Trump dará dos semanas a México para negociar acuerdo arancelario; Pero quiere ver avances en el tráfico de migrantes y drogas MEMORANDUM 1.- La Casa Blanca anunció que deja la puerta abierta a negociar con México los nuevos aranceles del 30 por ciento anunciados por el sábado por el presidente Donald Trump, de aquí al 1 de agosto, fecha en la que entrarían en vigor, en caso de que no se llegue a un acuerdo. El director del Consejo Económico Nacional (NEC, en inglés) de la administración republicana, Kevin Hassett, respondió a preguntas de la prensa sobre si los mexicanos (y la Unión Europea, afectada también con el mismo porcentaje) deben considerar el anuncio de estos impuestos como parte de la táctica (chantajista) de Trump o es un hecho que entrarán en vigor dentro de dos semanas, pase lo que pase. En una entrevista con el programa ‘This Week’ de ABC, Hassett expresó: “Bueno, estos aranceles son reales, si el presidente no obtiene un acuerdo que él piense que sea suficientemente bueno (entrarán en vigor), pero las conversaciones persisten y veremos dónde se asienta el polvo”. El director del Consejo Económico Nacional reiteró que el 1 de agosto es el nuevo límite para que los países alcancen un acuerdo con Trump, tal como está marcado en la carta que el gobierno de EU envió este sábado a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El congresista federal Tony Gonzales, de Texas, estado con la mayor relación comercial con México, aceptó que los nuevos aranceles podrían dañar su región, pero confió en que la carta de Trump permitirá un nuevo acuerdo con el Gobierno mexicano ante el tráfico de migrantes y drogas, en particular el fentanilo. “Estoy muy enfocado en la fecha del 1 de agosto, lo que eso significa es que el presidente Trump nos ha dado un par de semanas para tratar de lograr una solución y he visto a México cambiar”. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum reaccionó con cautela al nuevo órdago del presidente de EU, invocando una vez más a negociar “con la cabeza fría” y con la confianza de lograr un acuerdo que evite los nuevos gravámenes. Los aranceles afectarían especialmente a productos fuera del T-MEC, como productos agrícolas y manufacturas. En el caso de las exportaciones agrícolas, el jitomate, aguacate, y cerveza son productos vulnerables; estados como Michoacán, Sinaloa y Jalisco verían pérdidas millonarias. También sufrirían gravámenes productos textiles y electrónicos, por lo que las maquiladoras, en su mayoría concentradas en estados fronterizos, sufrirían por la menor competitividad en precios. Las fábricas de automóviles y autopartes se verían gravemente impactadas, especialmente si los componentes no cumplen con las reglas del T-MEC, al igual que las fundidoras.
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México perderá más de mil 500 mdd anuales de remesas por impuesto de Trump del 1% MEMORANDUM 2.- México dejará de recibir mil 500 millones de dólares anuales de remesas de sus connacionales en Estados Unidos, como consecuencia del impuesto del 1 por ciento que cobrará el gobierno de Donald Trump, destaca un Análisis del Center for Global Development en el que también hace referencia a otras naciones que resultarán afectadas por el cobro de este impuesto. El gravamen del 1 por ciento a las remesas que envían migrantes de varias naciones a sus países de origen está contemplado en la “gran y hermosa” ley que firmó Donald Trump el pasado 4 de julio y que afecta a 48 millones de migrantes en Estados Unidos. De acuerdo con el estudio de Center for Global Development, por cada 1 por ciento de impuesto adicional, la cantidad de remesas caerá cerca de 1.6 por ciento en Estados Unidos, siendo los migrantes mexicanos los más afectado en términos absolutos, pues dejarán de enviar por el cobro de ese impuesto un estimado de más de mil 500 millones de dólares anuales. El reporte señala que otras naciones que también verán disminuido el envío de remesas son India, con 466 millones de dólares menos y Guatemala con 415 millones de dólares menos por el citado gravamen. Otras naciones afectadas por el envío de remesas son El Salvador, con 198 millones de dólares menos, Honduras con 175 millones de dólares que no se enviarán por este impuesto y Jamaica con 79.8 millones de dólares menos. Con base en estos datos, el Comité Conjunto sobre Tributación (JCT, en inglés) del Congreso estadounidense estima que el cobro del 1 por ciento de impuesto recaudará casi 10 mil millones de dólares hasta el 2035. De acuerdo con fuentes del gobierno republicano de Trump, el impuesto del 1 por ciento en las remesas contempla que parte de este gravamen sea utilizado para la política migratoria emprendida por el republicano, toda vez que en su paquete fiscal prevé echar mano de 170 mil millones de dólares para su política de migración y seguridad fronteriza, con 75 mil millones de dólares que se destinarán para el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y 46 mil 600 millones para la ampliación y construcción del muro con México. “Vamos a financiar completamente las secciones finales del muro fronterizo, a imponer un nuevo impuesto en dinero enviado de vuelta a países extranjeros, y a incrementar dramáticamente las deportaciones a un mínimo de 1 millón al año”, señaló Trump al defender su propuesta en junio. El cobro del 1 por ciento a remesas desató reacciones en algunos países como México, el segundo mayor receptor de envío de dinero de sus connacionales remesas del mundo, con un récord de casi 65 mil millones de dólares en envíos en 2024, casi el 4% de su Producto Interno Bruto (PIB).
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Trump está convencido de que Lula encabeza una agenda para evitar que EU sea más grande de nuevo, por ello a desatado su ira contra Brasil MEMORANDUM 3.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tolera que un líder extranjero se ponga a su altura y lo desafíe abiertamente... y si es izquierdista, mucho peor. Por ello la mayoría de estos líderes, ya sea autócratas o demócratas, optaron por callarse o mantener la cabeza fría ante el chantaje arancelario tal es el caso de (el chino Xi Jinping, el norcoreano Kim Jong-un, la mexicana Claudia Sheinbaum, el canadiense Mark Carney, el australiano Anthony Albanese…), con tal de no irritar al impredecible líder de la primera potencia. Luego hay al menos dos que prefirieron reírle las gracias y rendirse a su chantaje arancelario (el británico Keir Starmer o el vietnamita Pham Minh Chih, con quienes ha firmado acuerdos comerciales, lo que prueba que no le molesta tanto que sean de izquierdas, mientras obedezcan sus órdenes); y por último están los que se han atrevido a levantarle la voz abiertamente (el colombiano Gustavo Petro, el español Pedro Sánchez y, particularmente, el brasileño Lula da Silva), a sabiendas de que la venganza llegará más temprano que tarde. La venganza contra Lula llegó este miércoles en forma de chantaje —50 por ciento de aranceles, si no se frena el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por golpismo— sólo un día después de que el anfitrión de la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro declarase a título personal (el documento final omitió cualquier crítica directa al presidente de EU) que los países son soberanos y “no necesitan un emperador”. Sin caer en los habituales insultos del republicano a sus adversarios —a Lula no lo baja de “izquierdista radical”— Lula ha denunciado recientemente que “Trump quiere resolver los problemas de EU empobreciendo a sus socios” y ha advertido que “el mundo no puede permitir que un país decida solo las reglas del comercio global”. También fue uno de los líderes más críticos con los bombardeos estadounidense sobre Irán y ataca el genocidio de Israel en Gaza y la “complicidad de Estados Unidos”. La segunda razón del odio de Trump al Brasil bajo el gobierno de Lula se llama Alexandre de Moraes y es juez del Tribunal Supremo brasileño. Moraes, personifica todo lo que odia Trump y los medios ultraconservadores, ya que logró doblegar a Elon Musk y ganar la batalla contra los fake news, los bulos y sus mensajes de odio que navegan libremente en X, la mayor red social del mundo. Durante la investigación policial y judicial sobre el violento asalto a las sedes del Ejecutivo, el Legislativo y el Poder Judicial en Brasilia, ocurrido el 8 de enero de 2023, se comprobó que la red social de Musk fue el principal instigador del intento de derrocar a Lula mediante un golpe, con llamados al Ejército para que se levante en armas, antes, durante y después de la crisis. El 6 de abril de 2024, Moraes ordenó el bloqueo de las llamadas “milicias digitales” de seguidores de Bolsonaro. La reacción del hombre más rico del mundo (embarcado entonces en la campaña electoral de Trump, a quien donó más de 200 millones de dólares), fue furibunda y llena de prepotencia: llamó al juez “dictador” y exigió su renuncia o que fuera llevado a juicio político. Además, se negó a acatar la orden y amenaza con cerrar las oficinas de X en Brasil, sin tener en cuenta que el gigante sudamericano es el tercer país en usuarios y en ingresos por publicidad. Lejos de intimidarse, el juez brasileño bloqueó X en todo el país y sentenció que no levantaría el veto hasta que no eliminase las cuentas golpistas y pagase, además, una millonaria multa por desacato. Lo que ningún gobernante europeo se habría atrevido a hacer, por miedo a los poderosos dueños de las plataformas de internet, lo hizo este juez sudamericano. Por primera vez, un país sentó un precedente judicial contra el abuso de los gigantes de internet: no todo se puede justificar en las redes en nombre de la libertad de expresión. De inmediato, el universo mediático trumpista atacó con saña a Moraes, acusándolo desde ser “un juez comunista” o, como dijo un editorial de The Wall Street Journal, de ser “el brazo judicial del gobierno de Lula”, por atacar la libertad de expresión. En el otro extremo, The New York Times elogió su firmeza, con la ley en la mano, para frenar un golpe contra la democracia, y lo puso como ejemplo de lo que deberían hacer los jueces estadounidenses, sumisos a la deriva autoritaria de Trump. La tercera razón para declarar la guerra a Brasil es que Trump está convencido de que Lula encabeza una agenda para evitar que Estados Unidos sea más grande de nuevo, mediante su clara apuesta por el crecimiento del grupo BRICS, conformado por los fundadores que le dan el nombre, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a la que se han sumado otros seis países del llamado Sur Global, y que apuesta claramente por un orden multilateral, que amenaza la hegemonía de EU e incluso el dólar.
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