Ya hasta me estoy creyendo lo que dijo Trump, de que el Presidente López Obrador es muy inteligente; y eso que lo dijo antes de las dos últimas jugadas que acaba de dar en el tablero político el tabasqueño…
Una, que conscientes de que al estar más tiempo en casa las familias consumirán más luz, la CFE mientras dure la pandemia no va a cobrar el consumo extra de la luz a los hogares…
Y la segunda; el de conminar a la Secretaría de Gobernación para que no se ejerciera ninguna sanción contra Javier Alatorre…
Lo que debe de haberle caído como balde de agua helada a la de por sí relegada doña Olga Sánchez Cordero. Pues ahora que tenía la oportunidad de lucirse en lo que es experta, en la aplicación de las Leyes y hasta tenía las fornituras listas; que me la aplacan…
Y el periodista bigotón se queda en su lugar; solo que ahora con más fuerza, pues el Presidente lo llamó su “amigo”, deferencia que no es poca cosa. Lo que fue caballerosamente correspondido por el propio Alatorre, quien de regreso le echó, no flores, sino incienso. Con lo que ganó fuerza política, pero perdió credibilidad ante su auditorio. Vaya paradoja…
Que me hizo recordar a Marco Tulio Cicerón (106 - 43) “La adulación debe quedar fuera de la amistad”…
Pero en verdad que le hacen al cuento. Hasta el Presidente de la disque República interviene porque el conductor de un noticiero invita a su auditorio a que no le hagan caso a lo que dice el Gobierno…
No voy a defender a Javier Alatorre; y mucho menos a TV Azteca. Solo pregunto a los cooptados Derechos Humanos y a los defensores de periodistas, que también cobran en Palacio ¿Y el derecho constitucional a la Libertad de Expresión?
Los ciudadanos no tenemos que obedecer al Gobierno mientras oficialmente no se dicte el Toque de queda. No pueden reprimir a nadie y de ninguna forma, por no acatar las sugerencias…
Y lo cierto es que no se ha dado la orden. Y aún habiéndola dado, cualquiera tiene el derecho de expresar libremente su opinión y manifestarse en desacuerdo…
Tal vez el error fue el haber convocado a desobedecer las indicaciones del Gobierno. Si Alatorre lo hubiera situado a título personal y decir que él no iba a acatarlas, sería distinto…
No obstante, el hecho que el propio periodista haya públicamente reconocido su error y López-Gatell “humildemente” en respuesta a TV Azteca haya declarado: “nuestra labor ¡es histórica!”; como que cada vez se hace más sospechoso el que hubo un acuerdo bajo la mesa…
Que seguramente se sabrá cuando la pandemia termine, si es que se termina algún día. Aunque se supone que será cuando el FMI y el BM les hayan prestado dinero a las Naciones e impuesto condiciones a cambio de prestarles montones de papelitos verdes sin respaldo alguno, pues con los actuales precios del petróleo, a nadie le interesan los petrodólares…
El caso es que, cuando toda esta locura se termine, se sabrá quienes tuvieron razón. Si los que sostienen que todo es una farsa e ignoran la opinión de los científicos; o los que fueron precavidos y acataron las indicaciones…
¿Y cómo saber quienes tuvieron la razón?
Pues si los que no acataron las indicaciones de la sana distancia, el cubre bocas, el lavado de manos, el desinfectar el calzado, etc. etc. y prácticamente continuaron su vida normal -siempre respetando el actuar de los demás- no nos infectamos, querrá decir que teníamos la razón y que en todo esto hay un profundo y pestilente mar de fondo; que también ya se descubrirá. Pero hay más…
Carezco de títulos y diplomas que me respalden para opinar que el doctor Hugo López-Gatell está haciendo un buen trabajo o no; pues independiente de que sus cifras sean reales o falsas, como se lo dijeron algunos Gobernadores, el sub Secretario pasa por alto el más importante principio que debe de seguirse para la prevención de una epidemia…
El estudiar a los sanos, para saber por qué no se han enfermado. Que es precisamente lo que hacía “El Padre de la Medicina” Hipócrates (460 – 370)
El que un ciudadano desconozca las indicaciones que se le dan por parte de su gobierno, es menos grave, que el encargado de combatir la pandemia desconozca las indicaciones de quien atendía personalmente a los infectados y procedía de esa manera. Pero tarde o temprano, finalmente se sabrá todo.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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