El fenómeno de purificación del agua en la línea litoral, se da por causa del flujo derivado de la precipitación anual de agua de lluvia en todo el país, que es de aprox. 1,600 km³. Más de 1,000 km³ se evapora, de los 600 km³ que se quedan en la corteza terrestre, sólo un 10% penetra o se filtra en los mantos profundos y el 90% se acumula y fluye hacia el mar por los mantos superficiales permeables.
Según reportes de la Comisión Nacional del Agua, de los escurrimientos superficiales de agua en el país, un 35% se da en el Estado de Veracruz. Estamos hablando de 190 km³ al año, equivalentes a 149,000 millones de m³ anuales, que convertidos a la unidad de aforo municipal equivale a 4,700 m³ps (metros cúbicos por segundo). Eso es una cantidad increíble si tenemos en cuenta que sólo en Veracruz para los servicios municipales bastan 25 m³ por segundo; menos del 10% del agua superficial que se vacía al mar sin aprovechamiento alguno. Tenemos para dar a todo el país, sin afectar nuestras reservas subterráneas del manto profundo. Hay abundante agua de calidad.
Del agua superficial que ya tenemos ponderada, es indispensable dejar la mayor parte para mantener húmedo el suelo evitando la desertificación, por lo que si proyectamos la extracción instalando varios cientos de pozos superficiales con gasto de 1,000 litros por minuto, perforando a menos de 25 metros de profundidad, y el conjunto se conecta a tubos de gran diámetro que vacíen a tanques superficiales o elevados, tendríamos agua en abundancia, de calidad y sin los altos costos de purificación de agua de ríos contaminados o lagos que se deben conservar llenos en su vaso para hidratar la atmósfera. Los lagos son esenciales para hidratar la atmósfera cultivo piscícola y para actividades recreativas.
Analizando valores, son suficientes en la zona conurbada 300 pozos de 3 HP aprox. 1000 lts/min, c/u para tener agua potable en abundancia, aprox. 5 mt/cub /seg. De 11 pozos que hemos perforado, en el 100% se confirma la hipótesis de agua proveniente de escurrimientos superficiales. El primero se perforó en 2005, el segundo en 2006, los siguientes en diferentes fechas y zonas o áreas, tratando de variar condiciones. En todo caso el fenómeno se verificó hasta la fecha, obteniendo agua potable que cumple la Norma Oficial Mexicana para consumo humano.
No se requiere tratamiento adicional y dado los valores de sólidos disueltos para consumo directo humano convendría mineralizar el agua con añadido de agua marina tratada biológicamente.
En conclusión, agua de calidad para consumo doméstico, industrial, agrícola y potable la tenemos disponible en la franja litoral, solo falta superar las barreras burocráticas, que imponen normas de carácter jurídico, imposibilitando el uso adecuado, oportuno y económico del agua superficial, controlado su consumo por CONAFOR y otras instituciones dueñas de los derechos para aprovechar el agua, urge que se modifiquen leyes y todo mejorará. “AGUAS”
Septiembre 21 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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