Vamos a partir del supuesto de que todo lo que se ha dicho sobre la pandemia del difamado Covid-19 es cierto. La matazón de gente se queda corta con lo que ha hecho este infame bicho del demonio, que de paso acabó con la economía de buena parte del mundo. Pero…
¿Y en dónde está el dinero que se perdió? Lo que la gente perdió y continúa perdiendo, no se ha esfumado; forzosa y necesariamente está en otro lado. Hace unos días cité lo que Sherlock Holmes decía: que los beneficiados de una tragedia, de una desgracia, son generalmente los responsables de haberla ocasionado…
Y creo que ya está claro quiénes son. Ya salieron al mercado las vacunas como parche en vez de la jeringa. Que ya los hay para otras cosas. La moda será traer el pantalón roto y el parche visible…
Llevamos más de año y medio bombardeados por las terribles noticias de la pandemia. Y la meta, dicen en el G-20, es vacunar al 70% de la humanidad. Unos dicen que es para matarlos; otros que para someterlos -como los tan de moda zombis- otros más que para controlarlos; y los más sensatos consideran que es para seguirles sacando el dinero…
Podría decirse que esto se ha transformado de ser una pandemia viral, para convertirse en una perniciosa pandemia bobina, que se ha llevado a las ovejas enfermas. Y como enfermos es lo que sobra; pues ya está…
Se cita al honorable etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus Director general de la OMS, quien hace unas cuantas horas, desde Italia, donde están reunidos los representantes de la G-20 declaró…
Con “certeza biológica” que, “en algún momento surgirá otro virus, que simplemente ¡no podremos contener”! ¡Ay nanita! Semejante sentencia; viniendo de un biólogo con una barnizada de inmunología en enfermedades infecciosas, y que es especialista en sanidad pública; habrá que preocuparse muy seriamente…
Por cierto, que después de que pedían hasta la cabeza del secretario de Salubridad, el doctor Jorge Carlos Alcocer por andar diciendo que él no vacuna a sus nietos; y le exigían que probara científicamente lo que decía respecto al efecto de las vacunas, ya no se dice nada. Qué raro, después de tanto escándalo…
Porque con esas palabras, regresando con Tedros, como que se puede interpretar que a todos nos va a cargar el pintor. Pero no; no entréis en pánico queridos bovinos, el pánico también mata. El sentido común dice que las variantes del Covid-19 deben aparecer a causa de las propias “vacunas”…
Me explico: ¿Qué es lo que hacen las cucarachas cuando les echan veneno y las matan? Al rato, las nuevas cucarachas, que son bien inteligentes -como que nos van a sobrevivir- se hacen inmunes a ese veneno y hay que hacer otro…
Y lo mismo ha de ser con los virus, les pones una vacuna que desarrolla anticuerpos y al rato desarrollan inmunidad hacia esa vacuna. Por eso se vuelven a contagiar a pesar de estar vacunados…
Pero da la casualidad de que la “certeza biológica” del doctor Tedros, viene siendo más o menos como la “Verdad Histórica” de ya saben quién; y que seguramente con López-Gatell harían una buena yunta de merolicos inmunólogos…
Pues por no hacer caso a la gente que sabe de lo que habla y que además lo dice clara, abiertamente y sin ambages y a todo quien quiera escucharlo, es por lo que no se ha terminado la pandemia y les va cómo les va…
Ya lo había avisado hace unos días el filántropo Bill Gates y hasta le había puesto nombre al nuevo bicho que viene: Malburgo. Algo así como Marlboro, pero en bicho. Y menos malo, porque el tabaco mata gente que es un contento…
Y a propósito de estos días de muertos, en nuestro México, lo crean o no, la gente es tan “original” -por decirlo de alguna manera- que ¡van a platicar con los muertos! aun sabiendo que no están ahí…
Y les llevan comida y música y chupe y flores, y velas y cigarros -a propósito del Marlboro-; y ya luego se van. Y se despiden deseándose unos a otros ¡Felices días de Muertos!
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. Día 1
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