Sin reconocer que ya se le hizo bolas el engrudo, toda vez que las principales obligaciones de cualquier Estado son: Primero.- La seguridad. Ya que todas las sociedades se conformaron alrededor del hombre fuerte para que los defendiera de los peligros que representaban otras tribus parecidas a ellos…
Dicen los “científicos” que también los defendían del resto de los animales; pero ciertamente que no somos el alimento de ninguno otro; y en ese entonces no representábamos peligro para alguno de ellos; pues no comíamos carne. Sin soslayar que prácticamente nosotros somos los peligrosos para ellos…
Nadie se escandalizaría si se cita que somos los peores depredadores que han existido sobre la faz de La Tierra. Dicho esto, apoyado en la hipótesis de que cuando llegamos del espacio, después de esclavizar a los cromañones, erectus, neandertales, australopithecos, habilis, denísobas y demás…
Violamos a sus hembras y procreamos con ellas, para después eliminarlos a todos como especie; a pesar de que ellos vivían aquí hace 200 millones de años. Que es la fea costumbre que hasta hoy se tiene. El genocidio y la tortura es algo que se nos da muy bien a los “sapiens”...
De ahí deben de venir las razas, que es una teoría bastante más sensata que la que asegura que todos descendemos de la raza negra; que a la luz del sentido común, es poco más que absurda. La que dice que todos descendemos de Adán y Eva, solo la creen los retrasados mentales…
La Segunda obligación del Estado, es velar por la salud de sus ciudadanos. Y en este renglón ni me detengo. Es más que evidente que se ha fallado; y el cuento del Coronabichus Apanicatum con el que han confinado al ganado, es la mejor prueba de ello…
Sin omitir que ahora salen con que viene la temporada de influenza y hay que vacunarse. Vayan a saber mis tres amables lectores, si en lugar de la vacuna contra la influenza, vaya a poner la de la pandemia…
Oportuno citar que el Director de Tesla y de la empresa aeronáutica Space-X, Elon Musk, en un mensaje dirigido al patético de Bill Gates, declaró que ni él ni su familia se aplicarán la vacuna…
En lo personal, siempre he estado en contra de las vacunas, pues quien se alimenta sanamente no las necesita; y consecuentemente tampoco es víctima de la pandemia. El ejemplo lo tenemos con la sociedad budista, que no tiene el gusto de conocer al Bicho, al igual que otras muchas enfermedades…
Pero el resto de la humanidad en su conjunto, a pesar de orar y rezar como descosidos, está enferma. Solo así se entiende que podamos ser capaces de destruir nuestro hábitat; como si no dependiéramos de él…
Los crímenes, las violaciones a menores de edad y a las mujeres, las guerras, la desmedida ambición por el dinero, son parte de la estulticia humana originada por los serios problemas de salud…
Cabe citar a Gabriela Rodríguez, titular del Consejo Nacional de Población (CONAPO) quien declaró que sólo en lo que va de este fatídico 2020, en casi 10,000 niñas entre 10 y 14 años se han registrado nacimientos producto de violaciones. Casi 37 cada 24 horas. Lo que es inaceptable; pero dolorosamente cierto…
Y todo porque nos comemos lo que no es nuestra alimentación natural -no somos carnívoros, como tampoco lo son los gorilas y los orangutanes, que son pacíficos, cabe decirlo-. Y si todos somos el resultado de lo que hemos comido; al comer porquerías en eso nos convertimos…
La Tercera obligación de cualquier Estado es la educación; y considero que tampoco hay mucho que abundar sobre el fracaso que ésta representa, pues va directamente ligada con la salud. No se quiere reconocer, pero la T de 4ª nos ha llevado a un Estado Fallido…
Por lo que se puede considerar temeraria la declaración del Presidente López Obrador, de que si 100 mil personas se manifiestan para que se vaya, y no tiene apoyo en las encuestas, se iría a su rancho sin esperar siquiera la revocación de mandato…
Por un lado podría pensarse que, como él siempre tiene otros datos, los 100 mil nunca se reunirían; y como las encue$ta$ nunca reflejan la realidad, no se irá nunca. En lo personal espero que no se reúnan; y luego entonces no se vaya…
Ya que algún otro quedaría en su lugar; y casi puede asegurarse que no sería mejor. Pues saliendo del estercolero político en que se ha vivido, no podría esperarse ningún cambio. Lo que hace recordar las palabras de Cayo Julio Fedro (15 antes de esta Era- 70) “En un cambio de gobierno, los pobres si acaso cambiamos el nombre del amo”…
Y solo hay que ver la fecha en que vivió el fabulista latino, para darnos cuenta de que no hemos avanzado un ápice…
Pero no hará falta que se reúnan los 100,000, que los pueden acarrear en cualquier momento. Ni que las honorables encuestadoras $e pongan de acuerdo. Ya estamos inmersos en el cambio de Era descrito en El Calendario Maya. Y es un privilegio no solo verlo, sino vivirlo.
Ya de salida…
Dudo mucho que todos los Gobernadores vayan a acudir al llamado virtual de la decepcionante dama Olga Sánchez Cordero. Si no estoy equivocado y sucede que los Federalistas no atienden su convocatoria, podrá decirse que la fiesta ha comenzado.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. |
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