Condiciona canciller normalización de relaciones bilaterales con España a una 'ceremonia de desagravio' hacia México MEMORANDUM 1.- Aunque aclaró que ella tiene una “excelente” relación con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y con su homólogo Manuel Albares, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, condicionó la normalización de relaciones bilaterales con España a que el país ibérico acepte realizar una “ceremonia de desagravio” hacia México. Luego de participar en el 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la canciller afirmó: “Tenemos que salir de esta situación y la forma es ponernos de acuerdo para llevar adelante esta reunión de desagravio”. Al abundar sobre este tema, Bárcena ejemplificó que “cuando se descubrió (el sitio arqueológico de) Palenque, las comunidades pidieron que hubiera una ceremonia de desagravio, porque vamos a entrar en sus territorios. Entonces, lo que México estaba solicitando es eso, una especie de encuentro de desagravio, que podríamos combinar con algo positivo, como esta convivencia que hemos tenido”. La funcionaria recalcó que la solución al diferendo “la tenemos y hay que llevarla adelante”, y recordó que las fricciones entre ambos países no son recientes. El origen del conflicto, señaló, estuvo en la falta de respuesta del rey Felipe VI a una carta enviada en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, donde éste plantea que España debería disculparse por las atrocidades cometidas contra los pueblos indígenas durante la conquista.
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Considera Justo Cuño, académico español, que España tiene que pedir perdón por pasado de rapiña y depredación MEMORANDUM 2.- De acuerdo con Justo Cuño, catedrático español que es una de las máximas autoridades en Historia de América, “España tiene que pedir perdón” por ese pasado de “rapiña”, “depredación” y “exterminio de las comunidades indígenas, y sólo así dejara atrás la “desmemoria” en la que ha vivido desde hace siglos. Cuño analizó la crisis diplomática abierta entre ambos países por las reticencias del Estado español, desde el Rey Felipe VI hasta el gobierno, presidido por el socialista Pedro Sánchez, de responder a las peticiones de perdón por las atrocidades durante la Conquista y el periodo colonial solicitadas por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Cuño es profesor de Historia de América en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y del instituto de investigación El Colegio de América, Centro de Estudios Avanzados para América Latina. Uno de sus libros más recientes es Ayacucho. La última batalla de la independencia americana, una obra que relata el combate que selló la derrota definitiva del Imperio español en el continente americano. “El refranero castellano, que es enormemente sabio, dice eso de que de aquellos polvos vienen estos lodos. Pues esto forma parte de un problema irresuelto, tanto por parte de México pero sobre todo por parte de España, que en su tradición histórica y cultural no afronta los problemas. Prefiere voltear la cabeza o hacer como el avestruz y esconder la cabeza, como si no hubiese pasado nada. Y esa es la explicación de por qué cuando el presidente AMLO escribe a Rey Felipe VI, éste no contesta, porque existe esa tradición de no afrontar los problemas. Da la impresión de que España ni ha cultivado ni ha logrado entender esa parte de su historia... Yo creo que no ha hecho ni el intento. Y cuando lo ha intentado se ha escudado en esa idea del poder imperial, en su grandilocuencia, en la magnificencia del Imperio. Y eso no explica nada, si acaso un proceso histórico y a veces un proceso militar, pero no explica cómo se construyeron las identidades compartidas entre la Península y América. Y eso es lo que nos debería interesar ahora. Los españoles somos deudores de una tradición, de una cultura y de una historia, y en algún momento tendremos que afrontar todo eso. No se trata tanto de que nosotros hagamos, sino que preguntemos cuál es el sentimiento ahora de los pueblos y las sociedades latinoamericanas y de qué manera se pueden reforzar unos lazos que no pueden mantenerse por separado porque la construcción identitaria de lo americano no se entiende sin lo peninsular. Y viceversa. Se trata efectivamente de incluir todas las voces, tanto las buenas como las que consideremos malas. Sin ningún tipo de maniqueísmo ni de simplificación y dar la voz sobre todo a aquellos que han estado silenciados durante tanto tiempo”. De acuerdo con La Jornada, el académico consideró que en España, al margen del discurso oficial, se vive de espaldas a América Latina. “Y es evidente. Quienes hemos pasado por el sistema educativo español lo hemos apreciado de una manera clara; los niños no saben qué es América, salvo las referencias horribles que les llegan a través de las películas de Disney, de exotismos y guacamayos. O tienen la imagen del narcotráfico y de la inseguridad. Y seguramente la responsabilidad es de esa historiografía que se ha ido creando aquí y que ha incidido en esa dicotomía entre lo americano y lo español. Y se ve cuando los jóvenes estudian la Conquista y sólo leen de aquellas gestas heroicas de los hombres barbudos, valientes y osados, que se enfrentaron a todas aquellas tribus que terminaron conquistando. Y luego se explican los periodos de independencia como las maniobras de gente desafecta que decidió alejarse de la mejor de las culturas y religiones, como algo deshonesto y de ausencia de lealtad. En España se transita en esos dos universos cuando se habla de América en las escuelas. España vive en la desmemoria más absoluta. Este año en Latinoamérica se conmemora el bicentenario de la Batalla de Ayacucho, que puso fin a la presencia española y afianzó la independencia. En España no se ha mencionado nada respecto a este episodio de la historia. Para nuestro país, todo lo que no son victorias épicas se entierra en lo más profundo. Escondemos constantemente la cabeza como si no hubiese existido esa parte de nuestra historia. Con la coartada del idioma en común como principal argumento... Sí, y a pesar de que eso es cierto. Porque no se trata de despreciar todo eso porque forma parte de nuestra cultura, tanto de lo americano como de lo peninsular. Pero hay que situarlo en su claro contexto, sin jerarquizaciones y sin entender que una cosa es mejor que otra, que cada conjunto de culturas y costumbres ha evolucionado de una forma distinta a partir de un tronco en común. Y a partir de ahí construir unas nuevas relaciones, en igualdad de condiciones, entre América Latina y España. Cuando se habla en España de los pueblos precolombinos se limitan a hacer referencia al supuesto canibalismo o a los sacrificios humanos, más allá de eso no se sabe nada de sus avances astronómicos y de otras ciencias del saber, por ejemplo”. De acuerdo el académico, un hermanamiento con América Latina solo se puede lograr si se atiende a esa petición de que los españoles pidan perdón por todos esos procesos históricos en los que ellos consideran que fueron enormemente perjudicados. “¡Hay que hacerlo! No es un desdoro del pasado imperial; más aún en ese pasado imperial coexiste este proceso de depredación, de exterminio de las comunidades indígenas y de rapiña. Y las dos cosas forman parte de nuestro pasado histórico y al menos por una parte es necesario pedir perdón y excusas”.
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Dice Alejandro Encinas que el balance de lo que logró López Obrador en el caso Ayotzinapa fue muy bueno MEMORANDUM 3.- Cuando Alejandro Encinas era subsecretario de Gobernación y presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), el 19 de agosto de 2022, en Palacio Nacional, pronunció las esperadas palabras que rompían con la impunidad de un crimen emblemático del sexenio peñanietista: “el ataque, secuestro y desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y asesinato de seis personas, tres de ellos también normalistas, en Iguala, fue un crimen de Estado con encubrimiento al más alto nivel”. Una foto oficial muestra en la escalinata al presidente Andrés Manuel López Obrador rodeado de madres y padres, campesinos guerrerenses portando carteles con las fotos de sus hijos desaparecidos. Rostros con esperanza. Esa imagen no se repetirá. Un mes después, en septiembre, las investigaciones del caso Ayotzinapa entrarían en crisis. La Fiscalía General de la República irrumpió en la Unidad Especial (Ueilca), agentes de la vieja Siedo tomaron control de las carpetas de investigación y se forzó la salida del fiscal Omar Gómez Trejo. Las fricciones llegarían casi a la ruptura con los abogados defensores y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). Y en medio de los choques y contradicciones entre los políticos y los investigadores, la verdad volvió a evadirse. Pese a ello, Encinas consideró que el balance de lo que logró López Obrador en el caso Ayotzinapa fue muy bueno, “con todo y lo que ha sido cuestionado; con todo y las resistencias que encontramos, yo creo que se hizo una muy buena investigación. Y no solo nosotros… los papás y las mamás, las organizaciones, el Centro Geo del Conahcyt. –¿Diría que la judicialización será el desafío principal de Claudia Sheinbaum en este caso? –Bueno, de la fiscalía. Está en sus manos. –¿Y el papel del Poder Judicial? En el segundo informe de la Covaj hay un extracto con las resoluciones que han tomado distintos juzgados. Hay uno que incluso opinó que la desaparición forzada es prescriptible. –Sólo te comento uno. El juez que ordenó la libertad de 42 presuntos responsables por haber sido torturados en el proceso, en lugar de abrir proceso contra los torturadores y reponer el procedimiento, les dio libertad absolutoria. Y es parte de la impunidad. El viejo maestro Raúl Isidro Burgos, cuyo nombre lleva la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, exhortaba a sus alumnos guerrerenses por ahí de los años 30: Condúzcanse siempre con la verdad, aunque se desplomen los cielos. Para los políticos, los jueces y los investigadores de la actualidad aquella lección no siempre es aplicada. ¿Por qué se descarriló el proceso? Si se había avanzado tanto, si tanta información encaminada a saber la verdad había salido a la luz, ¿por qué se descarriló el proceso? Encinas, quien ya no está en la Secretaría de Gobernación ni al frente de la Comisión de la Verdad, sino preparándose para asumir como secretario de Planeación en el gabinete de la próxima jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, responde: “En ese momento, dentro y fuera del gobierno, varias instituciones entran en crisis. Hubo una ruptura muy fuerte con la FGR y nosotros; chocan la Covaj y el GIEI; Covaj y algunos segmentos del Ejército, la Presidencia y las organizaciones defensoras de las familias. Se dictan órdenes de aprehensión muy importantes para la judicialización que luego se cancelan (se anularon 21 órdenes, 16 de éstas contra militares), se apresuran otras detenciones no previstas, se desmantela la unidad especial, se cuestiona la llegada de un nuevo fiscal. Después, el proceso se estabilizó. Permanecieron dos de los cuatro expertos del GIEI; se rencauzó la investigación. Se reactivaron las órdenes de aprehensión contra los presuntos responsables; se fortalece la idea de extraditar a Tomás Zerón, pero también de otras personas que están en Estados Unidos. Nos fijamos metas concretas para establecer una ruta conjunta entre el GIEI y la Covaj de cara al cierre. Aunque quedaron secuelas fundamentales vinculadas con la Fiscalía. –¿Cómo se reflejó la crisis en las relaciones entre el Presidente y los padres de familia en el Palacio Nacional? Al principio él se veía afectuoso, después no tanto. De los padres reprochó: parece que no quieren que se avance, y dijo también: ya no le tengo confianza al GIEI. –Eso fue poco antes de que yo presentara el segundo informe de la Covaj (septiembre de 2023). Estaba la secretaria de Gobernación, la de Seguridad, el fiscal especial y un servidor. Ahí no estuvo presente ningún militar. –¿Por qué? ¿Ahí qué pasó? –Se presenta la nueva narrativa, con elementos que había planteado la Secretaría de la Defensa Nacional. Eso generó malestar, no ruptura. Antes de presentar mi segundo informe se lo presenté a los papás. Ese fue el momento de inflexión. “Lamentablemente hubo un distanciamiento entre la Covaj y la Fiscalía (Rosendo Gómez Piedra es el nuevo fiscal especial). Hay incomodidad. Trabajar con dos grupos de padres alentó la división. Es un error. A raíz del intento de los estudiantes de tirar la puerta de Palacio y de los reclamos a los abogados y las organizaciones que los acompañan, los papás ya apostaron por esperar la llegada de la próxima presidenta y establecer el diálogo con ella. –Por la forma en que terminó la relación entre el Presidente y la GIEI, imposible no recordar el clima de hostilidad que hubo cuando se les expulsó en 2016. ¿Fue igual esta vez? –Ellos tomaron la decisión de irse. Pero también se cumplen ciclos. Hay que reconocerlo. No creo que ningún presidente de ningún país haya recibido tantas veces a un grupo de investigación independiente que además estaba indagando acciones de ese mismo gobierno. Esa fue una situación única. Yo creo que eso no lo valoraron los compañeros. Y sí, reconozco, con el GIEI tuvimos diferencias. Teníamos roles distintos, ellos más fiscales, yo, como comisión de la verdad. Pero seguimos trabajando juntos hasta su salida (19 octubre de 2023). El momento más difícil de mi vida. Narra Encinas: “Uno de los momentos más duros de mi vida fue cuando me tocó a ir a la casa del matrimonio Rodríguez Telumbre, a hablar con Clemente y Luz María, padres de Christian. Ir y decirles ‘Aquí está su hijo’. Lo que entregas no es un cuerpo, ni siquiera un fragmento de hueso, es un expediente, un dictamen forense. Íbamos con una sicóloga, el Centro Pro, Tlachinollan, Omar Gómez, Mercedes Doretti, del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses. Ella les explicó que a Christian lo habían identificado por un hueso del talón derecho en medio de un mar de pequeños fragmentos calcinados”. Encinas, actor importante en la construcción de Morena y la Cuarta Transformación, ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, quedó marcado por la noche de Iguala. “Como senador, fui el primero en denunciarlo. Denuncié ante el pleno la falsa ‘verdad histórica’ de Jesús Murillo Karam. Renuncié al PRD cuando no se quiso deslindar del alcalde Abarca ni del gobernador de Guerrero Ángel Aguirre”. –Y ahora es usted el primero en tener una demanda penal por parte de militares por acciones ejecutadas siendo funcionario del gobierno federal. –No he sido notificado de una denuncia formal en mi contra. Me he enterado por los abogados de los militares que lo han hecho público y por el abogado de la fiscalía militar cuando me llamaron a presentarme como testigo de descargo. Pero si hubiera procedido esa denuncia ya me hubieran notificado. –¿En algún momento se sintió maltratado? –No. Desde el principio dije que no iba a estar de adorno. Afecté intereses del gobierno anterior, del gobierno de Guerrero, de las presidencias municipales, de los cuerpos de seguridad. Sabía que iba a haber resistencias fuertes como las que prevalecen a la fecha. –Después de su partida de la Covaj, ¿quedaba espacio para avanzar? –Sí. Después de la reunión de Claudia Sheinbaum con las familias sigue en pie esa expectativa. Con nuevos aires, nuevos instrumentos, desde luego. –En sus dos últimos informes, el GIEI fue muy enfático en la importancia de revelar la totalidad de los documentos del Centro Regional de Fusión de Inteligencia (Cerfi) de Guerrero como el último eslabón que faltaría para llegar a la verdad sobre el paradero. La Sedena niega su existencia. –Nosotros también lo planteamos y en el addendum del segundo informe de la Covaj publicamos los folios que se encontraron en el Cerfi. Se debe seguir investigando. –Esos son los documentos que Sedena todavía sigue negando. ¿Qué se puede encontrar ahí? –Puede haber información muy valiosa y mucha que no lo es; alguna relacionada con Iguala, otras no. Por ejemplo: hay un documento foliado que yo encontré en los archivos de la sección de Inteligencia del Ejército que decía ‘documento secreto’. Son los cerfis con las conversaciones de El Gil (Gildardo López Astudillo, jefe regional de Guerreros Unidos. Y eso se hace de manera automática, no fue por azares del destino. Por eso la Covaj demanda obtener todos los cerfis. (Ese documento es la transcripción de mensajes de texto clasificados como conversación de interés en las intercepciones telefónicas que se hacen en la central de inteligencia militar. Ahí es donde comentan que ya tienen a un grupo de estudiantes, que ya hay que aterrizarlos en unas camas y que hay que reventarlos. Mencionan dos sitios, Pueblo Viejo y una Cueva de los Lobos. Hay al menos 18 folios más con intercambios similares). –¿Entonces sí tiene sentido demandar la entrega de todas las transcripciones seriadas del Cerfi? –Totalmente. Y fue el Presidente quien me indicó que los hiciera públicos. Romper el pacto de silencio. –Transcurrieron 10 años, dos presidentes, grandes recursos invertidos y sólo se han identificado restos de tres de los 43 muchachos. –¿Me preguntas si vamos a encontrar a los otros? Va a ser muy difícil. Hemos peinado todos los sitios susceptibles. Sabemos que incluso a algunos cuerpos los cambiaron de lugar. Falta que algunos responsables den información. Hay que romper con el pacto de silencio y eso puede llevar a encontrar más. “Pero hay que tener en cuenta que han pasado 10 años, erosión, lluvia, fauna. No sólo trabajamos con los equipos oficiales, sino con las comunidades, las madres buscadoras de Iguala, con Los Otros Desaparecidos; en Tepecuatlico, Huitzuco, Carrizalillo, Iguala, Apetlanca, Taxco, por todos los puntos cardinales del norte de Guerrero hasta los hornos crematorios de Acapulco. Yo mismo me metí a investigar a los hornos crematorios de Iguala, a revisar sus bitácoras de esas fechas. Hubo ocasiones en las que estuvimos hasta tres semanas trabajando en el lugar, en la zona de la Barranca de la Carnicería, a lo largo del río Mezcala.
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