Anoche viví o reviví un pensamiento que siempre he tenido presente,
recuerdo estaba pegado o clavado en la puerta de entrada, siempre me acompañó, quedando grabado en las neuronas con efecto reforzador de nuestras vivencias y sentir espiritual, nos lo recordaba nuestra madre, e insistía para que de por vida, lo tuviéramos in mente, ignoro el autor, pero gracias a él tuve un agradable sueño, soñé con mi madre; lo repito por si los amables lectores se sienten deprimidos por causa del COVID 19.
Las penas son fugaces como los placeres
ni el desencanto, ni el desamor Tengo fe de mis ideales
ni las miserias todas de la vida Esperanza en realizarlos
son capaces de vencer Por amor a la humanidad
la fuerza de la Fe y de la Esperanza
Los días que estamos viviendo son azarosos, tienen a la humanidad implorando a todas las fuerzas espirituales superiores, para que el Corona virus no decida coronarse en nuestros seres queridos, hago mío el pensamiento, impetro porque esta pandemia pase pronto, sufro viendo como muchas personas, algunos cercanos de nuestra familia, no le han dado importancia a las recomendaciones de los expertos, el virus sigue activo y aunque las variaciones rompen toda previsión, esa inconsistencia es causa de que continúe latente, muchos son los que se descuidan.
Entiendo que las normas del periodismo disponen que no se debe tratar de hablar en primera persona, pero en estos momentos TODOS, estamos en el mismo barco, corremos el peligro de naufragio y cualquier opinión, recomendación o apoyo para evitar el virus es válida; paso malos momentos como antes lo expresé, recordando un sueño, pero este espiritual evento es o debe ser bueno, para insistir a todos los humanos cercanos o no, para que atiendan las medidas higiénicas que a muchos están salvando, yo insisto con el cubre boca, colocado como lo disponen los cañones, traerlo para espantar el virus, guardado en un bolsillo o colgado de una oreja o cubre papada es absurdo.
Me preocupa y deja en estado alterado, la información que se difunde a tontas y locas, es importante que todos estemos atentos a las recomendaciones de los expertos, igual recomendación válida para que los funcionarios no declaren a lo tarugo, en un infructuoso intento para tranquilizar a la humanidad, aunque pasemos malos ratos por la información alarmista, es mejor atender las experiencias que han sufrido y continúan sufriendo nuestros ángeles guardianes, LOS MEDICOS, que al igual que los legos en medicina, caen en las mortales garras del virus, es aflictivo enterarnos de médicos enfermero(a)s y camilleros que caen enfermos, mis mejores vibras y pensamiento, vallan dirigidas a esos héroes que se sacrifican por nosotros, trabajando muy de cerca con los contagiados por el virus, elevemos fuerza espiritual a los guardianes para que pronto pase la pesadilla y retornen los buenos sueños. ¡AGUAS!
Octubre 3 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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