No cabe duda que el tal Zamudio Valerio es un tipo con suerte, y si a eso le agregamos que las porquerías de “La Dulcinea”, entiéndase Erika Ayala Ríos, le vinieron a caer como anillo al dedo, todo se le dio a la perfección.
Prácticamente habrá de ser quien salga ganando y continúe cobrando puntualmente su mesada.
Le cuento.
De entrada, déjeme decirle que no va a pasar nada, al tal Aldo ni lo van sermonear mucho menos lo van a correr, él seguirá tan campante como Don Sebas.
Le van hacer lo que el viento a Juárez.
Gómez Cazarín tiene que aguantar vara, debe entender que amor con amor se paga, y así como Zenyazen se volvió cómplice de las porquerías de “La Dulcinea”, así él tiene que soportar la pestilente corrupción que ha provocado el cordobés, sí el ex vendedor de publicidad, que no periodista, ni corresponsal.
Recordemos que Aldo Valerio siempre ha sido el lazarillo del exótico bailarín, desde hace un buen tiempo es su mozo de estoques, por eso ahora que se ha metido en un brete no lo habrá de dejar solo y Juan Javier debe disciplinarse, debe agachar la mollera, debe pagar el favor político, así de sencillo.
Los dos, como los gatos, “El Carón” y “El Exótico Bailarín” deben taparse sus porquerías.
La tan anunciada denuncia de malversación de recursos provocada por Erika Ayala, dentro del COBAEV, donde es dirigente sindical, jamás prospero, “El Carón” actuó muy bien, hizo valer su jerarquía y su condición de Don Juan, por lo que al titular de la SEV no le quedo de otra más que tragarse sus palabras, sí, aquellas que pronunció ante los medios de comunicación a mediados del mes de julio del año pasado, “no creo que se vaya limpia, ella tendrá que rendir las cuentas que sean necesarias”. En aquella ocasión sin mayor empacho y presumiendo una total desfachatez subrayó que la denuncia se habría de presentar ante la Fiscalía General de la Republica ya que se detectaron más de 300 casos de personas que cobraban sin trabajar.
Pero resulta que a la priista no la tocaron, ni la habrán de acariciar, ni con el pétalo de una rosa, ella se pasea con total impunidad por los pasillos del congreso veracruzano valiéndole madre todo, es más, hasta dicen, ha llegado a presumir tener al “Carón” de rodillas, a sus pies y a sus órdenes.
Prácticamente Juan Javier está atado de manos, debe respetar y rendirle honores al tal Aldo Valerio, en política nada es gratis, por lo que ahora le toca retribuirle el favor al titular de la SEV, sí, al inventor del cordobés.
Valerio Zamudio salió fino para el billete y es de reconocerse que para vender publicidad es toda una chucha cuerera, es un experto.
La protección que le brinda el exótico bailarín, es más que suficiente para no ser molestado, vaya, ni el hijo de Atanasio se habrá de atrever a indagar sobre el tema.
Sobra decir que en lo que va de la administración del hijo de Atanasio han ocurrido infinidad de escándalos de corrupción en los que se han visto involucrados funcionarios de su gobierno. Lo curioso es que ninguno de los señalados ha sido sancionado por la autoridad.
Lo cierto es que Veracruz se encuentra estancado el combate a la podredumbre, eso de la lucha contra la corrupción no ha sido otra cosa que solamente un discurso sin acciones, frases trilladas, estériles y huecas.
En la práctica los actos de podredumbre continúan, son el pan de todos los días, para la sociedad veracruzana no ha cambiado nada, la entidad se ha empantanado, el hijo de Atanasio no ha mostrado capacidad para prevenir, averiguar y sancionar las corruptelas de sus compañeros de pandilla.
Los tres mandamientos del dueño de “La Chingada”, eso de no robar, no mentir y no traicionar, en Veracruz han valido madre.
Así de sencillo.
Provecho. |
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