México recibe 2 mil 870.9 millones de dólares en inversión extranjera turística en 2024; monto sin precedente MEMORANDUM 1.- En 2024, la Inversión Extranjera Directa en el sector turístico (IEDT) alcanzó un monto de dos mil 870.9 millones de dólares, cifra que resulta el equivalente al 7.8 por ciento de la Inversión Extranjera Directa total que fue captada en el país el año pasado, revela la Secretaría de Turismo (Sectur). La cifra tuvo un marginal avance de 0.04 por ciento respecto a los dos mil 869.5 millones de dólares que fueron captados a lo largo de 2022; sin embargo, duplicó los mil 251 millones de dólares reportados en 2019, el año previo a la pandemia, cuando el sector atravesaba uno de sus mejores momentos. De acuerdo con la dependencia, la IEDT en departamentos y casas amuebladas con servicios de hotelería ascendió a mil 942.7 millones de dólares durante 2024, mientras que en el segmento de hoteles con otros servicios integrados se contabilizaron 798.3 millones de dólares. Estos dos segmentos de la Inversión Extranjera Directa en el sector turístico representan el 95.5 por ciento del total. Las entidades que captaron el mayor flujo de IEDT el año pasado fueron Baja California Sur con mil 38.6 millones de dólares o el 36.2 por ciento del total; Quintana Roo con 786.9 millones de dólares o el 27.4 por ciento, y Nayarit, con 330.1 millones de dólares o el equivalente al 11.5 por ciento. Según la dependencia, de 1999 a 2024 el sector turístico ha captado 35 mil 597.8 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa, que resulta el equivalente a 4.7 por ciento del capital foráneo que llegó al país en ese mismo periodo. La titular de la Sectur, Josefina Rodríguez Zamora, señala que la llegada de capital extranjero es muestra inequívoca de la confianza que las y los inversores internacionales tienen en México y facilita la creación de infraestructura moderna y sostenible en la industria turística, lo que impulsa la generación de empleos.
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En menos de 2 meses registra México 1 mil 781 contagios de dengue; Veracruz registra 216 y al alza MEMORANDUM 2.- En lo que va del año se han confirmado mil 781 casos de dengue en el país, de los cuales 53.7 por ciento son contagios con signos de alarma y al menos otros 66 casos corresponden al tipo grave o hemorrágico, revela la Secretaría de Salud (SSa). En el reporte de la semana epidemiológica 8 (16 al 22 de febrero) señala que los estados con mayor incidencia son Sinaloa, Jalisco, Guerrero, Tamaulipas y Michoacán, mientras 61 por ciento de los contagios confirmados los concentran Jalisco, Veracruz, Michoacán, Guerrero y Sinaloa. En los primeros dos meses de 2025 la dependencia federal no reporta decesos por este mal. Por entidad, de los casos confirmados acumulados, Jalisco encabeza la lista con 406 contagios; le sigue Veracruz, con 216; Michoacán, con 158; Guerrero, con 153, y Sinaloa, con 152. A nivel regional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó que en la semana epidemiológica 6 de 2025 se confirmaron en el continente 29 mil 690 casos y en lo que va del año, 202 mil contagios confirmados por laboratorio, así como 170 decesos. Los contagios de la enfermedad con signos de alarma o dengue grave se elevan a 789. Por subregión, México y Centroamérica notificaron, tan sólo en la semana epidemiológica 6, 2 mil 851 nuevos casos sospechosos de dengue, por lo que presenta una disminución de 50 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024 y un incremento de 10 por ciento con respecto al promedio de los últimos cinco años. En las primeras semanas de 2025, 23 países y territorios de la región informaron un total de 238 mil 659 casos, con la mayoría concentrados en Brasil (87 por ciento), seguidos por Colombia (5.6 por ciento), Nicaragua (2.5 por ciento), Perú (2.5 por ciento) y México (2.5 por ciento). De estos casos, 263 fueron graves y 23 personas fallecieron a causa de la enfermedad.
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Cirrosis, cuarta causas de fallecimiento en México con 42 mil al año: a diario ocurren 114 muertes por esa causa MEMORANDUM 3.- México registró casi 42 mil muertes en 2022 por enfermedad hepática, incluyendo la cirrosis; equivale a 114 muertes diarias, situándose en el cuarto lugar de principales causas de fallecimiento en el país, señalaron investigadoras del Instituto Politécnico Nacional (IPN). A través de un comunicado, el Politécnico explica que se ha identificado un cambio en las causas de cirrosis hepática en México. Mientras que los casos asociados con los virus de hepatitis B y C han disminuido, hay un aumento en los casos relacionados con la esteatosis hepática metabólica, antes conocida como hígado graso no alcohólico. El estudio fue realizado por las investigadoras Icela Palma Lara y Carmen Palacios Reyes, de la Sección de Estudios de Posgrado e Investigación (SEPI) de la Escuela Superior de Medicina (ESM) del IPN, entre otros colaboradores. En los últimos 10 años hay un incremento en los casos de cirrosis hepática causados por hígado graso acompañado de alteraciones metabólicas como sobrepeso, obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y dislipidemias. (niveles elevados de triglicéridos y colesterol). Esto se denomina esteatosis hepática metabólica o enfermedad esteatósica hepática asociada a disfunción metabólica, indicó. El hígado graso suele ser una enfermedad silenciosa. Al no presentar síntomas en sus etapas iniciales, puede pasar desapercibida hasta que ya se desarrolla inflamación, fibrosis o incluso cirrosis y cáncer hepático. La investigadora explica que la cirrosis hepática ocurre cuando el tejido del hígado es sustituido por cicatrices o fibrosis, lo que impide su correcto funcionamiento. Afecta el metabolismo de los alimentos; la producción de colesterol y bilis (para la digestión de grasas); el procesamiento de medicamentos y alcohol; la eliminación de toxinas en la sangre; la producción de proteínas esenciales para el sistema inmunológico. Recomendó las medidas preventivas en todas las edades, como realizar actividad física regularmente y evitar el consumo de refrescos y alimentos ultraprocesados debido a su alto contenido de azúcares añadidos y grasas saturadas, que afectan directamente la salud hepática, puesto que en caso contrario el paciente puede llegar a necesitar un trasplante de hígado.
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