Carlos Loret de Mola, el comunicador acosado por el sistema, tuvo en su programa de LatinUS, al senador y coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal Ávila (9 de septiembre de 1960, edad 59 años, Zacatecas), un viejo priísta de aquella vieja escuela donde todos se amamantaron y algunos se destetaron, empezando por quien hoy gobierna al país, AMLO. Todos lo recordamos como un político rebelde, cuando no le dieron la candidatura al gobierno de Zacatecas, renunció al PRI hace la friolera de 22 años. Fue expulsado por el partido hasta de su oficina y Fidel Herrera Beltrán, quien era diputado y vicecoordinador de la fracción del PRI, junto a Arturo Núñez, Fidel le tendió la mano y le prestó una de sus dos oficinas con que contaba en la Cámara de Diputados, acto que Monreal le agradeció por siempre. Luego se fue al PRD y llegó a gobernador y ahí anda ahora, disciplinado cuando AMLO no le dio la candidatura al Gobierno de la Ciudad de México y se alineó con la mujer de apellido impronunciable, la Sheinbaum.
LA ENTREVISTA
En el estudio de Loret de Mola, uno de las mismas características del que tenía cuando era su programa mañanero en Televisa, donde salió suspendido por la embestida presidencial, porque este gobierno se parece a aquel viejo PRI, o el de Echeverría o Portillo o el mismo Carlos Salinas, cuando ni los veía ni los oía, incluidos los comunicadores incómodos. Si el feje cruzaba el Rubicón, todos iban tras él. Se recuerda aquella escena cuando el poderoso presidente Carlos Salinas, envió al secretario de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, a la casa del periodista Manuel Becerra Acosta, dueño y director del diario Unomasuno, que se había vuelto critico incómodo al poder. Le llevó, como en el Padrino, una oferta que no pudo rechazar, a la mano le tendió un cheque millonario y dos boletos a España solo de ida, donde tenía que partir en un par de días, olvidándose de México, un exilio forzado. Por poco Gutiérrez Barios, que tenía la mano pesada y la mirada como de dos puñales, entra al cuarto a hacerle la maleta. Ese diario cayó en manos después del terrablanquense, Luis Gutiérrez y de Bernardo González, también del pueblo, que se hacía cargo de los dineros, Luis de la dirección y él de la lana, dos buenos periodistas. Becerra Acosta llegó a regresar cuando Luis Donaldo Colosio era candidato a la presidencia, pero volvió después a su exilio. Historias conocidas.
EL CARA A CARA
Monreal tuvo una entrevista de respeto, dijo al comunicador que le reconocía su trabajo de investigación, ya ven que ahora Loret desnuda a los funcionarios de la 4T que viven como los comunistas, pensando en Carlos Marx y viviendo como Carlos Slim. Monreal defendió a su jefe, el presidente AMLO, lo comparó en un momento con Francisco I Madero, cuando medio mundo se le fue encima y lograron derrocarlo, cuando su hermano Gustavo le decía que estaba lleno de traidores. No es ahora el tiempo como aquel, hoy hay un embajador tuitero amigo de México y no son tiempos de golpes de Estado ni asonadas, tiene el presidente mucha gente en contra, por las causas qué sabemos, pero muchas a favor. Al principio de la entrevista, Loret le mencionó a tres gobernadores infumables, Cuitláhuac García, Cuauhtémoc Blanco y Miguel Barbosa, el poblano, a los tres los descalificó, de Veracruz afirmó que “Cuitláhuac García es un lastre para Morena en Veracruz”. Y muchos pensaron que, como en el viejo PRI, Monreal no se atrevería a hacer declaración tan descalificada, si no llevara el aval del patrón. Mas cuando circuló por redes un video cuando el presidente llega con el poblano Barbosa y pasa a su lado con gran indiferencia, a ese si le metió la sana distancia: ni te veo ni te oigo, tesis salinista. Vayan ustedes a saber qué viene, quizá por eso el Congreso morenista de Veracruz se apresuró a avalar la Reforma donde a Cuitláhuac, como gobernador, lo sometería en la Consulta popular para que se fuera a medio camino, en revocación de mandato.
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