1,500 casos de sobredosis en la que las personas involucradas sobrevivieron, únicamente en Mexicali. Así las cosas, el fentanilo está en las calles y ya es un problema, al menos en la frontera.
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