Decía Platón (427 - 347) “Los únicos que tienen derecho a mentir, son los políticos”. Con lo que respetuosamente, por tratarse de todo un personaje; pero no estoy de acuerdo…
Desde mi muy personal punto de vista, pienso que los políticos están más que obligados a decir y conducirse con verdad. No se le pueden confiar los destinos de una Nación a quienes se sabe que mienten; que engañan a quienes pagan su sueldo…
Como Trump, quien dijo que Kim Jong-un le había enviado una carta ofreciéndole apoyo por lo del coronavirus Y todavía agregó, que de no haber sido por su diplomacia ¿? EE. UU. ya habría entrado en una guerra con Corea…
Solo que la carta fue desmentida por Pyongyang, quien además de declarar que nunca le habían enviado esa carta, adicionó que “el Presidente norteamericano a de querer algo, aparte de alimentar propósitos egoístas”. ¡Tómala! No todos le hablan así a Trump y se atreven a exhibirlo internacionalmente como mentiroso…
“El problema no es que me hayas mentido; sino que ya no podré confiar en ti”. Friedrich Nietzsche (1844 – 1900)
Quienes si creo que tienen el derecho de mentir, son los médicos. Ningún médico con ética -los hay que carecen de ella- le dice a un paciente que su mal no tiene remedio; a menos que ya se encuentre en estado agónico…
Sobre todo cuando la cura en mucho depende del propio enfermo y su deseo de luchar por vivir. Cuando el paciente se da por vencido ya no hay nada por hacer. Que es lo que hoy sucede con el pánico que han creado con el bicho…
La gente cree que está infectada y que irremediablemente se van a morir. Por eso despavoridos corren a los hospitales donde mueren por el pánico al coronavirus; que no por el coronavirus…
Eso de que personas con SIDA murieron por el bicho, es punto menos que amarillismo. Es falso, es mentira; y como viene de parte de las Autoridades, pues peor tantito…
Como ahora salen con que 30 millones de niños regresaron a clases virtuales por TV y por Internet; cuando solo en el Estado de Veracruz hay 92 Municipios que no tienen Internet. Eso de mentir no deja nada bueno.
Cambiando de tema…
Cuando los analistas internacionales decían que la caída en los precios del petróleo se debía a pleito entre Rusia y Arabia Saudita, finalmente resultó cierto lo que supuse, que la alianza era entre Putin y el Príncipe Mohamed bin Salmán, para reventar a la industria norteamericana de fracking…
Con aparentes desacuerdos bajaron el precio del crudo hasta hacerlo incosteable para las petroleras norteamericanos de lutita; y de paso, de la noche a la mañana convirtieron a EE.UU. en importador, le hicieron perder miles de empleos y sacaron al dólar como la moneda hegemónica internacional. Por lo que pronto deberá caer ante el resto de las monedas…
Porque si EE.UU. ahora tiene que comprar el petróleo que antes se robaba de las naciones a las que “liberó de sus dictadores”, ya no puede imponer sus condiciones. El petróleo ya se vende y se compra con yuanes y euros, no nada más con dólares…
Y si a eso se agrega el bajo consumo del oro negro por efecto de la divina intervención de bicho -tal vez enviado del cielo- con la consecuente parálisis de la industria mundial; más el hecho de que Washington tiene al tope sus reservas de oro negro, la Era del petróleo ha comenzado su caída…
Y más ahora que la gente, gracias al aislamiento, se ha dado cuenta de las enormes ventajas que tiene el contaminar menos y se puede vivir de otra manera. No obstante, pocas personas se han realmente percatado del cambio de Era…
La rápida caída de EE.UU. y del Vaticano como imperios, es algo que históricamente habrá que agradecerle eternamente al coronavirus. San coronavirus ¡vaya!
Y nos vemos mañana, si el Sol me resta vida.
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