Grave, muy grave es el sobrepeso establecido entre los mexicanos, odio el catastrofismo, sobre todo cuando está desarrollado junto con el amarillismo en la prensa publica, pero algo grave está pasando en todo el país, me referiré a mi espacio vital en la ciudad y puerto de Veracruz, lo que estamos viviendo se sale de la sensata valoración y análisis a que están obligadas las autoridades para gobernar, gobernar con ética política, apartada de la corrupción, como no se hace nada de lo recomendable, en lo referente a la proliferación de puestos ambulantes o semi establecidos vendiendo alimentos, sin respetar las mínimas medidas de seguridad en la higiene que se debe observar en los alimentos que expenden.
Solo hay un responsable que ya pasó a la calificación de culpable, “El Gobierno” en todos los niveles, ver lo que esta sucediendo fuera de los hospitales, asombra, hay muchos puestos de comida a la salida de los hospitales públicos, me referiré solo a la clínica de alta especialidad del IMSS ubicada al norte de la avenida Cuauhtémoc, no precisaré cuantos, pero estimo cercanos a 50 los negocios que venden alimentos, es una aberración que estén establecidos en las puertas de entrada y salida de la clínica, muchos puestos que expenden fritangas, expuesta a la basura ambiental y la mugre con la que se preparan los alimentos.
Los consumidores parados o en bancas, consumen sin la mínima higiene, las fritangas casi tóxicas que adquieren en los puestos, la responsabilidad debe ser en primera instancia del gobierno, pero culpables, ignorantes o ajenos a la salud pública son los responsables del sanatorio, ellos ven lo que sucede y nada hacen para remediarlo, los millones que se gastan en atender enfermos, quedan anulados, pues los pacientes que consumen alimentos manejados sin atender normas higiénicas, enferman y son los clientes del sanatorio denominado pomposamente de alta especialidad, tanto o más grave, es observar que dentro del sanatorios hay vendedoras de golosinas, granos, que fingen vender subrepticiamente.
Malo sería dejar sin trabajo a los vendedores de comida en la vía pública, ha sido su modus vivendi durante muchos años, con la tolerancia cómplice de las autoridades, hay que acabar con esa actividad dañina a la salud ciudadana, sobre todo, estando junto y dentro de los hospitales, hay que dar financiamiento y apoyo técnico, para que estos comerciantes de comida se establezcan en condiciones de salubridad adecuada, los puestos pueden ser ambulantes, pero no de fritangas a la intemperie, con aceite reciclado y enmugrecido al estar expuesto a los vientos y mugre atmosférica, urge hacer algo de inmediato, hay soluciones, pero primero diálogo con los comerciantes, dando el apoyo técnico y financiero para dar solución higiénica y eliminar la corrupción, las autoridades tienen toda la culpa, es un problema permitido, originado por tolerancia y corrupción . ¡AGUAS!
Febrero 17 del 2020 lmwolf1932@gmail.com Luis Martínez Wolf |
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