En los arranques del psicoanálisis como técnica científica para conocer al hombre, se estableció siempre el vínculo del ser humano con sus semejantes y el medio, si este último era hostil, se conforma la personalidad morbosa que aleja al hombre de sus semejantes, el tratamiento fue y es, el sacudir la conciencia para que de la introspección profunda, surgiera el verdadero YO a ser tratado, este conocimiento científico del verdadero ser, le permite al terapeuta incorporar a la sociedad un ser redimido.
Han surgido posteriormente numerosas técnicas que por diferentes caminos conducen al hombre al mismo terreno, con la presencia del médico, se practica el psicoanálisis colectivo, la acción más peligrosa de todas, porque al romper el vínculo individual medico-paciente, se pretende homogenizar, por sacudida de conciencia, terapia motivacional y reducción de sentimientos, algo tan imposible de homogenizar como son los sentidos del hombre.
Las religiones han sido y serán, el vehículo de integración del hombre con el incognoscible fenómeno que lo originó, la inquietud del hombre le impulsa a investigar de donde viene, donde esta y hacia dónde se dirige; su incapacidad para conocer todos los estudios del fenómeno, le deja ante la alternativa de ignorarlos o aceptarlos con participación de un ser superior. En donde estamos, es asunto que manejamos con más o menos coherencia científica, el origen y destino es lo que nos inquieta.
Sin pretender ser apologético, siento que el cristianismo da respuesta a nuestras dudas, pesimamente entendido y peor aplicado, es sin duda la respuesta más coherente a los cuestionamientos que el hombre se plantea. No los resuelve, pero al involucrar principios de fe, le deja tranquilo y esperanzado; viene el hombre de Dios, vive en este mundo de acuerdo a normas más o menos razonables y tiene la esperanza de que al atenderlas y cumplirlas se reincorporara al terreno de su creador. Origen, presente y destino resueltos.
¿Qué es lo que sucede actualmente?, el psicoanálisis es bueno, aun el colectivo, las religiones hay que aceptarlas por lo que de positivo tienen en el ámbito de sus competencias, pero el aparente sincretismo, de ciencia mezclada con religión es un platillo de difícil digestión.
Los grupos religiosos-políticos- económicos que se han infiltrado en nuestra sociedad están produciendo verdaderos monstruos sociales, la mayor parte de ellos, concebidos y estructurados en los Estados Unidos por grupos protestantes, que no definen su credo para aprovecharse de todas las tendencias. Se forman grupúsculos, que con elevada técnica de barrido de conciencia, rompen la barrera del pudor, penetrando en la mente con métodos mejores que los que tradicionalmente se usaron en los confesionarios.
La anulación de personalidad de los seres que se incorporan a estas agrupaciones es sorprendente, el ser humano, subordinado en cuerpo y alma a precisas instrucciones que les envían de New York. Piensan y actúan solo en función de lo que “el grupo” ordena, se pierde familia, religión, grupos sociales, todo debe quedar subordinado al tiempo y procedimiento que “el grupo” ordena. ¡AGUAS!
Abril5 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf
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