La sociedad vive confundida por el amarillismo de la mala prensa y de los chismosos que gustan de difundir versiones tremendistas de mal augur, basta de malas notas, los tiempos que la humanidad ha disfrutado son mayores que los malos, soportados en ocasiones sin saber a ciencia cierta el origen y su persistencia, vivir con optimismo disfrutando lo poco o mucho que tengamos a la mano, debe bastarnos para vivir agradecidos por sobrevivir las penas y disfrutes alegres, nos llega de todo a todos y no hay discriminación en el reparto.
Yo me jacto de ser cocinero, postura que muchos confunden con fabricante de comida, ser cocinero es un arte, se debe estudiar, sobre todo si se ama al prójimo y no se le desea una intoxicación por comida mal preparada, el arte de la buena mesa implica la maravillosa acción de dar gusto o goce a los sentidos, cuando se ve un platillo bien servido, elegantemente colocado en el plato, la vista lo disfruta, después se huele, si se usan o no cubiertos, el tacto entra en función y el momento cumbre, cuando se introduce en la boca y se paladea un guiso, todos los sentidos se inundan de placer.
La investigación gastronómica o nutricional es ciencia, implica estudiar e investigar historia, la evolución cultural de los pueblos, y la aceptación de un ingrediente, la pimienta, cambio el mundo, se descubrió en forma aleatoria, por prueba y error, seguramente durante los muchos experimentos, los cocineros fueron a la tumba, envenenados por andar experimentando con productos naturales cuyo efecto se desconocía, pero el olor y eventual sabor, lo sedujeron para realizar el experimento de degustación, esa prueba y error nos ha traído a los cocineros la aplicación de muchos productos de sabor desagradable, pero que aplicados en la proporción adecuada, logra el milagro de disfrutar el sofisticado consumo de las especies. El jengibre todavía es rechazado por muchos, para otros es delicia.
Nadie es capaz de comerse un gramo de azafrán, los maravillosos pistilos de la planta, dan color y un leve amargo saborizante a los platillos, semejante al azafrán pistilo, se da con la Cúrcuma, conocida también como azafrán de la india, intentar saborearla pura, sin mezclarla en los alimentos, es locura, pero en la cocina ayurvédica de la india y todo oriente, se consume la cúrcuma como ingrediente básico del Curry, yo, desde hace más de 40 años, la consumo como substituto del azafrán pistilo, y afirmo que da mejor sabor a la paella que el azafrán español; pero la investigación de este tubérculo rebasa todo lo imaginable, sus propiedades medicinales son prodigiosas, se le llama la planta milagrosa, y lo es.
La historia del uso y desarrollo comercial de las especies es fantástico, cuando los europeos probaron la pimienta de Ceilán, quedaron enamorados del sabor que transmitía a los diferentes guisos simplones que eran practica europea, descubrieron en oriente los demás condimentos, fue tanto el éxito que el desarrollo marítimo intercontinental, debe su éxito y desarrollo al comercio de las especies, la comida es reina del sentimiento humano. ¡AGUAS!
Abril 14 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
|