Hallan a octogenaria sin vida en el interior de su vivienda, en Orizaba; Se impactan dos camionetas en el centro de Misantla con saldo de daños materiales cuantiosos MEMORANDUM 1.- Una mujer de 80 años de edad fue localizada sin vida al interior de su vivienda, ubicada en céntricas calles del municipio de Orizaba. El hallazgo generó la movilización de los cuerpos policiales, de rescate y de autoridades de la Fiscalía. De acuerdo con los reportes, una llamada al número de emergencias 911 alertó a las autoridades sobre la presencia de una mujer de aproximadamente 80 años de edad sin vida, al interior de su vivienda ubicada sobre la Calle Sur 17, entre Avenidas Oriente 4 y 6 de esta ciudad, a escasos metros de las oficinas de la Canirac. Al sitio arribaron paramédicos de Protección Civil Municipal y elementos de la Policía Local, quienes tomaron conocimiento y confirmaron que la mujer ya no contaba con signos vitales, por lo que solicitaron la intervención de las autoridades ministeriales. Más tarde, al sitio acudieron elementos de la Fiscalía Regional de Justicia del XV Distrito con sede en Orizaba, acompañados por Peritos Forenses y de la Policía Ministerial, quienes tomaron conocimiento y realizaron las diligencias correspondientes para luego retirarse del lugar, dado que la familia se negó rotundamente a que el cuerpo fuera enviado al SEMEFO de la colonia Francisco Ferrer Guardia para los estudios pertinentes…DOS CAMIONETAS se impactaron este domingo en el cruce de las calles Morelos y Degollado, con saldo de daños materiales cuantiosos, en Misantla. De acuerdo con los reportes, una camioneta blanca que circulaba sobre la calle Morelos fue impactada en el costado delantero izquierdo por una Chevrolet color vino, provocando daños visibles en ambas unidades. El percance generó la obstrucción parcial del tránsito en el área. Al sitio arribaron elementos de la Policía Municipal, de la Secretaría de Seguridad Pública y personal de Tránsito y Vialidad, quienes realizaron el peritaje correspondiente para deslindar responsabilidades. Posteriormente ordenaron el retiro de las unidades siniestradas mediante grúas, a fin de restablecer la circulación en la zona. En los hechos no se registraron personas lesionadas, solo daños materiales cuantiosos, lo que refleja una vez más la importancia de extremar precauciones al conducir en el centro de la ciudad, donde la afluencia vehicular es constante y las esquinas suelen ser puntos de riesgo. Los vecinos y transeúntes señalaron la necesidad de que haya mayor precaución por parte de los automovilistas, así como de reforzar la cultura vial en Misantla para prevenir futuros accidentes, como el de volver a colocar un espejo convexo que fue retirado en el lugar.
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Detenciones de cargos militares o navales muestran que lucha dejó de ser solo contra 'huachicoleros' rurales y entró a ámbitos institucionales y empresariales MEMORANDUM 2.- A lo largo de varios años, el término “huachicol” ha pasado de englobar desde el robo rústico de gasolina (“ordeña”) hasta sofisticadas cadenas de contrabando y fraude fiscal que involucran actores locales, empresas y, en muchos casos, redes del crimen organizado. En este contexto, las detenciones de cargos militares o navales implicados —investigadas y difundidas en 2024–2025— muestran que la lucha dejó de ser solo contra “huachicoleros” rurales y entró a ámbitos institucionales y empresariales. Antes de que el término se asociara masivamente con el robo de hidrocarburos, huachicol y huachicolero se usaban en México para nombrar bebidas adulteradas o a quien las elaboraba y vendía. Los primeros episodios de robo de combustible en México no nacieron de la noche a la mañana. Durante décadas hubo incidencias aisladas: ordeñas de camiones cisterna, desvíos locales y venta de combustible robado en tienditas y gasolineras informales. En muchos casos se trataba de economías locales precarias que encontraron en la comercialización de combustibles una fuente rápida de ingresos. Con el paso del tiempo, esa práctica se profesionalizó y tecnificó. A partir de los años 2000 y con el crecimiento de la infraestructura de Pemex, grupos criminales aprendieron a “ordeñar” el sistema de transporte de hidrocarburos: perforar ductos con equipos especializados, instalar válvulas improvisadas y crear puntos de acopio clandestinos (tinas, tinacos, pipas). La mayor disponibilidad de ductos y la vulnerabilidad de tramos sin vigilancia facilitó la práctica. Investigaciones periodísticas y académicas muestran que el esquema evolucionó de pequeños robos locales a redes que cobraban por “renta” del punto de extracción, transferencia por pipas y venta a intermediarios. Con el tiempo, el lucrativo negocio atrajo a organizaciones criminales. Carteles y facciones vieron en el robo y en el tráfico de combustible una fuente de ingreso menos riesgosa —en apariencia— que la narcoexportación. Al mismo tiempo, la estrecha relación entre operadores, empresarios locales y, ocasionalmente, autoridades municipales o estatales, permitió que muchas operaciones prosperaran. La respuesta del Estado ha ido desde operativos puntuales hasta políticas de corte militar: el cierre temporal de ductos, el despliegue de fuerzas armadas para proteger infraestructura y el uso de medidas tecnológicas para rastrear los flujos de combustible. Los resultados han sido mixtos: caídas visibles del robo en ciertos momentos y zonas, pero también desplazamientos y nuevas modalidades delictivas, como el contrabando y el fraude fiscal relacionados con combustibles. Uno de los episodios que evidenció la dimensión humanitaria y el riesgo público del problema ocurrió en enero de 2019 en Tlahuelilpan, Hidalgo, cuando una toma clandestina explotó mientras decenas de personas extraían combustible, provocando decenas de muertos y heridos. La tragedia colocó en el centro del debate la peligrosidad de las tomas, el riesgo de comercialización masiva y la necesidad de una política pública integral. Los balances oficiales y periodísticos sobre el número exacto de víctimas variaron en la fase inicial del desastre, pero el suceso dejó claro que lo que podía parecer un problema “económico” tenía ramificaciones de seguridad y salud pública. En los últimos años emergió otra cara del fenómeno: el llamado huachicol fiscal. Ya no se trata solo de perforar un ducto y vender combustible en el mercado negro, sino de usar mecanismos administrativos y comerciales —importaciones ilegales, facturas apócrifas, triangulación de embarques— para introducir combustibles al país sin pagar impuestos o para lavar recursos derivados del robo. Investigaciones recientes han documentado cómo cargamentos llegados desde el exterior, empresas fachada y actores en puertos y aduanas integran una cadena que no siempre es visible en la “ordeña” clásica, pero que tiene impactos económicos enormes para la hacienda pública y Pemex. Operativos de 2024–2025 han descubierto millones de litros almacenados en terminales privadas o en buques, lo que pone el foco en la dimensión transnacional del problema. Las estimaciones sobre pérdidas por robo y fraude varían según la metodología, pero coinciden en que las magnitudes son elevadas —miles de millones de pesos o varios miles de millones de dólares en plazos de pocos años—. Pemex y analistas independientes han reportado caídas y repuntes en distintos periodos; lo cierto es que el problema erosiona ingresos fiscales, daña infraestructura y obliga a un despliegue de recursos públicos para proteger instalaciones y recuperar ventas que deberían ser legítimas. Las estrategias oficiales han incluido desde el cierre temporal de ductos (lo que duplicó costos logísticos y promovió el traslado por carretera) hasta la creación de sistemas de “trazabilidad” para las importaciones y mayor control en puertos. En 2019, el gobierno federal lanzó acciones intensas para reducir las “ordeñas”; más recientemente, los operativos se han dirigido también contra cadenas de almacenamiento y actores en puertos, con detenciones de funcionarios y empresarios vinculados a grandes decomisos. Sin embargo, la complejidad del fenómeno —que mezcla crimen, fraude fiscal y complicidad— exige medidas coordinadas entre autoridades fiscales, aduaneras, de seguridad y del propio sector energético. La política de 2019 redujo algunos tipos de ordeña directa y puso en el radar público la vulnerabilidad de la red. Sin embargo, en los años siguientes, y con la dinámica de precios internacionales, contrabando y redes fiscales emergentes, las autoridades han descubierto acopios en puertos y flotillas de almacenamiento que alimentan la hipótesis de un segundo frente: combustibles que entran por vías aparentemente legales, pero que no pagan impuestos o que son parte de esquemas de lavado.
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Imputan a proceso a sujeto por secuestro agravado, en Huatusco; Conductor en presunto estado de ebriedad choca contra un auto estacionado y se da a la fuga, en la colonia Pomona, en Xalapa MEMORANDUM 3.- La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro y la Extorsión, informó que logró la imputación a proceso en contra de Eliseo “N”, señalado como probable responsable del delito de secuestro agravado en agravio de una víctima identificada como J.L.G.F. De acuerdo con los reportes, los hechos se registraron el 29 de septiembre de 2023, cuando la víctima se encontraba en un sitio de taxis de la Localidad Mata de Indio, municipio de Totutla, y presuntamente fue privada de su libertad por el ahora imputado. Posteriormente, el presunto plagiario exigió una fuerte suma de dinero en efectivo a cambio de su liberación. En audiencia, el juez de control determinó imponer la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa en contra de Eliseo “N”, dentro del proceso penal 73/2025, mientras se desahogan las diligencias correspondientes. La Fiscalía reafirmó su compromiso de continuar con las investigaciones para que este caso avance conforme a derecho y se garantice justicia a la víctima….UN SUJETO en presunto estado de ebriedad impactó su vehículo contra otro auto estacionado en la colonia Pomona, para luego darse a la fuga. El percance ocurrió la mañana de este domingo sobre la lateral del puente Bicentenario, justo en el cruce de las calles Atzalan y Veracruz. Según el reporte de las autoridades, un vehículo Hyundai, que circulaba a velocidad no determinada, se impactó contra la parte trasera de un automóvil Mazda que se encontraba estacionado en la zona. Los testigos señalaron que el conductor del Hyundai descendió del vehículo poco después del choque y se dio a la fuga caminando, presuntamente en estado inconveniente. Algunos vecinos señalaron que el sujeto mostraba signos visibles de estar bajo el influjo de alguna sustancia o alcohol, aunque esto no fue confirmado oficialmente. El impacto fue lo suficientemente fuerte para proyectar al Mazda hacia la banqueta, causando daños visibles en la carrocería y en una sección del pavimento. El propietario del vehículo afectado señaló que solo alcanzó a escuchar el golpe desde el interior de su vivienda y, al salir, ya no pudo identificar ni alcanzar al conductor responsable. Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar minutos después del incidente, junto con peritos de Tránsito del Estado, quienes realizaron las diligencias correspondientes para el deslinde de responsabilidades, además de coordinar el retiro del Hyundai, que quedó abandonado en el sitio.
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