Me agrada saber que hay personas que, dedicándose a la caña, tienen la inquietud por superar lo que hasta ahora se ha hecho, todo mal, se convirtió la caña en un cultivo o tarea de gente floja, todo lo hace la dirección del ingenio, el productor de caña, no produce, espera y deja que le roben en los rendimientos, sin que nadie pueda contenerlos, bueno, esperan el reporte para gastar lo “Ganado”
En el año de 1965-66 el BANFOCO dispuso hacer algo para mejorar los rendimientos económicos del Ing. Emiliano Zapata en Zacatepec, supuestamente en manos o propiedad de una cooperativa, antes de ir al ingenio me puse a estudiar. pues de caña sabía muy poco, el Instituto Rockefeller otorgaba becas para ir a estudiar a diferentes lugares y lograr el desarrollo de la industria cañera, me acerqué a un técnico español de Islas Canarias, donde se trabaja fuerte la caña, con el apoyo del BANFOCO, acometimos una serie de estudios relacionados con la caña, aprovechamiento integral de la gramínea, acometimos la investigación y estudio de la SUCROQUIMICA.
Por supuesto primero azúcar, con las mieles incristalizables alcohol y ácido acético, de este ultimo los acetatos para fabricación de tejidos, del bagazo, la parénquima, rechazo o bagacillo, se planeó obtener forraje, el bagamel, que hasta hoy se produce, con la fibra larga celulósica se produce papel y tablas duras, según técnica alemana de Zalsgiter, del cultivo de las mieles incristalizables se cultiva la levadura Torula Utilis y sacaromice Gervisae, buena para alimento humano y auxiliar de la panadería, en fin, eso es lo que tratamos de hacer en 1967, a mí me fue muy bien, pues para empezar el BANFOCO me pidió desarrollar por contrato, la construcción de la planta para producción de forrraje de vacunos, hicimos corraletas con 200 animales súper flacos, arreados desde Guerrero y los tratamos con el bagamel, adicionado con otros nutrientes, el resultado fue fabuloso, animales flacos, enfermos, de 150 kilos, a los dos meses los mandábamos al rastro de Ferrería pesando hasta 300 kilos, con carne de primera, marmoleada como gusta a los buenos gourmets.
Fue un éxito el proyecto, pero vino el cambio de gobierno y todo se paró, a mí me pagaron buenos pesos y me retiré de la sucroquímica, tiempos felices, de hace aprox. 55 años, lo asombroso es que después de tantísimos años, la cosa sigue igual o peor, los campos cañeros están en manos de latifundistas, vía presta nombres que son los llamados productores de caña, el Ingenio se dedica únicamente a producir azúcar, todo lo demás es desperdicio que se mal procesa produciendo bagazo combustible y alcohol para los teporochos, por supuesto, esperando siempre el apoyo financiero de papa Gobierno.
Aunque los productores de caña dicen que sus tierras solo sirven para cumplir cuotas del indispensable azúcar, mucho mérito tendría si algunos cañeros cambian el cultivo y la técnica, entrar a la producción de hortalizas de alta rentabilidad en invernaderos o acometer otro endulzante de mayor beneficio y calidad nutritiva, la Estevia. Con los invernaderos damos chamba a miles de parias sin trabajo “AGUAS”
Abril 7 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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