Alguien que por allí anduvo ayer me contó que circuló por la ahora olivada autopista de Capufe, la que va rumbo a Veracruz. El tráfico, a la mitad de capacidad, mucha gente resguardada en casa. No hay aglomeraciones ni colas, aunque los inútiles de Capufe ni en emergencias saben cómo solucionar sus cosas. De retorno fue a un pisa y corre a Cotsco, donde hay buenos filtros y solo dejan entrar a una persona por familia, en ese momento Chikinando (Fernando Yunes Márquez), alcalde de Veracruz, cerraba como en tiempos de guerra el bulevar, desde Bolívar al hotel Mar y Tierra, pues sucede que la gente no deja de ir a las playas, y antes que usar la fuerza pública mejor cerrarles el paso, por la tarde otra vez con el gobierno de Veracruz entran a dimes y diretes, que sí no me avisaste, que sí te avisé pero no me haces caso, el gobierno estatal debe dejar trabajar a los alcaldes, a los que consiente y a los que no consiente, el Municipio es libre y las reformas al 115 Constitucional les dan libre albedrio para operar las emergencias. Aun ahora que en esta pandemia el gobierno de la 4T la disfraza con Neumonía Atípica. Hay la orden de que quienes ingresen se les dé entrada como neumonía atípica, para esconder a los del Covid 19, solo ellos y su imaginación, aunque Hugo López Gattel ya declaró que son más de 26 mil los contagiados, lo que ocurre es que este de México es el único gobierno del mundo que no hace pruebas, cómo vayan cayendo los van contando. Para Ripley. Hay emergencia en todos lados, las plazas cerradas en Veracruz y Boca del Río, El Dorado, Andamar, de las Américas ni siquiera Sanborns abrió, escasamente en el área de comidas Mc Donalds y el café de Don Justo, de la familia de Manolo Fernández. Liverpool, cerrado. Luces apagadas. Solo veladores y cuidadores deambulan. Los cines de los Ramírez, hasta nueva orden y nuevo aviso. Lucen las tiendas como probablemente lucirían en tiempos de guerra en Europa, donde cerraban espacios cuando los bombardeos. Dios nos siga cuidando.
LOS ENCONOS PRESIDENCIALES
El presidente AMLO no deja ir una. El presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, en una reunión con sus agremiados del país, vía internet, lo pusieron como lazo de cochino. Lo querían renunciar por haber estado blandito y complaciente con el presidente AMLO. Poco faltó para que le aplicaran aquel te vas, porque te vas. Saliendo de ahí rompió con el gobierno. Los tiempos de Echeverría y López Portillo cabalgan como jinetes del Apocalipsis. Culpó al gobierno de la pérdida de empleos y de lo que viene, solo ellos serán culpables, dijo todo sentido. No fue lejos por la respuesta, el jefe del Ejecutivo, como un vengador anónimo a la Charles Bronson, de los que no se queda con una, al otro día en su mañanera exhibió, sin dar nombres, a 15 empresas grandes que le adeudan al SAT 50 mil millones, un tema que no tiene que ver con lo otro, y recomendó a Carlos Salazar, como si fuera su chalán y cobrador de Coppel, que le ayude a cobrarles. Segundo rejonazo para el disminuido presidente del CCE. Hay días así. Allí mismo, en esa mañanera, la alcalde que no es alcalde, es secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, habló de la perdida de empleos del orden de 354 mil, solo en estos días de crisis. Y señaló que Coppel y Wall Mart han sido las que más empleados han despedido. Como muchos los tienen trabajando por horas, poco se podrá hacer. Lo que debe pensar el presidente, más que reñir con los empresarios, dejar la camorra y sentarse a ver qué soluciones encuentran para mitigar la perdida de los empleos, esa gente en la calle sin trabajo va a ser una carga muy pesada para el país. Se lo han dicho todos los expertos economistas, que él va en sentido contrario, viendo que todos del otro lado vienen hacia donde él está, y piensa que aquellos son los equivocados. Echeverría puro.
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